EE UU incluye a un nuevo capo mexicano en la lista de los 10 fugitivos más buscados
El FBI ofrece una recompensa de un millón de dólares para atrapar a José Rodolfo Villarreal Hernández, jefe de plaza del cartel de los Beltrán Leyva y acusado de asesinato
Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta un millón de dólares para capturar a José Rodolfo Villarreal Hernández El Gato. El nombre de Villarreal Hernández, jefe de plaza del cartel de los hermanos Beltrán Leyva en Monterrey, en el norte de México, ha sido el último en sumarse este martes a la lista de los 10 fugitivos más buscados por el FBI. Las autoridades estadounidenses quieren llevar a juicio al capo por ordenar el asesinato en mayo de 2013 del abogado de Osiel Cárdenas, quien fuera líder y fundador de esa organización criminal hasta su captura en 2003.
Villarreal Hernández es descrito como un criminal de alto perfil, que se encarga del tráfico de cocaína y marihuana a Estados Unidos y que ordena crímenes intimidatorios para mantener la influencia de su grupo criminal. El cartel de los hermanos Beltrán Leyva se separó en 2008 del cartel de Sinaloa, de Joaquín El Chapo Guzmán, y ha perdido reflectores ante el avance de otras organizaciones y el arresto o asesinato de sus líderes originales, pero aún tiene presencia en los Estados mexicanos de Guerrero, Morelos, Nayarit y Sinaloa bajo diversos nombres y escisiones, según el último informe de la DEA. Criminales como Osiel Cárdenas fueron cruciales a finales de los noventa en la aparición y auge de Los Zetas, originalmente un grupo de exmilitares de élite que fueron cooptados y reclutados como sicarios hasta que formaron su propio cartel en el noreste de México. Cárdenas fue extraditado a Estados Unidos en 2005 y sentenciado en 2010 a 25 años de cárcel y una multa de 50 millones de dólares.
El crimen por el que se busca a El Gato se produjo en un estacionamiento de Southlake (Texas), a las afueras de Dallas. El abogado y su esposa estaban subiendo sus compras en el coche, cuando una camioneta se acercó y un sicario disparó múltiples veces contra la víctima, quien murió en un hospital horas más tarde, se lee en un comunicado del FBI. “Villarreal Hernández está acusado de orquestar este brutal asesinato que tuvo lugar a plena luz del día y en un concurrido centro comercial”, declara uno de los agentes estadounidenses. “El tirador y sus cómplices no mostraron compasión por la víctima, su esposa y los transeúntes inocentes que atestiguaron el homicidio”, se agrega.
El hermano de El Gato, José Ramón Villarreal Hernández El Mon, fue extraditado en marzo pasado a Estados Unidos, en investigaciones ligadas al mismo crimen. El Mon intento eludir la extradición con un amparo que fue rechazado en febrero y fue entregado a agentes estadounidenses en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. Las autoridades estadounidenses creen que El Gato puede estar escondiéndose en la capital mexicana y en Monterrey.
Otras tres personas involucradas fueron arrestadas en 2014 y sentenciadas dos años más tarde. Los testimonios prestados durante el juicio en una corte de Texas ponen a los hermanos Villarreal Hernández como los autores intelectuales del asesinato y los encargados de pagar a los sicarios. También se reveló que uno de los posibles móviles del crimen fue que el abogado asesinado había recibido el encargo de Cárdenas de entregar 50 millones de dólares, en propiedades y efectivo, como parte de un acuerdo de colaboración con las autoridades estadounidenses para reducir su sentencia. Otro motivo, de acuerdo con la Fiscalía, es que los hermanos ordenaron el asesinato para vengar la muerte de su padre. Los cargos contra El Gato son conspiración para cometer un asesinato por encargo y el acecho de su víctima en varios estados de EE UU.
En la lista de los 10 más buscados está también el narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero y dos fugitivos mexicoamericanos, Alejandro Rosales Castillo y Arnoldo Jiménez. Caro Quintero, uno de los narcotraficantes más famosos de Sinaloa, había sido sentenciado en México a casi 199 años de prisión en 1989 por el asesinato de Enrique Kiki Camarena, agente de la DEA, y otros crímenes, pero en 2013 ganó un amparo y fue puesto en libertad. EE UU ofrece 20 millones por su captura.
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