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Un nuevo vídeo de Los Tlacos ilumina su poder de fuego en Guerrero

Parte de la propaganda habitual de los grupos criminales en tiempos de redes sociales, las imágenes recogen una reunión de decenas de hombres fuertemente armados, amenazando a extorsionadores y aceptando la tregua con sus enemigos

Fotograma del video publicado en redes sociales por supuestos integrantes del grupo criminal 'Los Tlacos'. Foto: RR. SS. | Vídeo: RR. SS.
Pablo Ferri

Un nuevo vídeo de propaganda criminal ha emergido en las últimas horas en Guerrero, donde decenas de hombres armados jalean a la organización delictiva Los Tlacos, también conocido como Cartel de la Sierra. El grupo se refiere a la tregua supuestamente alcanzada hace unas semanas con las organizaciones enemigas, principalmente La Familia Michoacana, con la que se disputaba municipios como Iguala y Taxco, y comunidades de la sierra, entre los municipios de Heliodoro Castillo y San Miguel Totolapan, ya en la región de Sierra Caliente.

En el vídeo, el aparente portavoz del grupo, un hombre grande que carga un fusil, se refiere a Iguala. “Un año de guerra. Gracias a dios, ya se acabó. Los señores hicieron la tregua y se respeta la decisión de los señores. A toda la gente de Iguala, no se dejen engañar por extorsionadores. Gobierno, haga su trabajo. El problema no lo tenemos con ustedes, el problema es con gente que no quiere vivir bien. A nadie se le cobra cuota. En Iguala y alrededores no se les cobra cuota, nosotros no somos cobracuaotas. Tenemos dinero y tenemos donde trabajar”, dice.

Habituales desde hace años, estos videos iluminan fugaz y parcialmente las lógicas y capacidades de los grupos criminales. Nunca dejan de llamar la atención, primero porque muestran la supuesta capacidad logística del grupo que lo graba, a veces posando con vehículos, otras solo con armas, como el de estos días de Los Tlacos. Y luego porque son ventanas a esas guerras intermitentes, libradas en el margen, en cerros, comunidades alejadas, pero también en ciudades y barrios de todo México.

En el caso de Los Tlacos y La Familia Michoacana, el intercambio de vídeos ha sido constante en los últimos meses, casi siempre grabados después de batallas, de esta guerra supuestamente en pausa. En enero, presuntos integrantes del segundo grupo asesinaron a al menos cinco del primero, en una comunidad de Heliodoro Castillo, base de Los Tlacos. Con los cuerpos de los caídos todavía calientes, los vencedores grabaron un vídeo celebrando su triunfo. Luego quemaron los cuerpos. Semanas más tarde ocurrió lo contrario. Esa vez fueron Los Tlacos quienes mataron a un grupo de La Familia, al menos 12, como dijo el Gobierno federal. Los vencedores grabaron y publicaron el vídeo correspondiente.

Este último vídeo vino seguido de uno parecido al liberado estos últimos días. En un paraje boscoso, un hombre acompañado de otros tantos, todos armados, se dirigía a sus contrincantes, en tono amenazante. “Violamujeres, matainocentes, ahí les vamos. Y ustedes, políticos, dejen de estar apoyando a estas basuras, porque van a acabar igual. Y tú, puto presidente de San Miguel Totolapan, deja de estar amenazando a la gente de la sierra”, decía el hombre, que luego daba vivas a sus líderes, principalmente “el 21 y el 80”.

Luego llegó la tregua, anunciada a finales de febrero por el sacerdote Filiberto Velázquez, que dirige un centro de defensa de derechos humanos en Chilpancingo, la capital de Guerrero. Velázquez, que llegó a hacer de mensajero entre Los Tlacos y el grupo criminal de Los Ardillos, en sus pláticas para la paz en la región Centro, no dio más detalles esta vez, pero su palabra se tomó con seriedad. A lo largo del último año, sus denuncias por las consecuencias de la violencia en la sierra, habían dado visibilidad al problema, convirtiéndolo en una prioridad para las autoridades.

Sobre estas consecuencias se refiere el hombre que habla en nombre de Los Tlacos en el último vídeo. “A todos los pueblos que fueron desplazados, regresen a las comunidades, a sus hogares, hagan su vida. Nunca fue pleito con ustedes. Desgraciadamente, quedaron en el fuego cruzado. Estamos aquí para respetarlos y para cuidarlos. Cuenten con nosotros en todo momento. ¡Pura gente de la sierra, pura gente del señor Gavilán, pura gente sel señor 21!”, concluye.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).
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