Rosario Piedra pasa a la terna para dirigir la CNDH pese a estar entre las candidatas peor evaluadas
La actual presidenta quedó última en una evaluación de 12 aspirantes preseleccionados, en la que se midió la autonomía y el conocimiento en materia de derechos humanos por parte de la Comisión de Justicia
Rosario Piedra Ibarra ha quedado seleccionada como parte de la terna que votará esta semana el Senado y de la cual saldrá la próxima titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. La actual presidenta del organismo llega a la votación rodeada de polémica, y con razón. Decenas de defensores de derechos humanos se han posicionado en contra de su reelección y han pedido a la presidenta, Claudia Sheinbaum, que elija a alguien que actúe con más independencia del partido en el poder, Morena. A pesar de las denuncias, de haber sufrido renuncias masivas del Consejo Consultivo del organismo y acusaciones de corrupción por trabajadores, Piedra Ibarra ha quedado en la lista corta después de haber sido una de las peores evaluadas por la Comisión de Justicia, encargada de elegir supuestamente los mejores perfiles. De acuerdo a un documento al que tuvo acceso EL PAÍS, los senadores que integran esa comisión debían elegir a cinco de 12 preseleccionados, en base a unos criterios que incluían autonomía y conocimiento en materia de derechos humanos. Piedra Ibarra recibió únicamente un voto.
El proyecto que se presentará este miércoles para ser sometido a voto en el pleno de la Cámara alta presenta la terna de Piedra Ibarra, junto a la abogada y activista Paulina Hernández Diz y a Nashieli Ramírez Hernández, actual titular de la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México. El documento, de 28 páginas, hace un recorrido por la selección supuestamente de los tres mejores perfiles. El Senado abrió el pasado 11 de octubre la inscripción a la convocatoria, en la que se registraron 66 personas. En un primer filtro, la Comisión de Justicia y la de Derechos Humanos quitaron de la lista a todos aquellos que no cumplían con una serie de requisitos básicos, lo que dejó la cifra de aspirantes en 48. Todos tuvieron la posibilidad de comparecer en la Cámara alta, solo una candidata se ausentó por enfermedad y quedó descalificada.
Los organismos de derechos humanos y las asociaciones civiles tuvieron su momento a mitad del proceso. El 22 de octubre, los senadores escucharon en tres mesas diferentes al menos a 14 organizaciones dedicadas a la lucha por los derechos humanos. Algunas de las que participaron habían dado una conferencia de prensa a finales de septiembre para denunciar las omisiones cometidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos bajo la gestión de Piedra Ibarra. “La CNDH claudicó de ejercer su mandato de protección y de contrapeso, para plegarse al proyecto político de la Administración actual”, dijo en ese momento uno de los activistas en referencia a Andrés Manuel López Obrador, quien impulsó en primer lugar la elección de Piedra Ibarra como ombudsperson.
Una fuente del Partido Acción Nacional, que prefiere no dar su nombre, asegura que Piedra Ibarra “fue la peor evaluada”, y explica que las organizaciones de la sociedad civil le dieron una mala calificación a su trabajo en el Parlamento Abierto en el que participaron, así como los senadores de la oposición, que también se mostraron duros hacia ella en su comparecencia. La declaración va en línea con el documento que obtuvo este periódico que señala que la evaluación que hizo la Comisión de Justicia y en la que votaron 16 senadores, tres de la oposición y 13 de la alianza de Morena con el Partido Verde y el Partido del Trabajo, la actual presidenta de la CNDH quedó en último lugar.
De los 48 que comparecieron ante la Cámara alta, la Comisión de Justicia eligió a los mejores 12 perfiles a través de un proceso que implicaba que cada integrante evaluara de manera individual a los aspirantes. Cada senador entregó entonces una hoja individual por cada candidato. Los preseleccionados, entre los que se encontraba Piedra Ibarra, pasaron a una siguiente prueba, en la que los senadores debían elegir a los cinco mejores perfiles en base a ocho criterios: experiencia y conocimiento en materia de derechos humanos; autonomía o independencia política y partidaria; apertura ideológica; integridad pública; que haya atendido de manera adecuada a casos prácticos que se les presentaron; haber dado respuestas que demostraran un razonamiento crítico; garantizar un compromiso de trabajo colaborativo con el Consejo Consultivo y la sociedad civil; y manifestar compromisos con la progresividad de los derechos humanos.
A partir de esa selección, la mejor posicionada fue Nashieli Ramírez, con el aval de 15 de los 16 senadores que votaron. En segundo lugar quedó Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México, que quedó ahora fuera de la terna, pero en esa prueba recibió 12 votos. En tercer lugar salió la abogada Paulina Hernández, con 11 apoyos de la Comisión de Justicia. En el lugar 12, quedó Piedra Ibarra, con un solo voto.
El proyecto de dictamen explica que la elección de la terna debe hacerse a partir de la evaluación de idoneidad que hagan los senadores, las comparecencias, la propuesta del programa de trabajo que hayan presentado, la experiencia en materia de derechos humanos, y las opiniones de las organizaciones civiles defensoras o promotoras de derechos humanos. A pesar de todos los focos rojos que enfrentó Piedra Ibarra, logró superar de alguna manera los filtros. Su primera elección como presidenta de la CNDH en noviembre de 2018 estuvo también muy rodeada de polémica. Inició su mandato tomando protesta en medio de una batalla campal en el Senado por los reclamos de la oposición, siguió con su declaración a favor de disolver el organismo garante de derechos humanos, y acabará —al menos un primer mandato— con una lista de acusaciones internas y externas por corrupción, falta de independencia y parcialidad a favor del Gobierno.
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