México recibe a 120 ministros de Cultura en la mayor cita de los últimos 40 años

Bajo un inmenso tapiz elaborado con 35.000 hojas de maíz ha comenzado este miércoles en Ciudad de México la cita cultural más importante de los últimos 40 años. La conferencia mundial de la Unesco sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, llamada en el gremio Mondiacult, ha reunido a 117 ministros de Cultura de todo el globo en el Auditorio Nacional de México. Desde Madagascar a Indonesia, la Unesco ha hecho un llamado a todos los representantes culturales para unirse y hacer frente a desafíos como el tráfico ilícito de cultura, el hundimiento de los trabajos de la industria tras la pandemia o el impacto de la crisis climática. Bajo el paraguas de la interculturalidad sobresale el mismo propósito de hace años: lograr el codiciado objetivo 18, modificar la agenda 2030 de desarrollo sostenible para que incluya, por fin, una meta relacionada específicamente con la cultura.

Han pasado cuatro décadas desde la última vez que se reunieron bajo un mismo techo la mayoría de los ministros de Cultura del mundo. En esta ocasión han fallado algunos de los representantes de los países caribeños por el impacto del huracán Ian. La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, ha calificado el encuentro de histórico y de una oportunidad para “movilizar a la comunidad internacional al servicio de la cultura”. “El G-20 o el Consejo de Seguridad de la ONU han abierto recientemente sus agendas a la cultura, pero no es suficiente”, ha dicho firme Azoulay, que ha señalado los llamados que se han hecho a estos organismos para apostar por la cultura y que han sido, hasta el momento, ignorados.

La reunión de estos tres días en Ciudad de México, que es la culminación de numerosas negociaciones multilaterales, terminará el viernes con una declaración conjunta de las delegaciones de 161 países. Esa declaración marcará la hoja de ruta mundial para proteger la cultura, fijará las prioridades comunes, reconocerá a la cultura como “bien público mundial” y establecerá los compromisos sobre los derechos culturales. Además está previsto que de ahí surgan también los primeros avances en la regulación de las plataformas digitales, que incluyen desde Netflix a las redes sociales. “Necesitamos un mejor reparto del valor de las plataformas digitales, que se han impuesto y frente a las las cuales necesitamos dar respuestas mundiales”, ha dicho Audrey Azoulay en la inauguración del evento.

México abandera un evento “antirracista y antisupremacista”

Elegido de forma unánime en 2019 como anfitrión, México ha dado la bienvenida a los 1.500 participantes del Mondiacult con un huapango y una interpretación dramática de Tengo un sueño. Las actuaciones han sido interpretados por la orquesta de la Escuela Carlos Chávez y los grupos de Cultura Comunitaria, un programa que incluye a 12.000 niños de las zonas más desfavorecidas del país.

Beatriz Gutiérrez Müller ha sido la encargada de inaugurar la cita en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador. La escritora ha centrado su discurso en la necesidad de construir una cultura sin racismo: “El racismo cultural reduce la creación y el arte a modelos clasistas y elitistas, que menoscaban a quienes creen inferiores”. Y ha añadido: “Ya no es más exclusivo de la cultura el arte de tocar el violín o una figura de mármol”.

Müller ha lanzado la primera piedra al reconocer la matanza racista cometida por México contra la comunidad yaqui hace 30 años, “el primer genocidio del siglo XX para vergüenza de los mexicanos”. Así la esposa del presidente ha llamado a los ministros de Cultura a “apostar por descolonizar la cultura supremacista y promover la horizontalidad”. En esa misma línea, la secretaria de Cultura mexicana, Alejandra Frausto, ha pedido detener la apropiación cultural: “Esas prácticas que han quebrantado la dignidad de sus pueblos y ahora le quitan el valor a sus creaciones. No lo posterguemos”.

Frausto, que ha sido elegida este miércoles como presidenta de la conferencia, ha recordado que la industria cultural representa el 3% del PIB mundial, sin contar las fiestas o artes populares no registrados. “Es sorprendente que en 2022 no contemos con un objetivo del desarrollo sostenible específico. A las instituciones les parecerá imposible abrir la agenda 2030, pero no podemos reducir la cultura a un porcentaje del presupuesto”, ha dicho la secretaria, que ha terminado su charla con el mensaje firme: “Obtengamos el Objetivo de Desarrollo Sostenible 18, el de la Cultura”.

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