Rubén Mugártegui, director de Amazon Web Services en México: “El país se está convirtiendo en un eje tecnológico continental”

Desde la aplicación del banco para hacer pagos hasta la de audio para escuchar música, todas utilizan el cómputo en la nube: un centro de datos y almacenamiento por el que las empresas pagan para no tener que invertir en su propia infraestructura. Recientemente, la nube plagó los titulares a nivel mundial, cuando una falla en los servicios de Microsoft ocasionaron un apagón que paralizó millones de actividades económicas. Su más grande competidor es Amazon Web Services (AWS), una subsidiaria del gigante del comercio fundado por Jeff Bezos. Ahora, AWS se prepara para invertir 5.000 millones de dólares en los próximos 15 años en México, un monto mayor al que se especuló que invertiría Tesla.

El plan es construir un centro de datos tan grande que pueda proveer a toda América Latina, dice Rubén Mugártegui (Ciudad de México, 40 años), director general de la subsidiaria en el país, durante la entrevista en las oficinas de la empresa en la capital. “México hoy está en el centro del mundo y el efecto del nearshoring lo ha cambiado todo”, asegura el ejecutivo, “se viene un despliegue que inclusive se pronostica en los próximos cinco años de 1.700 millones de dólares, única y exclusivamente para el sector tecnológico”.

Pregunta. ¿Por qué se eligió México para una inversión de este tamaño?

Respuesta. Vimos que muchas empresas empezaron a realmente a subirse a esta ola de la nube. La demanda empezó a crecer de manera importantísima en todas las diferentes industrias, pero hay muchas, particularmente en el sector financiero, salud, el sector público, que tienen requisitos de almacenamiento de datos en las fronteras del país. Y, por otro lado, también hay muchos casos de uso relacionados con el tema de la latencia, lo que significa que haya una rapidez de conectividad y de respuesta inmediata. Es fundamental. Piensa en temas de hospitales, videojuegos o cualquiera de las aplicaciones financieras que haces transacciones por segundo. El usuario necesita que las cosas se hagan inmediatas y no se pierda prácticamente en milisegundos.

P. ¿Y por qué en Querétaro?

R. La decisión es 100% técnica. Hicimos una evaluación exhaustiva considerando diferentes factores. Querétaro está en un lugar muy céntrico que permite prácticamente dar una cobertura a todo el país. Otra de sus bondades es que es un lugar donde no hay temblores, lo cual es fundamental para tener la seguridad de nuestra infraestructura. Es un lugar con un aeropuerto internacional que permite tener accesos de abastecimiento, entre otras muchas cosas que se analizan para poder tener un centro de datos que realmente sea seguro y con todas las necesidades que nuestros clientes van a utilizar cuando esté lista la infraestructura.

P. Que llegue un centro de datos y almacenamiento de este tamaño a un lugar como Querétaro, ¿pudiera detonar la llegada de proveedores o, incluso, su competencia?

R. México, con AWS y esta inversión, se está convirtiendo en un hub tecnológico continental, no solamente para América Latina, sino para el mundo. Un centro de datos de esta magnitud va a poder ser apalancado por cualquier empresa del mundo. Hay muchas empresas que tienen operaciones en México y ahora con el efecto del nearshoring, que se estima puede atraer más de 46.000 millones de dólares en inversión, según estimados de Morgan Stanley, la previsiones son que sean aún más. Es verdad que hay otras empresas que están invirtiendo y lo han venido haciendo, pero yo te diría ninguna con la inversión que nosotros estamos. Muchas empresas dicen que van a abrir una región, pero una región tiene diferentes connotaciones. AWS no puede abrir una región sin que haya, mínimamente, tres centros de datos todos construidos por nosotros, energizados por nosotros al 100%, con la seguridad a más alto nivel, manejada por nosotros e interconectados entre sí con fibras ópticas y una conexión robusta. Hay otras empresas que llaman “región” a simplemente abrir un centro de datos, quizás interconectado con otro. La de nosotros no es así.

P. En Querétaro no hay terremotos, pero sí hay inseguridad y la presencia del crimen organizado (como en el resto del país). ¿Cómo está abordando AWS esto?

