Un tema peligroso
En la sesión parlamentaria del miércoles 16 de diciembre el líder del PP, Pablo Casado, lanzó un reproche al presidente del Gobierno por no celebrar la Navidad, “que es el nacimiento de Jesús”. Las religiones han producido efectos positivos en la humanidad, pero también negativos: división y muerte. Así, sin rodeos, y ahí está la historia para refrendarlo. Una persona no es mejor que otra por profesar esta o aquella religión, o ninguna; la bonhomía se mide con otros criterios. Las disputas, con la religión de por medio, se sabe cómo empiezan y, desgraciadamente, también cómo acaban, por lo que incorporar la religión al debate parlamentario, además de innecesario e improcedente, puede resultar peligroso. Dejemos, pues, la religión en el ámbito privado, que es al que corresponde, y ahí sí, que cada uno haga de su capa un sayo, pero que no toque las capas ajenas.
Javier Martínez Aranzabal. Las Rozas de Madrid
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