Desaparecidos cinco migrantes menores de edad en San Luis Potosí

El pasado 8 de octubre, cinco migrantes de entre 15 y 17 años salieron sin avisar de su albergue en la ciudad de San Luis Potosí. Fue la última vez que se les vio. Este jueves la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos ha emitido una ficha de búsqueda para tratar de localizar a los tres salvadoreños y dos guatemaltecos, en un Estado donde ya ha habido dos desapariciones masivas de migrantes este año. El punto en común: que todos trataban de pasar una región clave para llegar a Estados Unidos.

Los cinco jóvenes dejaron el pasado domingo el centro de atención “Un refugio en el camino”, donde los niños y adolescentes que migran sin compañía reciben cuidados. El albergue está ubicado junto a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de San Luis Potosí, en la colonia Simón Díaz, al sur de la capital del Estado. Era el lugar en el que los cinco jóvenes se hospedaban y eran asistidos.

Florencio Recinos (16 años), Edgar Alexis Orellana (17), Alexis Ednaides Valdéz (15); José Mauricio Pérez (17) y Wilmer Geovany Salinas (15), salieron por su propia voluntad del albergue y en ese momento se perdió la comunicación con ellos. La Fiscalía potosina ha avisado a los consulados de El Salvador y Guatemala, países donde los jóvenes partieron rumbo a Estados Unidos.

Todos los menores, que no superan los 1,70 metros de altura, dejaron su refugio con sandalias y calcetas. Florencio Recinos, un guatemalteco de ojos grandes y rasgados, iba vestido con una playera verde y un pantalón negro. El salvadoreño Edgar Alexis Orellana, del que la Fiscalía destaca su nariz grande y respingada, llevaba una playera gris y unos pantalones del mismo color con una franja azul.

Las cejas pobladas y perfiladas son el rasgo que llama la atención del salvadoreño Alexis Ednaides Valdéz, que con 15 años y solo 1,55 metros de estatura es uno de los más pequeños del grupo. Se cubría con una camiseta blanca de manga corta con franjas negras, el mismo color que su pantalón. El guatemalteco José Mauricio Pérez es el único que llevaba lentes sobre sus ojos pequeños y oscuros. Salió con playera verde, una chamarra negra y un short azul claro. El salvadoreño Wilmer Geovany Salinas era el otro menor de los cinco. Moreno, con cabello corto y ondulado, vestía camisa azul y pantalones negros cuando fue visto por última vez.

La localización de San Luis Potosí, al norte de Guanajuato y al sur de los Estados fronterizos de Nuevo León y Tamaulipas, lo convierte en un punto clave en la ruta migratoria hacia el límite de México con Estados Unidos. La desaparición de los cinco menores migrantes es el tercer evento de este tipo que se da en San Luis de Potosí en menos de seis meses.

En abril, se perdió el rastro de 22 migrantes y el chófer que los conducía hacia la frontera, a la altura del municipio potosino de Matehuala, en una zona desértica del norte del Estado. El chofer apareció muerto a los pocos días, pero los migrantes fueron rescatados por las autoridades de Guanajuato y San Luis.

Un mes después, en la misma zona, un grupo criminal secuestró a 50 migrantes y dos conductores que viajaban en bus hacia Nuevo León. En este caso, tanto los pasajeros como los chóferes fueron liberados por agentes del Estado. La Fiscalía de Derechos Humanos de San Luis Potosí espera que los cinco menores desaparecidos corran la misma suerte que sus homólogos, migrantes que encuentran en el Estado norteño una de las peores experiencias de su ruta.

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