México se alinea con la agenda proteccionista de Trump para intentar esquivar los aranceles
El Gobierno de Sheinbaum eleva su apuesta por frenar las importaciones asiáticas, especialmente de China, a días de que inicien las negociaciones en Washington
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México está trabajando a marchas forzadas y en cuenta regresiva frente a Estados Unidos para desactivar la amenaza arancelaria que atenta contra 505.000 millones de dólares en exportaciones mexicanas anuales. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington con su círculo de trabajo más cercano para tener este jueves la primera toma de contacto oficial con sus contrapartes estadounidenses, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y Jamieson Greer, representante comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) para abordar el 25% de arancel generalizado a las importaciones mexicanas y el 25% sobre los envíos de acero y aluminio mexicanos al mercado estadounidense, dos nuevas tarifas que pretende activar el republicano en marzo próximo.
Ebrad adelantó este martes que llegará a Washington con los resultados que han derivado de la integración económica de Norteamérica, bajo el tratado del TMEC así como el saldo a favor que tiene Estados Unidos con México con el intercambio de acero y el aluminio, uno de los sectores en el punto de mira de Trump con un arancel del 25%. De acuerdo con las cifras de Economía, EE UU tiene un superávit comercial de más de 6.800 millones de dólares en productos siderúrgicos con su socio latinoamericano. “Nuestro argumento es, estamos tan integrados y nos ha ido tan bien que debemos cuidar eso, porque de eso dependen millones de personas”, dijo. Además de Ebrard, en el equipo mexicano estará conformado por el subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez; el subsecretario de Industria y Comercio, Vidal Llerenas; Ximena Escobedo, titular de la Unidad de Desarrollo Productivo y el embajador de México en EE UU, Esteban Moctezuma.
Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), reconoció por la crisis arancelaria sobre las exportaciones mexicanas a EE UU estén en pausa inversiones por 60.000 millones de dólares de todos los sectores, sin embargo, confió que una vez que se solucione esta crisis estos desembolsos se pondrán en marcha una vez más. Cervantes hizo hincapié en que existe mucho interés de hacer tratados comerciales con México, por todos lados se le ha insistido a funcionarios y sector privado mexicanos del deseo de negociar un acuerdo comercial. “Es una crisis por el tema de los aranceles, pero nos ayuda mucho para hablar en las agendas regionales, lo hecho en la región. Estoy convencido de que de esto vamos a salir y vamos a salir reforzados”, concluyó en la presentación del Consejo Promotor Hecho en México.
Días antes de arrancar formalmente las negociaciones bilaterales, el Gobierno de Claudia Sheinbaum, ha redoblado su apuesta por la integración regional y la sustitución de importaciones asiáticas por productos nacionales. Este martes, la Secretaría de Economía ha presentado al Consejo Promotor Hecho en México. Con mariachis, deportistas, atletas y empresarios mexicanos, el secretario Ebrad dio el banderazo de salida a este órgano integrado por 200 personalidades que promoverán el consumo de los productos mexicanos. La estrategia gubernamental pone el énfasis en elevar el contenido nacional y la integración comercial de Norteamérica, lo que supone un guiño directo a la estrategia proteccionista de Trump.
El impulso a lo Hecho en México es una necesidad que impone la presión de Trump y la realidad de revitalizar al sector industrial y economía en general de México. El objetivo del programa y del sello Hecho en México, creado a finales de la década los setenta, es revalorizar los productos nacionales, respecto a las importaciones. Economía aseguró que con esta hoja de ruta se elevará el contenido nacional, se reducirán importaciones y se fortalecerán a las empresas e innovaciones de México. Ebrard añadió que el Consejo Promotor estará integrado por diferentes grupos de trabajo, en el que participarán, de manera honoraria, personas empresarias, creadores e innovadores. La autorización de uso de las marcas de certificación se otorgará a través de la Unidad de Normatividad, Competitividad y Competencia de la Secretaría de Economía, conforme las reglas de uso de las marcas de certificación.
Adolfo Laborde, experto en comercio internacional del CIDE, explica que el Plan Hecho en México es un buen programa porque se recupera el tema de promoción nacional de sexenios anteriores, sin embargo, añadió que aún queda por ver cómo se implementará sobre el terreno y con cuánto presupuesto contará para su internacionalización. “La promoción internacional cuesta y la promoción se tiene que hacer en el sitio, hay que entender que el mercado local está conectado con los mercados internacionales, si el Hecho en México se hace solamente en el contexto mexicano no va a tener mucho impacto, tendría que tener una estrategia hacia el exterior”, menciona.
El empresario Fernando Turner señaló que el plan Hecho en México es una estrategia con buenas intenciones, pero de poco calado para frenar la bomba arancelaria de Trump, quien en el fondo lo que busca con la guerra arancelaria ampliada es detener el avance del gigante asiático en su mercado. “Tenemos que reducir las compras a China, para comprar más en Estados Unidos y hacer más productos en México. Esto implica no solo una negociación, se trata de un cambio macroeconómico, implica más aranceles desde México para las importaciones chinas y un tipo de cambio competitivo, bajar las tasas de interés. Esta no es una negociación técnica de aranceles, es una negociación de alto nivel de política económica y comercial y al final haremos lo que EE UU nos pida”, refiere. El saldo deficitario de México frente a China rebasó los 110.000 millones de dólares el año pasado, según cifras oficiales.
Turner advierte de que el Gobierno mexicano no cuenta con una capacidad de negociación fuerte ante EE UU porque ellos son el principal destino de las exportaciones mexicanas, con una participación de más del 80%. Sobre el plan Hecho en México, el empresario afincado en el Estado de Nuevo León, critica que no será una estrategia que pueda marcar la agenda en Washington. “Lo Hecho en México no es más que una campaña publicitaria y el Plan México son una serie de ideas que no llegan a los objetivos que el país requiere. El primer paso para la sustitución de importaciones es la imposición de aranceles para los envíos asiáticos a México”, zanja.
Desde que asumió el Despacho Oval a la fecha, Trump no ha dejado de lanzar amagos arancelarios como estrategia gubernamental. Esta semana, volvió a la carga al asegurar que impondrá aranceles de alrededor del 25% a la importación de coches a partir de abril, pero que tendrá más información al respecto el próximo 2 de abril. Una tarifa sobre este sector supondría un golpe de lleno para uno de los sectores exportadores más relevantes en México. Cada año se mandan a Estados Unidos más de 3,4 millones de automóviles a EE UU, lo que supone más del 80% de las exportaciones automotrices mexicanas.
El presidente de Estados Unidos ha usado, además, la amenaza arancelaria para exigir a México un mayor control en el tráfico de drogas, en específico, del fentanilo y en la migración ilegal. Estas exigencias serán debatidas en mesas de trabajo paralelas entre las autoridades estadounidenses y parte del gabinete de Sheinbaum. El republicano ha mencionado, en reiteradas ocasiones, que al imponer aranceles a sus socios comerciales se reducirá el déficit comercial que prevalece en sus relaciones comerciales. Actualmente, México exporta a su vecino país del norte más de 505.000 millones de dólares al año, mientras que EE UU exporta al territorio mexicano 334.000 millones de dólares, resultando en un déficit para EE UU por más de 170.000 millones de dólares.
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