Las mujeres tienen derecho a una vida libre de violencia
Al estigmatizar las manifestaciones feministas, las autoridades generan un ambiente hostil al derecho de reunión, deslegitiman su activismo e invisibilizan los motivos de las protestas
Durante 2020, ante la imparable violencia de género y los crecientes feminicidios, diversas colectivas feministas efectuaron manifestaciones, mayoritariamente pacíficas, para exigir al Estado mexicano acciones concretas y efectivas que garanticen a las mujeres el acceso a una vida libre de violencia. Diversas corporaciones policiales respondieron a las manifestantes ejerciendo violencia física, sexual y verbal. Esta última basada en estereotipos de género que asignan roles sociales específicos a las mujeres. De ahí que estas fueron insultadas por manifestarse, pintar consignas o intervenir monumentos, en lugar de “quedarse en su casa y no buscarse problemas”.
En algunos casos, las mujeres detenidas fueron trasladadas por personas no identificadas en vehículos sin logotipos, en los que transitaron innecesariamente por zonas aisladas, lo que generó en ellas el temor fundado de ser víctimas de desaparición forzada. De esa forma las corporaciones policiales violaron el derecho de las mujeres a la libertad de reunión pacífica. En Amnistía Internacional elaboramos el informe La era de las mujeres. Estigma y violencia contra mujeres que protestan, que incluye la documentación de protestas feministas en los Estados de Guanajuato, Sinaloa, Quintana Roo, el Estado de México y la Ciudad de México.
En seguimiento del informe, en abril de 2021, lanzamos la campaña digital #GritoMonumento, con el objetivo de que se reconozca la legitimidad de las causas de las protestas, que tienen que ver con que el Estado garantice el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. Este es un tema fundamental por la forma como las autoridades estigmatizaron las manifestaciones de las mujeres, generando con ello un ambiente hostil al derecho de reunión de éstas y deslegitimando su activismo.
La campaña, de carácter global, denuncia la represión de los cuerpos policiales y hace un llamado a que esta no se instale como una práctica común por parte de las autoridades y que tampoco sea normalizada por la opinión pública.
Desde Amnistía Internacional invitamos a las personas a ingresar a la página de #GritoMonumento para que conozcan y firmen la petición dirigida a los gobiernos de los Estados y municipios, en la que se exige, entre otras cosas, respeto a la libertad de expresión y de reunión pacífica de las mujeres, a una vida libre de violencias y a vivir sin tortura, ni violencia sexual.
Al firmar la petición, las personas recibirán en su correo un libro electrónico con la compilación de casos que hemos denunciado. La página web incluye el manifiesto de la campaña, afiches descargables y los carteles ganadores del certamen Dibuja tu grito, en los que las mujeres expresaron su sentimiento de ira e impotencia por el incesante aumento de feminicidios y violencias contra las mujeres en México. En el perfil de Instragram de Amnistía Internacional se puede disponer de un filtro para la movilización y protesta digital, que puede ser utilizado con el hashtag #GritoMonumento.
Por qué protestan las mujeres
Al estigmatizar las manifestaciones de mujeres, las autoridades generan un ambiente hostil al derecho de reunión de estas, deslegitiman su activismo e invisibilizan los motivos de las protestas, que tienen que ver con el legítimo reclamo de prevenir y erradicar la violencia de género en México. Al respecto, los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) son elocuentes. En 2019, las llamadas al 911 para denunciar incidentes de violencias contra las mujeres sumaron 197.693; en 2020 fueron 260.067, y entre enero y junio de 2021 se recibieron 139.554.
En 2020, el SESNSP reportó 3.770 asesinatos de mujeres –10 mujeres asesinadas al día en promedio–, de esa cifra 977 estaban siendo investigados como feminicidios. Entre enero y junio de 2021, el SESNSP reportó 1.899 asesinatos de mujeres, de ellos 508 se investigan como feminicidios.
Detrás de los números hay nombres y apellidos, miles de familias rotas, niños y niñas en orfandad, y un inmenso dolor por la pérdida del ser querido y la impunidad que impide a las familias de las víctimas el acceso a la verdad, a la justicia, a la reparación del daño y a las garantías de no repetición. De ese dolor surge el reclamo de las mujeres que protestan. El Estado mexicano no puede seguir negando la dimensión de la violencia de género.
Desde Amnistía Internacional invitamos a las personas a sumarse a la campaña #GritoMonumento para acompañar el legítimo reclamo de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, y para que sean la voz solidaria con las miles mujeres que ya no están y cuyas familias siguen reclamando justicia.
Edith Olivares Ferreto es directora ejecutiva de Amnistía Internacional México.
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