La toma de protesta de Claudia Sheinbaum en cinco momentos: de Ifigenia Martínez al bastón de mando de los pueblos indígenas

Claudia Sheinbaum ha tomado posesión como la primera mujer presidenta de México en los más de 200 años de historia como país independiente. Sheinbaum, científica de 62 años y exalcaldesa de Ciudad de México, ha recibido la banda presidencial de manos de Ifigenia Martínez, lideresa del movimiento de izquierda en México, en una ceremonia que marca el inicio de su mandato de seis años.

En un zócalo abarrotado y al grito de “¡Sí se pudo!” por parte de los asistentes, Sheinbaum ha aceptado el bastón de mando de los pueblos indígenas y afromexicanos, en una ceremonia que marca el inicio de su mandato como jefa de Estado.

La presidenta ha iniciado su discurso con un breve recorrido por las “cuatro transformaciones” de México: “Amigas, amigos: el día de hoy inicia el segundo piso de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. La primera transformación fue La Independencia; la segunda, La Reforma; la tercera, La Revolución Mexicana; la cuarta, fue iniciada por el mejor presidente de México, Andrés Manuel López Obrador”, ha dicho.

La mandataria ha afianzado la importancia de su llegada a la presidencia de México, resumiendo su triunfo en una cita que se ha reproducido decenas de veces en la prensa nacional e internacional: “No llego sola: llegamos todas las mujeres de México”.

Estos son los momentos clave de la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México.

Una mujer le entrega la banda presidencial a Sheinbaum

La primera presidenta de México ha recibido este 1 de octubre la banda presidencial —el emblema del poder ejecutivo que representa la Bandera Nacional— de manos de Ifigenia Martínez Hernández, una economista, académica y diplomática pionera del movimiento de izquierda en México.

Ifigenia Martínez, de 94 años, es recordada como la primera mujer mexicana en obtener una maestría en Economía por la Universidad de Harvard. Fue diputada federal y senadora, pero el primer hito de su carrera política llegó en 1988 cuando se convirtió en la primera mujer en ocupar un escaño en el Senado por la Ciudad de México.

Martínez además fue una de las cofundadoras del ahora extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD), el primer bastión de la izquierda en el país que nació como alternativa al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Sheinbaum ha reconocido el legado de Martínez en la vida política nacional, y la ha elegido para que sea ella quien le coloque la banda presidencial en la ceremonia de toma de posesión.

El discurso en el Zócalo: las cien promesas del Gobierno de Sheinbaum

El Zócalo capitalino ha lucido abarrotado en el primer día del mandato de Claudia Sheinbaum. Casi 400.000 personas se han dado cita para dar la bienvenida a la presidenta en el primer acto masivo de su sexenio.

“Como decimos en este Zócalo, es un honor estar con Obrador”, ha dicho la presidenta a sus simpatizantes, a quienes ha asegurado que su Gobierno va a dar continuidad a diversas estrategias iniciadas por el expresidente.

En un discurso de cien puntos, la presidenta ha presentado un plan para construir lo que ha llamado su México, y que funciona como una ruta de la nueva administración. Entre los primeros puntos ha destacado que su Gobierno se enfocará en la búsqueda de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa —aunque no ha mencionado a las Madres Buscadoras de México—, y ha dicho que se someterá al proceso de revocación de mandato para el año 2027.

“Vamos a gobernar con los principios de la cuarta transformación. Por el bien de todos, primero los pobres [...] Con el pueblo todo, sin el pueblo, nada”, ha dicho. El medio ambiente, la tecnología que se produce en México, las energías renovables y el impulso a los transportes ferroviarios también han sido parte del discurso de la científica en el Zócalo.

La mandataria ha aseverado que, al igual que su predecesor, no vivirá en la residencia de Los Pinos, no restablecerá el Estado Mayor Presidencial ni regresará el avión presidencial, pero sí continuará con las conferencias matutinas y las visitas a los Estados durante los fines de semana.

La entrega del bastón de mando

La ceremonia de investidura de la presidenta ha sido dirigida por las guías espirituales Teresa Ríos, del pueblo indígena Mazateco, en Oaxaca, y Ernestina Ortiz, del pueblo Otomí, en el Estado de México, y ha incluido la entrega del bastón de mando por parte de los pueblos indígenas y afromexicanos de México, y una limpia con hierbas y humo de copal, como se acostumbra desde las civilizaciones prehispánicas.

