La reapertura de Izazaga 89: Ciudad de México concede una tregua a la gran plaza del comercio chino

Atrás quedaron las imágenes del sorprendente megaoperativo del pasado mes de noviembre en el que elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de la Marina y del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), llegaron a Plaza Mart o Centro Mart, en la calle Izazaga 89 del centro de la capital mexicana, para clausurar el complejo e incautar más de 260.000 productos chinos catalogados como ilícitos. Después de solo un par de meses, y sin dejar de operar totalmente durante este tiempo, algunos locales han comenzado a reabrir y otros han cerrado para siempre: “Irán abriendo poco a poco hasta el mes de abril y otros muchos ya cerraron definitivamente”, dice una comerciante al interior de la plaza.

Dentro, hay plantas enteras, semivacías y solo las primeras seis tienen locales funcionando que parecen recordar la antigua normalidad. En la planta baja, un letrero anunciando las inauguraciones del día enmarca la entrada a unos elevadores que suelen no estar funcionando correctamente. En los pasillos decenas de hombres transportan en diablitos cajas y bolsas de mercancías que van a dar a bodegas y locales. Más que un centro comercial caído en desgracia, parece una plaza comenzando a operar con aparentes remodelaciones y arreglos.

De ese emblemático centro de 16 niveles, con productos a precios con los que poco pueden competir otros comerciantes o marcas, salieron decenas de camiones con cientos de miles de productos incautados por violar la propiedad intelectual y por ser “apócrifos” de origen asiático de las marcas Marvel, Sanrío, Disney, Nintendo; entre otras. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguraba entonces que aplicaría en ese lugar la extinción de dominio, una figura jurídica que despoja a una persona de sus bienes y los pasa a manos del Gobierno sin compensación. El secretario también dijo que se trataba de proteger a la industria mexicana, más allá de las relaciones entre Estados Unidos y México, en medio de las amenazas arancelarias de Trump a México, por el intercambio comercial con China.

Unos 3.000 locatarios han regresado a sus puestos de trabajo en la plaza, desde febrero, según indicó el subsecretario de gobierno de la capital, Fadlala Akabani, quien dijo a medios de comunicación que los dueños de la plaza habían concluido con los trámites de regularización de predios, una problemática que el año pasado les reclamaban también las autoridades. Según Akabani, los únicos que todavía no tenían permiso de volver eran los tres locales en donde se decomisaron los 260.000 productos. “En cuanto al edificio de Izazaga 89 ya está operando, se llegó a un acuerdo entre los dueños del edificio y las autoridades”, dijo el funcionario el pasado 16 de febrero a El sol de México.

Unas semanas después del decomiso en Izazaga, en el Estado de Sonora, la Secretaría de Economía llevó a cabo la llamada Operación Limpieza, el operativo en el que se replicó este tipo de incautaciones, superando por mucho el número: un millón de productos. “La acción más importante que se ha tomado en todo lo que va de siglo contra contrabando y piratería”, celebraba Marcelo Ebrard, en una conferencia de prensa.

Los decomisos de productos asiáticos en Ciudad de México y la promesa de que se replicarían a lo largo y ancho del país, fue una de las señales que el Gobierno mexicano comenzó a enviar a solo unas semanas de que Donald Trump asumiera su segundo mandato como presidente de Estados Unidos y ante las amenazas del republicano de aplicar aranceles, entre otras cosas, si México seguía siendo una vía a través de la que los productos chinos acceden a su territorio sin pagar altos gravámenes.