Al menos 14 muertos y 25 heridos en un tiroteo en el centro de Praga
La policía confirma que el atacante está muerto y actuó solo, sin vínculos con el terrorismo
Un tiroteo de gran envergadura sacudió el jueves a la capital de la República Checa. Al menos 14 personas han muerto y 25 resultaron heridas, 10 de ellas muy graves, después de que un joven irrumpiese armado en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Carolina, situada en la plaza de Jan Palach, en pleno centro de Praga. La policía ha informado de que el autor del ataque es un estudiante de la facultad y que su padre apareció muerto en su localidad, en la región de Bohemia Central. El Gobierno checo descarta cualquier conexión con el “terrorismo internacional”.
“En este momento parece que fue el acto de un pistolero solitario que ya ha fallecido. Por tanto, no se trata de un acto de terrorismo internacional ni de un grupo organizado. Las fuerzas de seguridad han asegurado que tienen la situación totalmente bajo control y no hay más peligro para los ciudadanos de la República Checa”, ha declarado en una comparecencia el primer ministro, el conservador Petr Fiala.
Todavía no han trascendido detalles sobre las víctimas. Las autoridades han apuntado que avisarán a las embajadas competentes si hay personas de otras nacionalidades entre los muertos y heridos. En una reunión extraordinaria celebrada la noche del jueves, el Gobierno declaró el 23 de diciembre como jornada de luto oficial.
La policía ha asegurado que no hay indicios de que el atacante tuviera cómplices. Las primeras informaciones apuntan a que el hombre se suicidó, aunque la policía también le disparó después. Tras desalojar la facultad y trasladar a los heridos a los hospitales, el equipo de especialistas en desactivación de explosivos de la policía peinó la zona ante la posibilidad de que el atacante hubiera colocado también una bomba. Los agentes han encontrado un gran arsenal de armas y municiones en el edificio de la facultad. También han acudido a hacer registros en el aeropuerto de Praga Václav Havel, donde trabajaba el padre.
Las autoridades no han confirmado la identidad del autor del ataque, pero trabajan con la hipótesis de que es una persona que estaba en búsqueda por una muerte en Hostoun, cerca de la ciudad de Kladno. Los medios checos le identifican como David K., de 24 años y poseedor de varias armas. La policía de la región de Bohemia Central había informado de que buscaba a un joven nacido en 1999 en relación con la muerte violenta de un hombre, que ha resultado ser el padre del autor del ataque de Praga. Su cadáver fue encontrado en su domicilio antes del tiroteo que ha conmocionado al país.
Según el portal de noticias checo Idnes.cz, el asaltante había escrito en redes sociales que planeaba un ataque, inspirado por un suceso similar ocurrido en Rusia. David K. estudiaba en el Instituto de Historia Mundial de la facultad y ganó un premio del Instituto Polaco en Praga por su tesina sobre Polonia desde 2018. El mismo medio le atribuye problemas psicológicos.
El número de víctimas convierte el tiroteo en uno de los más violentos que se recuerdan recientemente en la Unión Europea y el más trágico de la historia reciente de la República Checa, según los medios locales. En el país no son habituales los ataques armados, pero en 2015, ocho personas murieron en Uherské Brod, y en 2019, un tiroteo en un hospital de Ostrava dejó seis víctimas.
El suceso genera preguntas sobre el uso de armas en la República Checa, que tiene la legislación más laxa sobre esta materia en la UE. En julio de 2021, a petición de cazadores y dueños de armas, el país reformó la Constitución para introducir el derecho a portar armas de fuego y usarlas en defensa propia. Para obtener la licencia, los ciudadanos deben hacer un examen escrito y práctico, además de un test psicotécnico, con pruebas de aptitud mental. Una vez obtenida un arma, el propietario está obligado a guardarla de forma segura.
“Siempre hemos pensado que esto era algo que no iba con nosotros. Ahora resulta que, por desgracia, nuestro mundo también está cambiando y el problema del asaltante armado también está surgiendo aquí”, declaró el alcalde de Praga, Bohuslav Svoboda, a la televisión checa.
Según el relato del jefe de la policía, Martin Vondrásek, recibieron información a las 12.20 de que un hombre de 24 años se dirigía desde Hostoun a Praga con la intención de quitarse la vida. A las 12.45, confirmaron que el padre del asaltante había aparecido muerto en el mismo pueblo. La policía identificó rápidamente al sospechoso y supo que estudiaba en la capital. Se suponía que tenía clase a las 14.00 en otra sede de la facultad, en la calle Celetná, y allí se personaron varias patrullas.
A las 14.59 llegaron los primeros avisos desde la plaza de Jan Palach, y la policía tardó pocos minutos en llegar. “A las 15.20 nos confirmaron que el cuerpo sin vida del atacante yacía en la acera junto al edificio de la facultad”, explicó Vondrásek. “Ha sido un acto terrorífico que empezó en Kladno y desafortunadamente ha terminado aquí”, añadió. El jefe de policía ha afirmado que trabajan con la hipótesis de que el atacante sea también el autor del asesinato de un hombre y un bebé la semana pasada en el bosque de Klánovice, en el distrito de Praga.
En el centro de Praga, la policía acordonó la zona donde trabajaban los equipos de emergencia y la policía investigaba la escena del crimen. También cortó el acceso al famoso puente de Carlos, donde imágenes compartidas en redes sociales muestran a personas huyendo a la carrera. Alena, una guía turística que prefiere no dar su apellido y que se encontraba trabajando con un grupo de cuatro personas por la zona, relata por teléfono la confusión que se vivió poco después del tiroteo, cuando los agentes impedían el paso a una de las zonas más turísticas de una de las capitales europeas más visitadas. Las autoridades también desviaron las rutas de los autobuses y tranvías y cerraron la estación de metro más cercana a la facultad.
Alena, que estudió Filología Hispana en ese centro, reconocía sentirse “en shock”. “Conozco la facultad, y a los profesores”, detallaba, y se preguntaba si alguno de ellos estaba en el edificio durante el asalto. “Además, tengo un amigo allí y no me responde”, añadía nerviosa, ya de camino a su casa.
Los testigos y estudiantes que se encontraban en la facultad, quienes están recibiendo ayuda psicológica si la necesitan, relatan escenas de terror. Algunas imágenes muestran a estudiantes evacuados en fila con los brazos en alto, y otros resguardados en una cornisa. Los responsables enviaron mensajes al personal para que se encerrasen en las aulas y no se movieran. “No vayan a ninguna parte, si están en las oficinas, ciérrenlas y coloquen muebles delante de la puerta, apaguen las luces”, decía el correo electrónico.
Un estudiante de Ciencias Políticas relató a la agencia de noticias checa CTK que fue a la facultad para aprovechar el último día en que la biblioteca iba a estar abierta antes de las vacaciones. Bartolomej Mrázek detalló que un policía armado llamó a los estudiantes desde el exterior a través de una ventana de la planta baja y les pidió que se escondieran inmediatamente. El personal de la biblioteca reunió a medio centenar de estudiantes en una sala de informática sin ventanas, donde esperaron noticias de la policía.
La dirección de la Universidad Carolina ha instado a endurecer de manera inmediata las medidas de seguridad en los edificios universitarios, según ha informado en su página web.
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