Ricardo Anaya anuncia que abandona México tras ser requerido por la Fiscalía
El líder opositor comunica su salida del país para evitar ser encarcelado por lo que considera una venganza de López Obrador
“Me exilio para poder seguir luchando”. Con esta frase el líder opositor Ricardo Anaya anunció este lunes que abandonará México después de recibir un citatorio para acudir ante la Fiscalía a declarar por un presunto acto de corrupción en relación con la reforma energética. Anaya considera el movimiento de la Fiscalía una venganza del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para apartarlo de la carrera presidencial.
“El exilio es la única alternativa para poder seguir luchando porque dejarte encarcelar por un autócrata, muchas veces significa perder la batalla. Y que te quede bien claro Andrés Manuel, yo no me escondo ni huyo, doy la cara y me exilio con mucho dolor de mi país para poder seguir luchando”, dijo en un vídeo dirigido al mandatario que publicó en su cuenta de Twitter.
Según Anaya, no habían pasado ni 24 horas desde que López Obrador anunció que lo querían encarcelar cuando recibió un citatorio que incluía entre otras una declaración en el Reclusorio Norte, una prisión del país. “Una vez que estás en prisión pierdes tus derechos políticos y ya no podría ser candidato en 2024 y obviamente tampoco podría estar grabando videos en los que denuncio la ineptitud de su Gobierno”, dijo. “Los delitos que me imputan solo suman 30 años de prisión”, dijo e ironizó con las palabras del propio mandatario al decir que “menos mal que su fuerte no es la venganza”.
No queda claro si ese último video ha sido ya difundido desde el extranjero o en territorio nacional, ya que después de anunciar su exilio, si intentara salir en las próximas horas es probable que fuera detenido, ya que tiene cuentas pendientes con la justicia. López Obrador insinuó, sin embargo, que ya está cambiando de opinión y no saldrá del país.
Ricardo Anaya, excandidato presidencial del conservador Partido Acción Nacional (PAN) en 2018, es uno de los más férreos opositores al Gobierno de López Obrador y su salida del país supondría un descrédito tanto para la democracia mexicana como para el equilibrio de poderes. Desde hace un año, la Fiscalía General de la República (FGR) investiga un posible soborno a Anaya y a una decena de funcionarios públicos, acusados por el cabecilla de la rama mexicana del caso Odebrecht, el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, detenido y convertido en un testigo colaborador clave de la Administración.
Según Anaya, el citatorio recibido se trata de una estrategia para eliminarlo de cara a las próximas presidenciales. “López Obrador me quiere fregar a la mala, le estorbo para sus planes de sucesión en 2024, no quiere que yo sea candidato”, denunció. “Yo sé que me trae en la mira, hace un mes tenían todo listo para empezar el proceso en mi contra, de hecho lo publicaron. Si a mí me quiere fregar, por los dichos de un delincuente, que es un corrupto y mentiroso, y a sus hermanos no les hace nada, cuando ellos sí recibieron dinero”, dijo en referencia a los videos en los que se ve a los hermanos del mandatario recibiendo abultados sobres con billetes.
Por su parte, López Obrador respondió a Anaya en la mañanera de este lunes que no tiene “absolutamente nada que ver” con la acusación. “Que no sea marrullero. Se le hace fácil decir ‘me persiguen, me persiguen’; nosotros no somos represores, no odiamos, no somos como ellos (...) es una maniobra politiquera el querer salir así”, respondió. Dos días antes el presidente de México le aconsejó que “si la Fiscalía y el Poder Judicial lo acusan de corrupción y es inocente, que no se ampare ni huya; que se defienda con pruebas y con la fuerza de la verdad”.
Anaya está siendo investigado por haber recibido un maletín con fajos de billetes. La acusación llegó de manera oficial por el exmiembro del extinto Estado Mayor Presidencial y encargado de la seguridad de Lozoya, Norberto Gallardo Vargas. En su declaración ministerial aseguró que en agosto de 2014 entregó a Anaya una “bolsa deportiva” con casi siete millones de pesos a su “enlace” Osiris Hernández en el estacionamiento de la Cámara de Diputados, según la carpeta de investigación publicada en la prensa en junio.
La investigación contra Anaya forma parte de una presunta red criminal más amplia que alcanza incluso al expresidente Enrique Peña Nieto y al exsecretario de Hacienda Luis Videgaray, señalados de recibir entre abril de 2013 y agosto de 2014 casi 100 millones de pesos en sobornos a legisladores, entre ellos el entonces diputado Ricardo Anaya, para aprobar una de las leyes estrella de su Gobierno: la reforma energética. Esta asociación permitió presuntamente a Peña Nieto y a Videgaray entregar a los legisladores los sobornos pagados por Odebrecht. Entregas efectuadas siempre en efectivo, en fajos de billetes de 500 y 200 pesos, a través de intermediarios en 15 entregas distintas, según la Fiscalía.
Las pruebas con las que cuenta la Fiscalía para llamar a declarar a Anaya son tres declaraciones del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, y de cuatro personas más que participaron o conocieron de las entregas del dinero a los legisladores, así como las declaraciones de exdirectivos de Odebrecht, los recibos de pagos y transferencias y un vídeo.
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