Un convoy militar llega a la sindicatura de Jesús María en Culiacán, el 7 de enero.Gladys Serrano El Ejército y la Guardia Nacional realizó un operativo el 5 de enero para detener a Ovidio Guzmán, tras el fracaso de 2019 en el que tuvieron que liberarlo horas después de la captura. Gladys Serrano Jesús María, un poblado con apenas 5.000 habitantes, quedó convertido en un campo de guerra. Gladys Serrano Casquillos percutidos que los vecinos de Jesus María recolectaron después del enfrentamiento.Gladys Serrano Un impacto de bala junto a una imagen religiosa en la entrada al pueblo.Gladys Serrano Teresa Zárate en la entrada de su casa, ella y su familia estuvieron refugiados bajo las camas durante las 10 horas que duró el enfrentamiento.Gladys Serrano Habitantes de la sindicatura de Jesús María, en Culiacán, reciben ayuda del Gobierno luego de permanecer incomunicados por más de 48 horas.Gladys Serrano El enfrentamiento dejó 29 muertos, 10 de ellos militares.Gladys Serrano María Zavala recibe atención médica al interior de su casa en Jesús María, luego de sufrir episodios de crisis nerviosas por lo sucedido en el pueblo.Gladys Serrano Ovidio Guzmán, hijo del Chapo y uno de los líderes del cartel de Sinaloa, fue trasladado a la cárcel del Altiplano.Gladys Serrano Teresa Zárate ilumina al interior de su casa, la comunidad se quedó sin servicios de iluminación y agua potable después del enfrentamiento.Gladys Serrano Sobre las cuatro de la madrugada comenzó el enfrentamiento que mantuvo en vilo a Jesús María.Gladys Serrano La situación del jueves recordó a la ocurrida en 2019 cuando la Guardia Nacional detuvo a Ovidio y la presión de los narcotraficantes obligó al Gobierno a liberarlo para evitar ataques a la población civil, en un día negro que se conoció como el Culiacanazo.Gladys Serrano Tráilers quemados en la carretera rumbo a la sindicatura de Jesús María en Culiacán, el 7 de enero.Gladys Serrano Militares avanzan en la carretera a Jesús María, el 7 de enero.Gladys Serrano