“La participación de las mujeres mejora la democracia”

Un grupo de lideresas latinoamericanas ha analizado la mañana de este miércoles la participación de las mujeres en las democracias de la región, un subcontinente golpeado por la desigualdad y la violencia machista. A pesar de los avances registrados en los países de América Latina, este grupo de mujeres todavía aboga por una mayor inclusión política. “La participación de las mujeres mejora la democracia”, ha afirmado Marcela Aguiñaga, perfecta del Gobierno Provincial del Guayas, en Ecuador.

Aguiñaga participó en una discusión organizada en el marco del Diálogo de Mujeres de América, organizado por EL PAÍS, PRISA y ONU Mujeres. Ella discutió sobre la representación de las mujeres en la política de la región junto a la diputada francesa Eleonore Cariot y Myriam Méndez, coordinadora de Valiente es Dialogar, una organización colombiana. El evento se lleva a cabo de este miércoles en el Museo de Antropología de Ciudad de México y en él también ha participado Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la ciudad, y Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia.

“Los derechos son frágiles incluso en las más grandes democracias del mundo”, ha reconocido la diputada Cariot, quien ha puesto como ejemplo el hecho de que en Francia se aprobó hace ya varias décadas una ley de la igualdad en la participación en los espacios políticos, pero hasta ahora las mujeres representan solo un tercio del parlamento francés. La legisladora ha reconocido que en las democracias “hay líderes que luchan contra esos derechos”. Se trata, según ella, de uno de los principales retos que enfrentan las mujeres para garantizar su participación en política. “No es por ser mujer que una es feminista”, ha dicho Cariot y ha puesto como ejemplo el liderazgo de la conservadoras Giorgina Meloni en Italia o Marine Le Pen en Francia.

Uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres en Latinoamérica es la desigualdad, ha reconocido por su parte Myriam Méndez, quien ha afirmado que esa situación empeoró para ellas durante la pandemia de covid-19. “A pesar de tres décadas de lucha de las mujeres, no hemos podido hacerle la grieta final a la desigualdad, nos va ganando la batalla”, ha dicho. “No es suficiente lo que estamos haciendo”, ha afirmado. Méndez ha explicado que ese eterno problema de la desigualdad se ha sumado ahora el cambio climático y la migración, que afectan con especial fuerza a las mujeres. Enfrentar esos retos, ha explicado, requiere imaginar una nueva democracia en la que se priorice el diálogo entre los grupos que sean antagónicos en cada uno de los países de la región.

Estas lideresas han coincidido en la importancia de mantener la lucha de las mujeres por ampliar su participación en la política local, porque, a pesar de los avances, han dicho, todavía queda mucho por lograr en las democracias latinoamericanas. “La participación de las mujeres hace que muchas de nuestras causas sean reales. Debemos seguir luchando, esa debe ser la agenda”, ha afirmado la ecuatoriana Aguiñaga.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país