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México y Estados Unidos discuten sobre la crisis migratoria y la Seguridad en la primera llamada de la era Trump

Sheinbaum confirma que Rubio y De la Fuente tuvieron su primer diálogo, asegura que la conversación fue “muy cordial” y confía en llevar a buen puerto la negociación con la nueva Administración

Migrantes esperan a ser procesados frente al muro fronterizo entre México y Estados Unidos, en Yuma (Arizona), en 2022.
Migrantes esperan a ser procesados frente al muro fronterizo entre México y Estados Unidos, en Yuma (Arizona), en 2022.Gregory Bull (AP)
Elías Camhaji

México y Estados Unidos ya tuvieron su primer contacto formal con Donald Trump en la Casa Blanca. Claudia Sheinbaum confirmó este miércoles que el canciller Juan Ramón de la Fuente y Marco Rubio, el nuevo secretario de Estado, tuvieron una llamada telefónica, dijo que la charla fue “muy cordial” y aseguró que la migración y la cooperación en Seguridad fueron los temas que se trataron. “Fue una muy buena conversación”, afirmó la presidenta, que había puesto entre sus prioridades arrancar el diálogo bilateral tras el regreso de Trump a la presidencia, el pasado 20 de enero. Pese a la avalancha de decretos que emitió el republicano apenas tomó posesión, Sheinbaum mantuvo el aplomo y confío en que ambos Gobiernos mantendrán una buena relación.

Rubio es el primer miembro confirmado del Gabinete de Trump, al ser ratificado el lunes por unanimidad por el Senado como el próximo jefe de la diplomacia estadounidense. Todo lo que se sabe de manera oficial sobre la llamada con su homólogo ha salido de las autoridades mexicanas. El secretario de Estado, sin embargo, ha dejado claro cuáles serán los objetivos de Washington en esta nueva etapa. “Primero, debemos frenar la migración masiva y asegurar nuestras fronteras”, destacó el político cubano-estadounidense en la lista de prioridades que publicó esta semana al asumir el puesto. Esos fueron, precisamente, los temas que trajo a la mesa con México. “Nuestras relaciones diplomáticas con otros países, en particular del Hemisferio Occidental [América], van a priorizar la seguridad en las fronteras de Estados Unidos, terminar con la inmigración ilegal y desestabilizadora, y negociar la repatriación de los inmigrantes ilegales”, agregó.

Trump anunció el regreso del programa Quédate en México (formalmente, MPP), que obliga a los solicitantes a esperar el resultado de sus procesos fuera de territorio estadounidense. También habló del envío de tropas militares a la frontera y cambios en las prácticas de detención de los inmigrantes indocumentados que facilitan su expulsión “exprés”, así como la desaparición de la plataforma CBP One, una de las últimas vías de entrada legal que permanecían abiertas para quienes piden asilo. México no ve con buenos ojos el torbellino de decretos, al tacharlos de “medidas unilaterales” y asegurar que las medidas que se terminaron habían logrado frenar los flujos de personas en un 78% en los últimos meses. Pese a los anuncios, el Gobierno de Sheinbaum enfatizó que el país está preparado para recibir a sus ciudadanos y ha anunciado medidas de contención de su lado de la frontera, como la apertura de albergues y planes de logística para facilitar los traslados.

Rubio ha sido el emisario de la visión de Trump frente al mundo, aunque también se ha presentado como una cara más amable de la diplomacia estadounidense. El diplomático se pronunció en su audiencia de confirmación de la semana pasada en contra de la política de “puertas abiertas” de la Administración de Joe Biden, habló de una crisis migratoria “histórica” y se refirió varias veces al “terror” que infunden los carteles del narcotráfico, así como de cómo se aprovechan del tráfico de drogas y de personas. En esa misma sesión del Senado, sin embargo, aseguró que la designación de los carteles como grupos terroristas (hoy una realidad) era una “herramienta imperfecta” y que privilegiaba la opción de colaborar con el Gobierno mexicano “como socios”. “Le tomamos la palabra”, respondió Sheinbaum en esa oportunidad.

Marco Rubio habla tras jurar su cargo como Secretario de Estado ante el vicepresidente J.D. Vance, el 21 de enero en Washington.
Marco Rubio habla tras jurar su cargo como Secretario de Estado ante el vicepresidente J.D. Vance, el 21 de enero en Washington. Kevin Lamarque (REUTERS)

El secretario de Estado será también una figura clave en la guerra contra el narcotráfico. De acuerdo con el decreto de Trump contra los carteles, Rubio tiene un plazo de máximo 14 días para recomendar qué organizaciones criminales pueden ser consideradas como terroristas, según las leyes de Estados Unidos. También será consultado por la Fiscalía General y el Departamento de Seguridad Nacional sobre la estrategia operativa de Washington contra estos grupos. Sheinbaum ha evitado pronunciarse sobre la posibilidad de que haya una intervención militar estadounidense en territorio mexicano, una posibilidad plausible según la orden ejecutiva contra el narco, pero que las autoridades mexicanas esperan que no se concrete.

La presidenta mexicana adelantó que insistirá en la lucha contra el tráfico ilegal de armas desde Estados Unidos, un frente de negociación que abrió Andrés Manuel López Obrador, su predecesor, y que avanzó durante el mandato de Biden. “Es de los temas que evidentemente vamos a tratar”, señaló Sheinbaum y reconoció que sigue siendo una prioridad. La mandataria recordó que también tuvo una llamada con Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala, y que la semana pasada hubo una reunión en Ciudad de México sobre migración con representantes de 10 países latinoamericanos y caribeños, desde Colombia y Brasil hasta Cuba, Venezuela y Haití.

Sheinbaum espera también tener comunicación con Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente de Brasil, en los próximos días y ha estado en contacto con otros aliados regionales como la hondureña Xiomara Castro y el colombiano Gustavo Petro. “Hay unidad en América Latina”, afirmó sobre la posición de los países de la región ante el viraje de mano dura de Trump. México busca apoyo de otros Gobiernos para que puedan repatriar y recibir a sus ciudadanos devueltos, y no sean sólo las autoridades mexicanas quienes asuman la carga.

“Nuestro objetivo fundamental es el bienestar del pueblo de México y nos comunicamos con todos los Gobiernos del mundo”, aseguró Sheinbaum, sobre los contactos diplomáticos con Trump y otros países. “Nuestro interés es, evidentemente, el acuerdo con Estados Unidos en diferentes temas, que haya una comunicación. Hay cosas en las que no estamos de acuerdo, pero en este momento ese es el interés esencial”, zanjó.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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