Demasiado alto para jugar al baloncesto en Corea del Sur
La liga prohíbe a los equipos tener más de dos jugadores extranjeros en la plantilla y que estos superen los dos metros de altura
La liga surcoreana de baloncesto (KBL, por sus siglas en inglés) quiere mejorar las audiencias y para eso se va a adaptar al tipo de juego que domina actualmente en la NBA estadounidense, la competición más importante de este deporte. Para conseguirlo la liga ha anunciado que modificará el cupo de extranjeros para la próxima temporada, que arranca en octubre: solamente permitirá la inscripción de dos jugadores que no sean surcoreanos y ninguno de ellos podrá superar los dos metros de altura. La medida ha provocado algo hasta ahora impensable en el baloncesto, que los jugadores intenten hacerse más bajos.
La norma recientemente anunciada pretende que los equipos locales se adapten a un baloncesto más veloz y con marcadores más elevados. Los dirigentes de la KBL confían en que con su aplicación, la liga conseguirá reclutar jugadores más rápidos y con más talento, según explicó uno de los dirigentes de la liga a la agencia de noticias Yonhap. "Hemos establecido el límite en los 200 centímetros porque según nuestro análisis, los mejores jugadores extranjeros que han pasado por la KBL rondaban esa altura", explicó a la agencia Lee Sung-han, el secretario general de la KBL. "Pensamos que esta restricción va a revivir la popularidad del baloncesto en el país", sentenció.
La norma ha afectado a muchos de los jugadores foráneos de la competición, entre ellos al pívot estadounidense David Simon, de 35 años, que lidera la clasificación de anotadores y tapones de la KBL, con 25,7 puntos y 2,1 bloqueos por noche. Simon, que según su ficha mide 203 centímetros, es uno de los jugadores a los que su equipo, el Anyang KGC, pidió que portara ropa pesada para no superar el límite de altura en la revisión llevada a cabo por la KBL. No lo consiguió. La nueva medición le dejó en 202,1 centímetros. "Cuando juegas al baloncesto siempre quieres ser más alto, así que cuando llegué a la liga intenté ser tan alto como podía", afirmó Simon en una entrevista en la cadena ESPN. "Esta vez solamente pretendía demostrar que no superaba el límite", sentenció el jugador. En otra entrevista en la BBC, Simon explicó que la decisión aprobada por la liga "apesta".
La estrategia sí ha funcionado para otros, como el también estadounidense Charles Rhodes, de 32 años, que de los 200,1 centímetros pasó a los 199,2 y podrá seguir jugando en la KBL la próxima temporada. "Ha sido estresante, pero ahora me siento muy bien", explicó Rhodes a la agencia Yonhap tras superar la prueba. "Ha sido por mucho, la medición en la que he estado más nervioso en toda mi carrera", afirmó aliviado.
El cambio normativo ha levantado ampollas entre muchos de los aficionados del campeonato que no entienden que se haya expulsado a una de las estrellas de la KBL. Según publicó Yonhap, un grupo de seguidores ha abierto una petición en Internet para pedir que se revierte la medida, calificada como "una vergüenza internacional". Los aficionados que han iniciado la recogida de firmas consideran que la norma es ridícula y no se explican que un jugador como Simon tenga que retirarse a consecuencia de su aplicación.
Desde que la liga de baloncesto surcoreana se fundó en 1997, siempre se ha aplicado una restricción de altura, salvo los siete años entre 2007 y 2015. Los 200 centímetros de máxima que regirán desde la próxima temporada son, sin embargo, la medida más baja establecida hasta ahora. Anteriormente el tope estaba en 203,2 centímetros. En las dos últimas temporadas, la liga permitió que solo uno de los dos jugadores extranjeros midiese 193 centímetros o menos, lo que permitía a los equipos firmar jugadores altos. Estas restricciones, sin embargo, no afectan a los jugadores nacionales. Así el pívot Ha Seung-jin, el primer surcoreano que jugó en la NBA, y sus 223 centímetros no tendrán problema para continuar jugando en la liga.
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