Selena Gomez y Édgar Ramírez: “‘Emilia Pérez’ no es una película política”
Los protagonistas del musical de Jacques Audiard, nominado a 13 premios Oscar, defienden al arte como forma de retrato de la pesadilla latinoamericana
La pregunta hace saltar al actor Edgar Ramírez de su asiento. El venezolano y solitario protagonista masculino de Emilia Pérez, se yergue para salir en defensa de su compañera de reparto, Selena Gomez. El periodista quiere saber la opinión de la cantante y actriz estadounidense a las muchas críticas vertidas a su español, una polémica que ha alimentado las redes y que antecede la llegada de la cinta de Jacques Audiard a las pantallas mexicanas. Gomez (Texas, 32 años) no se inmuta. “Mi relación con el español es muy similar a la que tiene con él mi personaje (Jessi). Creo que es lo que ayudó a identificarme con ella un poco más”, cuenta la artista en una entrevista con EL PAÍS realizada en Los Ángeles el otoño pasado.
Muchas cosas han pasado desde entonces. Emilia Pérez es un fenómeno que esta semana ha conseguido 13 nominaciones al Oscar, un récord para una película de habla no inglesa. Los miembros de la Academia de cine de Hollywood, sin embargo, dejaron fuera a Gomez, quien recibió el premio de actuación en Cannes junto a sus compañeras de reparto, Karla Sofía Gascón, Zoé Saldaña y Adriana Paz. Gascón se ha convertido este jueves en la primera mujer trans en aspirar a la estatuilla de mejor actriz. La producción francesa celebra el camino rumbo a la gala del 2 de marzo. En el trayecto, el musical sobre un narcotraficante que cambia de sexo para dejar atrás su vida de violencia ha provocado una ola de controversia. Glaad, una organización estadounidense por los derechos del colectivo LGBTQ+, dejó en ceros a la película en su entrega anual de premios. Se negó en darle una sola nominación al considerarla un “retrato profundamente retrógrada de una mujer trans”.
“Es interesante cómo esta película ha hecho que todos tengan una opinión sobre ella. No es para todos”, aseguraba Selena Gomez en la entrevista. La estrella, quien recientemente se comprometió con su novio, el productor Benny Blanco, estaba sorprendida porque unos minutos antes un crítico llamo “idiotas” a los estadounidenses que han aplaudido la película distribuida por Netflix.
Algo de ese tóxico odio la ha salpicado, una estadounidense con raíces mexicanas nacida en Gran Prairie, a las afueras de Dallas (Texas). Ha sido criticada por su forma de encarar el personaje de la esposa de narcotraficante en el que se centra la película. Y también por su español, lo que ha generado algunos comentarios virulentos, especialmente entre el público latinoamericano.
“En Texas, como en California, el bilingüismo está en todas partes. Yo comencé a trabajar desde que tenía siete años, y desde entonces todos mis trabajos han sido en inglés. Me siento un poco triste de haber perdido el español, pero como se ve en la película, aún lo tengo conmigo y me gusta nutrirlo y cuidarlo. Es algo crucial para mi identidad”, señala Gomez, quien ya tenía una experiencia previa con el idioma en su trayectoria. En 2021 lanzó el EP Revelación con siete temas en español.
Inició su trayectoria bailando y cantando junto al dinosaurio morado Barney, pero también ha actuado para Harmony Korine, el viejo rey del cine indie. Recientemente, ha encontrado el éxito gracias a Only Murders in the Building, la serie en la que comparte créditos con dos veteranos de la comedia, Martin Short y Steve Martin. Pero el musical de Audiard le permitió mostrar una parte de ella que no suele poner en relieve con los personajes que interpreta.
Su abuela paterna, cuenta, salió de Monterrey (México) rumbo a Estados Unidos en 1973. “Le tomó 18 años convertirse en ciudadana. Yo no estaría aquí sin el sacrificio que ella hizo por mí”, señala. Sus padres se separaron cuando ella tenía cinco años. Ella se quedó con su madre, Mandy Teefey, pero Gomez continuó cerca de sus raíces latinas por el tiempo que pasaba con su padre. “Me enseñaron muchas cosas bellas de México, pero también me contaron historias tristes y desgarradoras. Y yo tengo familia, más allá de la que tengo en Texas, que ha lidiado con la violencia, incluida la violencia machista”, añade.
Emilia Pérez también ha sido vapuleada por el ingenuo retrato que hace del problema del narcotráfico, un violento escenario que México sufre desde hace casi 20 años y que sirve de telón de fondo para el supuesto giro moral que el capo Manitas (Karla Sofía Gascón) da después de su transición de género, cuando se convierte en una activista en favor de los desaparecidos. Audiard, quien ha sido nominado a mejor director al Oscar, argumentó, en una entrevista con este periódico, que no quería hacer una película de narcos. “La película habla de la violencia, pero no la muestra”, dijo.
Édgar Ramírez conoce bien lo problemático que este tipo de retratos pueden ser en el cine. “Esta es la primera vez que hago el papel de un narco. Yo nunca había querido interpretar a uno por razones personales”, asegura el actor nacido en San Cristóbal, una ciudad en la frontera entre Venezuela y Colombia. “Mi familia sufrió el terror de Pablo Escobar, a mí me tocó de niño. Sobrevivieron atentados terroristas”, añade.
Tanto Ramírez como Gomez coinciden en que Audiard pone el foco de la historia en otro punto. “Hicimos algo que celebra la independencia y la libertad de las mujeres. Hay un tipo de redención en todo esto”, señala la actriz. A su lado, su compañero, quien interpreta en la ficción al narco Gustavo Brun, añade: “Aquí hay una sublimación. Emilia Pérez no es una película política o con intenciones políticas. Creo que se agradece que use la poesía para hablar del horror latinoamericano".
La dupla interpreta en la película la canción Mi Camino, que ha recibido una de las dos nominaciones al Oscar en la categoría de mejor canción original (la otra es El mal). “Para mí”, dice Ramírez, “esta película es una canción de pop perfecta”. El actor considera que el tema que aspira a la estatuilla tiene mucho de las bandas mexicanas del género de los años 90, como Kabah o la Onda Vaselina. Será entonces que Emilia Pérez tiene algo del pop de nuestra época.
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