Más de 200 palestinos heridos en choques con la policía israelí en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén
La ola de protestas en el mes de ramadán se transforma en un estallido con escasos precedentes en medio siglo de ocupación
Al menos 205 palestinos y 17 policías israelíes han resultado heridos en la noche del viernes en choques con la policía en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, tercer lugar sagrado del islam, según informó la Media Luna Roja palestina, que montó un hospital de campaña en la explanada del recinto. La protesta se intensificó en medio de las movilizaciones contra el desalojo de las casas de familias palestinas por colonos judíos. Tras la oración del anochecer, cuando cientos de asistentes arrojaron piedras y otros objetos a las fuerzas de seguridad israelíes, que irrumpieron en el santuario religioso a pesar de que cuenta con un estatuto especial bajo la custodia de una fundación dependiente del rey de Jordania. El barrio musulmán de la Ciudad Vieja quedó acordonado, y las fuerzas israelíes cerraron el paso a través de la emblemática Puerta de Damasco.
Decenas de miles de palestinos habían permanecido poco antes en pie en la explanada de la mezquita de Al Aqsa tras concluir el rezo en el último viernes de ramadán, en una movilización nacionalista con escasos precedentes en Jerusalén. Mientras Israel se dispone a celebrar el lunes ―de acuerdo con el calendario judío― el 54º aniversario de la captura por sus tropas en la parte oriental de la Ciudad Santa, la ola de manifestaciones y marchas palestinas que han jalonado el mes sagrado musulmán ha reavivado la reivindicación de la presencia palestina en la Ciudad Santa frente a las restricciones de movilidad y residencia impuestas por las autoridades israelíes.
#Watch| Worshipers trying to prevent an Israeli raid. Israeli forces use stun bombs against worshipers inside the holy mosque. #AlAqsa #Jerusalem #Ramadan #Palestine pic.twitter.com/amcfbHMdxD
— Quds News Network (@QudsNen) May 7, 2021
“Nuestro pueblo permanecerá firme y con paciencia en su hogar, en su tierra”, proclamó en el sermón de la oración de mediodía el jeque Taysir Abu Sunainah, citado por Reuters. Tras la prédica, ondearon banderas palestinas y se escuchó el cántico nacionalista Con nuestra sangre te redimiremos, Al Aqsa.
Más de un centenar de palestinos habían resultado heridos el 23 de abril en anteriores enfrentamientos con la policía durante Ramadán ante la Puerta de Damasco de Jerusalén. En medio de una oleada de incidentes sucesivos, esa noche protestaban contra una marcha de cientos de ultraderechistas israelíes que se habían aproximado hasta el principal acceso al barrio musulmán de la Ciudad Vieja al grito de “¡muerte a los árabes!”.
La movilización de los jóvenes de Jerusalén Este consiguió poco después que las fuerzas de seguridad retiraran las barreras que habían colocado en la plaza de la Puerta de Damasco, su tradicional punto de reunión en las noches de Ramadán. Pero su reivindicación no terminó con la celebración del repliegue policial, sino que se trasladó al cercano distrito de Sheij Yarrah, mayoritariamente palestino y sede de consulados que, como el de España, mantienen su presencia en el lado oriental de la Línea Verde que dividió la ciudad hasta la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Después de una batalla legal que se prolonga durante los últimos 15 años, este lunes está previsto que el Tribunal Supremo de Israel se pronuncie definitivamente sobre el desahucio de varias familias palestinas que habitan en esa zona desde mediados del siglo XX. Hasta 70 familias pueden ser desalojadas de sus casas en una serie de procesos emprendidos por asociaciones judías que esgrimen títulos de propiedad anteriores al nacimiento del Estado de Israel, en 1948.
En la última semana se han sucedido a diario las protestas en Sheij Yarrah contra los desalojos. El viernes se produjo una nueva concentración en la que se registraron incidentes violentos. En la noche del jueves fueron detenidos 15 palestinos que habían arrojado piedras y muebles a la policía y que se encararon también con colonos israelíes. Algunos de ellos dispararon al aire con sus pistolas en el asentamiento de Simon Hatzadik, un enclave judío en el corazón palestino de Jerusalén Este. El diputado ultraderechista y xenófobo Itamar Ben Gvir se trasladó al lugar de las protestas con algunos de sus partidarios para instalar una “oficina parlamentaria” en una tienda de campaña.
En una declaración conjunta, los Ministerios de Asuntos Exteriores de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España ya habían reclamado a Israel que paralizase los desahucios de palestinos de Sheij Yarrah, así como la construcción de centenares de viviendas en asentamientos en la ciudad.
Naciones Unidas también ha alertado a Israel de que se expone a “violar la legislación internacional” si los palestinos son expulsados de sus viviendas, según declaró un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. El Ministerio de Exteriores israelí considera que se trata de “una simple disputa legal inmobiliaria, que una de las partes pretende hacer pasar como una cuestión nacionalista para incitar a la violencia en Jerusalén”.
Cerca de 40 cohetes en dirección a territorio israelí se dispararon desde la franja de Gaza, mientras los jóvenes palestinos se movilizaban hace tres semanas en la Puerta de Damasco. En sendos inusuales comunicados, los jefes de los brazos militares de Hamás y de la Yihad Islámica han anunciado que responderán con sus proyectiles si los palestinos de Jerusalén Este siguen siendo expulsados de sus casas.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha hecho responsable a Israel de las consecuencias de los “peligrosos ataques en la Ciudad Santa”, según un mensaje a través de Twitter, y ha llamado al Consejo de Seguridad de la ONU a que se reúna con urgencia para examinar la situación en Jerusalén.
Al masivo despliegue de la policía de fronteras (cuerpo militarizado) en Jerusalén se ha sumado el refuerzo del Ejército en Cisjordania, después de dos atentados con armas de fuego cometidos por palestinos en apenas una semana. A consecuencia del primer ataque murió el pasado domingo un israelí de 19 años y otros dos jóvenes resultaron heridos. En el segundo, registrado el viernes, fueron abatidos a tiros por las tropas dos atacantes armados y un tercero quedó malherido
Concentraciones de signo contrario
En Jerusalén están a punto de coincidir en el recinto histórico amurallado grandes concentraciones masivas de signo contrario. Al atardecer de este sábado se inicia la Noche del Destino, en la que está previsto que miles de fieles acudan a orar a Al Aqsa en la recta final del Ramadán. Y al anochecer siguiente deben comenzar los actos el Día de Jerusalén, en el que miles de colonos de los asentamientos y militantes de grupos radicales suelen marchar coreando lemas nacionalistas israelíes a través de barrios palestinos de la Ciudad Vieja.
Una semana más tarde se conmemora la Nakba (desastre) como hito del retroceso territorial palestino. Cuando se cumplen 71 años de la expulsión de sus hogares de cientos de miles de palestinos a consecuencia del nacimiento de Israel, la amenaza de desahucio que pesa sobre vecinos de Sheij Yarrah reabre un pasado de desposesión en la memoria colectiva. Las familias afectadas por los desalojos llegaron a ese barrio de Jerusalén después de haber tenido que abandonar sus casas y propiedades en un territorio que hoy es Israel.
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