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¿Cómo van las encuestas en EE UU?

Trump avanza por quinta semana. El resumen es sutil: Trump tiene la tendencia, y es ligeramente favorito, pero la presidencia sigue en el aire. Nuestra predicción le da un 56% de opciones de ganar, frente al 44% de Harris

Donald Trump ha mejorado sus números por quinta semana consecutiva. Sube en los mercados de apuestas, en las encuestas nacionales y en los Estados clave. Según nuestro promedio de predicciones, el republicano tiene un 56% de probabilidad de volver a la Casa Blanca, frente al 44% de Kamala Harris.

La siguiente tabla muestra las siete predicciones que seguimos en estas notas semanales. Se mantiene la brecha que mostré hace una semana: de un lado, los pronosticadores de Metaculus y los modelos basados en encuestas, que colocan a Trump con solo una ligera ventaja —no le dan ni 11 de 20 opciones, casi un empate—. Sin embargo, el republicano sí es favorito en los mercados de predicción: en Polymarket lo ven ganador con un 65% de opciones, el doble que Harris.

(Nota: lo he repetido a menudo: la tabla anterior representa probabilidades, no porcentajes de voto.)

Hay dos mensajes esenciales que extraer de estos datos. Por un lado, nos dicen que las elecciones siguen abiertas e igualadas: ninguna de estas predicciones se traduce en un favoritismo firme. Polymarket, que es la mejor para Trump, todavía le da a Harris una de cada tres victorias. Al mismo tiempo, la tendencia es clara: los números que han mejorado son los del republicano.

Esa tendencia la vemos en múltiples fuentes.

Primera señal: Trump sube en los mercados de predicción. En Polymarket, la inyección de millones del usuario Fredi9999, de quien os hablé hace una semana, no ha sido contrarrestada. El mercado ha validado esa apuesta, al menos parcialmente. Además, parece confirmarse que es una persona. Es lo que le ha dicho la empresa a The New York Times: se trataría de un trader francés con “mucha experiencia en mercados y servicios financieros”. El avance de Trump se ve también en Metaculus, una comunidad de pronosticadores entusiastas, pero que no apuestan dinero. Allí las opciones de Trump se estiman en un 53%, en ascenso desde hace dos semanas.

Segunda señal: Trump ha recortado distancias en las encuestas nacionales. Hace tres semanas, Harris tenía una ventaja de tres puntos en voto popular, imponiéndose 50% a 47% en porcentaje de voto estimado. ¿Ahora? La demócrata solo tiene un punto de ventaja. Y recordad que para ganar la presidencia, lo previsible es que Harris tenga que imponerse por un par de puntos.

Con este retroceso en las encuestas, ¿por qué Harris mantiene entre un 35% y un 45% de opciones de ganar la presidencia? Se explica en los Estados clave. Trump también ha avanzado en esos territorios, pero no lo suficiente.

La situación en los Estados clave

Como ya explicamos, la elección depende en realidad del resultado en cada Estado. Para ganar en noviembre, los candidatos necesitan 270 delegados, o votos electorales, sumando los que reparte cada lugar, que van todos al candidato ganador de la circunscripción. Ahora mismo, Harris tiene 226 votos electorales probables o seguros, que son casi los mismos que Trump, que tiene 219. Los 93 restantes corresponden a los llamados Estados clave.

Trump ha mejorado en todos estos Estados bisagra. Ha ensanchado su ventaja donde ya la tenía —Arizona, Georgia y Carolina del Norte—, la ha recortado donde lideraba Harris —Míchigan, Wisconsin y Nevada—, y amenaza con girar Pensilvania, que podría ser el Estado decisivo. Allí la situación es de empate: los sondeos le dan unas décimas a Harris, que no es nada.

Eso me lleva a lanzar una advertencia final: estamos mirando con lupa cambios y tendencias que son reales pero pequeños. Ser el líder en Pensilvania es una cuestión matemática que depende de dos décimas en intención de voto, la diferencia entre un 48% y un 48,2%. El error normal de las encuestas es 10 veces mayor. El resultado final podría ser diferente del empate.

Para ilustrarlo he preparado una última tabla. Muestra una serie de escenarios y su probabilidad, estimada por Nate Silver con su fantástico modelo de predicción. En agregado, Silver le da un 53% de opciones a Trump y un 47% a Harris. Pero he clasificado sus 40.000 simulaciones en siete resultados, en función de cuántos Estados clave ganen Harris y Trump. Pues bien: ¿sabéis qué escenario es más probable? Ni el empate ni el escenario del mapa. Los escenarios más probables son los extremos: que Trump gane los siete Estados clave (ocurre el 24% de las veces) o que los gane todos Harris (15%).

La clave está en ver que los Estados están conectados. Se correlacionan. Si resulta que las encuestas subestiman (o sobrestiman) a Trump en estas elecciones, lo normal es que lo hagan en todo el país. Por eso es fácil que todos los territorios bisagra acaben de rojo o de azul.

Es contraintuitivo. Cuando digo que las elecciones están igualadas, no quiero decir que el resultado lo estará necesariamente. En realidad, es poco probable que los siete Estados clave se repartan cuatro para un candidato y tres para el otro. Apenas pasa un 20% de las veces. ¡Las encuestas son imprecisas! No nos están diciendo rotundamente que Trump y Harris casi que empatarán en votos electorales, sino que no pueden ver al ganador. En su margen de error hay espacio para resultados muy distintos: puede ganar Harris por la mínima, quizás gracias a Pensilvania, o puede hacerlo Trump, pero es incluso más fácil que uno de los dos sorprenda y se lleve seis o siete de los Estados decisivos.

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