“Por primera vez una mujer llega a este lugar tan preciado para nosotros, para el pueblo. Claudia: que los elementos sagrados te acompañen, que el agua bendita purifique siempre tu alma. Que el aire siempre esté contigo. Que nuestra madrecita Tierra te bendiga siempre con esa fuerza que los pueblos indígenas traemos. Las mujeres afros también están pendientes, también traen su voz, traen su cultura”, ha dicho una de las representantes de los pueblos indígenas.

El acto de entrega del bastón de mando se ha hecho en representación de los 70 pueblos indígenas y el pueblo afromexicano de México. Durante la ceremonia, se ha explicado que el bastón es un símbolo de la energía, la fuerza y la sabiduría colectiva de los pueblos del México profundo.

“Nuestras abuelas y abuelos nos enseñaron que el bastón de mando representa el poder político y espiritual, así como lo más sagrado de nuestra cosmovisión. Es símbolo del poder comunal, del noble don de servir al pueblo y de hacer justicia”, han concluido las guías espirituales.

La historia del vestido de la primera presidenta

El vestido que Claudia Sheinbaum ha portado durante la investidura es obra de la artesana oaxaqueña Claudia Vásquez Aquino, quien hace un año recibió las pautas para el diseño de la prenda. La maestra artesana ha dicho que si bien el equipo de la presidenta se acercó a ella, en ese momento desconocía quiénes eran. “Me pidieron un vestido, me dieron pautas para que yo decidiera el bordado y el diseño de las flores. Pero, no sabía que sería para ella”.

El vestido de color marfil muestra a un costado un colorido bordado con más de cien flores. Lleva una falda larga medio circular por debajo de la rodilla, es de manga larga, cuello redondo y talle completo hecho a la medida de la mandataria. “Es un privilegio ver que Claudia Sheinbaum vista prendas típicas de cada región del país”, ha dicho Vásquez a EL PAÍS.

De la carta de Xóchitl Gálvez al regreso de Peña Nieto a las redes: las reacciones a la investidura

Los líderes de la izquierda latinoamericana han externado sus felicitaciones a la nueva presidenta de México. Desde el brasileño Lula da Silva hasta el cubano Miguel Díaz-Canel, los jefes de Estado han asistido a su toma de posesión la mañana de este martes. Sin embargo, uno de los plácemes que más han llamado la atención ha sido el del expresidente Enrique Peña Nieto, quien gobernó el país de 2012 a 2018, justo antes del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

“Le deseo el mayor de los éxitos a la Doctora @Claudiashein, primera Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, en la elevada responsabilidad que hoy asume en favor de México”, ha dicho a través de una publicación en X, la primera del exmandatario desde julio de 2022.

A la felicitación también se ha unido la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, quien contendió por el cargo al lado de Claudia Sheinbaum en las elecciones del pasado 2 de junio. En una carta —en la que Gálvez se refiere a la presidenta como “Claudia”—, la entonces abanderada del Frente Amplio por México mostró sus felicitaciones por la investidura.

“Hoy que te conviertes en la primera mujer presidenta en la historia de México, te deseo de corazón que te vaya bien a ti porque solo así le irá bien a nuestro querido país”, ha escrito Gálvez. La excandidata presidencial además ha llamado a la presidenta a encabezar un Gobierno que le abra las puertas del Palacio Nacional a las madres de los desaparecidos en México y a las víctimas de la violencia.

Asimismo, le ha pedido que su administración “se llene de energías limpias, de las que no contaminan”, y que los hospitales cuenten con sueldos y jornadas dignas para el personal de salud. Gálvez ha concluido la carta pública pidiendo a Sheinbaum que, “por favor”, no herede ni repita los odios de su antecesor. “Gobierna para todos, no solo para los tuyos. Dale a tu liderazgo tu propia voz de serenidad e independencia”, ha escrito Gálvez. “Llegó el momento de demostrar que las mujeres gobernamos de manera diferente sin que ningún hombre nos mande”.