Un brote de gripe aviar en una granja con 60.000 pollos de Nuevo León pone en alerta a México y EE UU
El primer caso de influenza H5N1 se identificó hace un par de semanas en un halcón, en el Estado de México, después se han dado otros contagios en aves de Baja California y Chiapas
La Secretaría de Agricultura ha confirmado que se ha detectado un brote de gripe aviar en una granja con 60.000 pollos en Montemorelos, Nuevo León. La dependencia no ha especificado cuántas de las aves están afectadas con el virus H5N1, identificado como Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP). La noticia ha puesto en alerta a Estados Unidos, que lleva varias semanas sufriendo los estragos de esta gripe, y a México, que detectó el 14 de octubre el primer caso en un halcón cerca de Metepec, en el Estado de México. Después le han seguido otros casos de aves silvestres afectadas en Tijuana, Baja California, y en una pequeña granja familiar en Juárez, Chiapas, que tenía 186 animales.
Un productor de Nuevo León dio primero la voz de alarma. De forma inmediata, técnicos de la comisión conjunta entre México y EE UU, que depende del Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria), se trasladaron hasta esta granja de Montemorelos, situada a unos 200 kilómetros de la frontera y a unos 80 de la capital, Monterrey, a hacer las pruebas. Las muestras salieron positivas. “Los técnicos instalaron la cuarentena correspondiente y se aplicaron las medidas sanitarias indicadas, por lo que se procederá a la despoblación, limpieza y desinfección, vacío sanitario y centinelización de la granja”, se lee en el comunicado de la Secretaría de Agricultura, que ha recalcado que “la presencia de la IAAP AH5N1 no representa ningún riesgo para el consumo de pollo y huevo”.
La hipótesis que manejan desde la secretaría apunta a que son las migraciones procedentes de Canadá y Estados Unidos las que están causando los brotes de H5N1 en aves silvestres de diversos puntos del país. El primer caso fue detectado en un halcón gerifalte que se alimentaba de aves silvestres de caza en la cuenca del río Lerma, en el Estado de México. El ave falleció a causa del virus. Por esa razón, el Gobierno ha reiterado a las granjas y productores que extremen las precauciones para evitar que pájaros silvestres entren en sus instalaciones. Además de otras medidas de bioseguridad como ducharse y cambiarse de ropa antes de entrar y al salir de las granjas.
El virus de la gripe aviar no es solo un riesgo zoonótico ni preocupa solo en las explotaciones avícolas, puesto que infecta a las aves, pero también puede saltar al ser humano y darse el contagio entre personas. En España ya se identificó en octubre el primer caso de gripe aviar en humano en un trabajador de una granja avícola. El contacto con los animales es la principal forma de transmisión y la enfermedad produce síntomas parecidos a los del resfriado común: tos, fiebre, dolor de garganta y de cabeza, dolores musculares y dificultad para respirar.
Los contagios entre granjas por esta cepa están alcanzando enormes dimensiones geográficas, solo en Europa hay casos en 37 países. La mortalidad de las aves infectadas alcanza alrededor del 60% y ocasiona fuertes estragos económicos en el sector. El asunto preocupa a los expertos, porque el virus no ha remitido durante el verano del hemisferio norte como se esperaba, y está obligando a sacrificar a miles de animales de granjas de Europa y EE UU. En México, en 2012, 22 millones de gallinas tuvieron que ser sacrificadas a causa de esta gripe.
Desde junio, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador instauró un dispositivo de emergencia de salud animal ante la proliferación de casos de influenza aviar en los países vecinos. En Estados Unidos fue muy representativo el caso de la granjera Taylor Blake. La joven, muy popular en redes sociales especialmente por el cuidado de un emu, llamado Emmanuel, anunció el 15 de octubre que el 99% de sus aves habían muerto a causa de la gripe aviar. La granjera lo achacaba a una bandada de unos 50 gansos egipcios que cada noche entraban en la granja.
“No mucha gente es consciente del increíble peligro que las aves salvajes suponen para las domesticadas”, escribía Blake en su cuenta de Twitter, donde tiene más de dos millones de seguidores. La joven explicaba que es imposible vacunar a las aves contra este tipo de virus porque al tener tantas mutaciones es muy difícil lograr una protección total. “Hemos perdido todos y cada uno de los pollos y los patos de nuestra granja. Hemos perdido todos nuestros gansos. Nuestra pareja de cisnes negros. Nuestros dos pavos. Más de 50 pájaros en tres días”, se lamentaba la granjera.
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