R. Nosotros ponemos una seguridad que es tanto externa como interna. Los centros de datos tienen varios perímetros para que nadie pueda acceder más que los empleados que trabajan en esos centros particularmente. La seguridad, en ese sentido, es realmente impenetrable. Por otro lado, la parte intangible, que son los servicios, tienen un factor de encriptación, hay un cifrado y replicado y cantidad de prácticas de seguridad que hace muy complicado que se puedan obtener. Más allá de la seguridad física, que, por supuesto es importante, la seguridad a nivel servicios es la más importante porque es donde están los datos de nuestros clientes. Todo lo que hacemos está primero pensado en qué pasaría en el peor de los casos, para poder tener la seguridad de manera bien estructurada y es una responsabilidad compartida. Porque nosotros nos encargamos de esa infraestructura, de esos centros de datos, de que los servidores corran perfectamente, que hay energía, de que estén actualizados, etcétera. Pero son los clientes quienes desarrollan sus aplicaciones. La mejor práctica es que tu información no solo resida en una región, sino que esté replicada, por ejemplo, en Dublín, en Virginia, en Sao Paulo, por ejemplo. De tal manera que, toquemos madera, si algo le pasa a todo el estado de Querétaro tu información no está comprometida porque estás replicando en otras regiones.

P. En las últimas semanas, fallas en servicios de la nube, tanto de Microsoft como de AWS, impactaron miles de operaciones y actividades a nivel mundial. ¿Está demasiado concentrado el sector? ¿Hay una falta de competencia?

R. Opciones hay varias y muchos inclusive interactúan con diversas nubes en una misma empresa. Pero todo tiene que ver con la forma en la que tú diseñas tu solución de nube para que sea segura, independientemente de los sabotajes que ha habido recientemente. Los clientes no sufren apagones informáticos cuando están bien arquitectados. Porque si el apagón fue, por ejemplo, en el centro de datos de Virginia, quienes lo tenían replicado en el de Dallas o en el de Oregón, no hubieran tenido absolutamente ningún impacto, esa es la responsabilidad compartida. Es similar a una póliza de seguro: hay quien no quiere pagar mucho, pero cuando ocurre un accidente, lo barato sale caro.

P. La próxima presidenta de México tiene un plan para extender infraestructura de conectividad a internet a todo el país, a través de una oferta de la empresa del Estado que competirá con las empresas privadas. También que quiere digitalizar las aduanas. ¿Qué representan estos planes para AWS? ¿Cuál es tu opinión?

R. México hoy está en el centro del mundo y el efecto del nearshoring lo ha cambiado todo. Muchísimas empresas, como nosotros, están apostando en México. Pero además de ello, tenemos un tema que hay que enfrentar que tiene que ver con la falta de profesionales capacitados en tecnología. En América Latina, se prevé que haya una brecha de 2,3 millones profesionales de tecnología para el 2026. Esto quiere decir que no vamos a tener para poder sustentar todo lo que se necesita desde el punto de vista tecnológico. En México, nos da mucho orgullo que hemos logrado ya capacitar a medio millón de mexicanos a través de nuestros diferentes programas y ofertas de capacitación masiva, dentro de las cuales muchas vienen apalancadas también con el gobierno. El año pasado hicimos una alianza con la Secretaría de Economía donde nos comprometimos a capacitar a más de 130.000 personas en temas de inteligencia artificial generativa y nube de manera gratuita. Estamos firmando un compromiso para capacitar a 300 agencias aduanales que implica más o menos a 1.000 personas para cerrar esta brecha de competitividad. Para nosotros es fundamental que el gobierno lo tenga en mente, porque es prioridad de AWS cerrar esta brecha digital para que no baje la competitividad del país.

P. Dices que el nearshoring lo ha cambiado todo, pero la inversión de empresas nuevas todavía no llega. Lo que hemos visto es que las empresas que ya están aquí están invirtiendo más.

R. El nearshoring va a empezar a dejarse ver más en los próximos años. Ahora está la primera ola, que es detectar en dónde se tiene que estar, cuáles son las empresas que van a invertir en México. Pero viene un despliegue que inclusive se pronostica en los próximos cinco años de 1.700 millones de dólares, única y exclusivamente para el sector tecnológico. Las empresas que llegan al país se topan con que hay muchas particularidades, tecnológicamente hablando, que se resuelven muy diferente, como la facturación electrónica, la gestión de recursos humanos, temas con la autoridad tributaria. Estamos viendo grandes empresas que empiezan a apalancar soluciones mexicanas que resuelven temas muy particulares en diferentes industrias y que van apalancadas de toda esta infraestructura. Por lo tanto, este año estamos viendo un crecimiento muy importante.

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