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Los empresarios presionan al Gobierno para que facilite nuevas inversiones

El Consejo Coordinador Empresarial trabaja con Hacienda en un nuevo paquete de inversión mixta en infraestructuras

Francesco Manetto
AMLO y Carlos Salazar Lomelín
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con Carlos Salazar, el pasado enero.Andrea Murcia (Cuartoscuro)

Una de las constantes en el discurso de Andrés Manuel López Obrador es la de tener preparado un mensaje para cada audiencia. El presidente no ha dejado de dirigirse a sus votantes declinando esa declaración de intenciones que le aupó al poder, “primero los pobres”, pero al mismo tiempo entremezcla esos lemas con guiños a los empresarios y al gran capital. El Gobierno ha arrancado 2022 con un nuevo anuncio de colaboración con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la organización patronal mexicana, que presiona para que se facilite un incremento de las inversiones. Ni las fórmulas de participación mixta ni esos reclamos representan una novedad, pero la pandemia profundizó la urgencia de la recuperación económica. Y ello depende en buena medida de un incremento de las inversiones.

El mandatario se reunió el martes con el presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín, al igual que en los inicios de curso anteriores, para estudiar las posibilidades de cooperación entre sector privado y sector público. El organismo empresarial trabaja con la Secretaría de Hacienda en un plan de intervención conjunta en infraestructuras, uno de los grandes ejes de la llamada Cuarta Transformación. Tanto el Ejecutivo como el Consejo, cuestionado al respecto por EL PAÍS, se reservan por ahora el monto de la operación, que se anunciará oficialmente a finales de enero en el Palacio Nacional.

Mientras tanto, Salazar afina el paquete de inversión con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. Para los empresarios mexicanos las inversión en el país, alrededor del 20% del PIB, es insuficiente, sobre todo si se compara con los números de algunos competidores y gigantes como China. Según los datos publicados en diciembre por el Instituto de Estadística y Geografía (Inegi), la formación bruta de capital fijo -el índice que refleja el valor de activos producidos y adquiridos en un tiempo determinado- disminuyó dos puntos, del 19,3% al 17,3% del PIB, en 2020. A eso se suma que en el primer año de la pandemia de covid-19 se registró un desplome de la economía del 8,5% y las previsiones para 2021, con un crecimiento del 5,4% según el Banco de México, solo se entienden con la premisa de ese descalabro sin precedentes en casi un siglo, desde la Gran Recesión.

López Obrador, sin embargo, se ha instalado en el mantra del “México va bien” y asegura que no faltan inversiones. Este miércoles se ha referido a la reunión con el presidente del Consejo Coordinador Empresarial y se ha comprometido a “impulsar más el crecimiento con la participación del sector privado”. “También aproveché para agradecerle a Carlos Salazar y a todas las cámaras por su apoyo en el aumento al salario mínimo, porque eso ayuda mucho”, ha continuado antes de lanzar un mensaje a la oposición. “Les molesta a nuestros adversarios, que son corajudos, pero estaban esperando que iniciara el año con gasolinazos, por eso los inventos y las mentiras, gasolinazos, carestía, y no, no hay gasolinazos. Sí tenemos un problema que es mundial, y aquí lo vamos a resolver bien y pronto, que es un incremento en precios por inflación, pero controlado, y además aumento en el salario”.

En cualquier caso, al margen de la sintonía mostrada en la reunión, la patronal no ha dejado de oponerse a medidas promovidas por el presidente como la reforma eléctrica, que a falta de consenso se encuentra estancada en el Congreso. “Provocará un impacto irreparable en la economía de las familias mexicanas. El poder legislativo debe reflexionar sobre los efectos adversos de la iniciativa y actuar en beneficio de los mexicanos, así como de la lucha contra el cambio climático”, ha señalado el organismo hoy mismo a través de sus redes sociales.

El mandatario no está dispuesto a renunciar a ella pese a las críticas de sus oponentes y también de los países vecinos. Aparentemente, no le preocupa. Al contrario, insiste en las bondades del T-MEC, el paraguas comercial de Norteamérica. “Se debe de tener muy presente de que se mantiene una relación económica muy activa a través del tratado, esto es fundamental. Siguen llegando inversiones a México y se siguen creando empresas para el fortalecimiento de la integración económica de América del Norte. Tenemos garantizada la inversión”, ha recalcado. “Entonces, con esa inversión que está llegando se está reactivando la economía, pero además estamos apoyando mucho de abajo hacia arriba, no solo es lo que llega de arriba hacia abajo”, ha agregado en referencia a las remesas, que acaban de marcar un nuevo récord: 50.484 millones de dólares en 2021, más de 1.000 millones más que el año pasado.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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