El Movimiento 5 Estrellas resucita a Renzi
El posible pacto entre el PD y los grillinos tiene que contar con la aprobación del sector que todavía controla el ex secretario general de la formación
No estaba muerto, solo jugando al tenis con sus amigos en Florencia. De este modo, y poniéndose de perfil durante 50 días, Matteo Renzi, gran derrotado en las elecciones del 4 de marzo y líder de facto todavía del Partido Democrático (PD), recupera cierto vigor y empieza a jugar sus cartas para intentar decidir parte del futuro del país que presidió durante tres años. Después de las negociaciones frustradas entre el centroderecha y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), el PD deberá pronunciarse este jueves sobre si da el apoyo necesario a los grillinos para formar un Gobierno. La puerta la abrió el líder provisional del PD, el actual ministro de Agricultura, Maurizio Martina, al aceptar entablar negociaciones. Una idea que aprueba medio partido y desea el propio presidente de la República, Sergio Mattarella. Pero si Renzi no da su beneplácito, jamás llegará.
Y no hay más opciones. Luigi Di Maio ya ha asegurado que ha concluido su negociación con La Liga. El M5S pactará con el PD o forzará elecciones, señala. Pero el ex premier controla todavía a la mayoría de parlamentarios, elegidos cuidadosamente cuando era secretario general. Y el porcentaje de fidelidad sigue siendo alto. En su entorno aseguran que se lo está pensando, pero que no le gusta la idea. Lleva la espina clavada de tantos reproches y del boicot del M5S al referéndum constitucional del 4 de diciembre de 2016. “Él estaba convencido del no”, señalan fuentes de su entorno a este periódico. “Y ayer [por el martes] vio como la gente en Florencia le paraba por la calle y le pedía que se mantuviese firme en esa idea. Se reafirmó en lo que pensaba. Pero es difícil saber cómo acabará. El tiempo pasa y el presidente de la República aprieta. Lo que está claro es que él no hubiera actuado como [Maurizio] Martina, que es mucho más posibilista. Matteo hubiera esperado más. Esa fuga hacia delante nos dejó a todos perplejos”, insisten. Muchos de sus fieles, como Michele Anzaldi, Anna Ascani o Anna Rita ya han asegurado que votarían en contra si esta opción se plantease en asamblea.
La realidad es que nadie acierta con una previsión clara y todo forma parte de otra calculada jugada para sacar el máximo rendimiento a un posible pacto. Uno de los nuevos parlamentarios, elegido por el propio Renzi para ocupar un escaño en el Senado, tampoco ve muchas posibilidades de que el antiguo líder acepte el trato. “Es muy improbable que cambie ahora su manera de verlo, pero todo vuelve a estar más abierto que hace unos días”.
De momento, Renzi quiere recuperar el mando de la negociación, aunque sea desde fuera, y vender muy cara su piel. “A Matteo le molesta que Martina haya aceptado negociar tan rápidamente sin subir el precio de un posible acuerdo”, matiza otro diputado cercano. Ante esta perspectiva, es casi imposible que Fico pueda dar una respuesta definitiva este jueves a Mattarella. Todo apunta a que pedirá más tiempo para que el PD pueda cocinar internamente un pacto de lo más estrambótico, al menos desde el punto de vista programático.
El M5S prometió abolir la reforma laboral emprendida por el PD, un proyecto estrella al que no van a renunciar; los grillinos han jugado a la ambigüedad con la salida del euro, mientras el partido de Renzi es absolutamente europeísta; Di Maio sigue sosteniendo en el proyecto una renta básica de ciudadanía (en realidad no es tal), pero chocaría con el subsidio puesto en marcha por el PD. Pero, sobre todo, el M5S ha centrado todas sus críticas sobre la gestión de la banca y el pasteleo con el establishment de los últimos cinco años en la figura de Matteo Renzi. Y eso, ahora que el toscano vuelve a tener algo que decir, será más complicado de enderezar.
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