El PRI define las reglas para elegir el candidato presidencial entre dudas sobre su neutralidad
La dirigencia del partido acuerda una convención de delegados como método a pesar de que algunos creen que la decisión está tomada
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, se reunió el martes en Los Pinos con 70 periodistas y líderes de opinión. El propósito de la reunión era hablar de la reconstrucción tras los terremotos de septiembre. Sin embargo, el tema se agotó rápidamente en la larga sesión y se decantó hacia una de las obsesiones de los aficionados a la política en México. ¿Cómo elegirá el presidente a su sucesor? Los reporteros presentes lo intentaron todo para conocer algún detalle de aquel que defenderá el legado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las elecciones de julio de 2018. Peña Nieto no dio un solo detalle. Se limitó a decir que su partido “tiene su propia liturgia” al seleccionar al ungido.
Finalmente, el PRI ha decidido este viernes en su Consejo Político Nacional determinar los métodos de selección de sus candidatos a diputados federales, senadores y para la presidencia de México. Como propuso el líder del partido, Enrique Ochoa Reza, se hará a través de una convención de delegados. La organización nominará al mismo número de mujeres y hombres para respetar la paridad de género y que una de cada tres candidaturas serán para jóvenes. En julio de 2018 se celebrará la elección más grande de la historia de México. 88 millones de mexicanos estarán llamados a votar a más de 3.400 funcionarios públicos.
La convención de delegados es una de las formas de elección de candidatos que están en los estatutos del PRI. En su XXII Asamblea, celebrada en agosto, el partido cerró la puerta a que el candidato fuera elegido a través de una consulta abierta a los militantes. “El método de convención de delegados es un método desprestigiado porque se asume que los delegados traen línea”, explica Adolfo Murat, exdiputado federal 2003-2006 y sobrino del polémico exgobernador de Oaxaca, José Murat. El miembro del PRI es parte de las voces críticas con la dirigencia desde la organización de la Asamblea. “Históricamente, achicar el grupo de decisión lleva a la tentación de guiar el proceso de manera antidemocrática… La convención tiene el prestigio de ser una simulación”, asegura.
El próximo candidato del PRI saldrá, si el presidente no tiene un as bajo la manga, de un compacto grupo de colaboradores del Gabinete. Entre ellos están el secretario de Educación, Aurelio Nuño; el de Salud, José Narro; el de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong. En las últimas semanas, sin embargo, es el ministro de Hacienda, José Antonio Meade, quien se percibe como el puntero de esta carrera secreta. “Ante el escenario actual el único precandidato con perfil competitivo frente a Andrés Manuel López Obrador es Meade…por su honestidad, su trayectoria en dos sexenios de diferente ideología pero sobre todo por su honestidad y sencillez. En ese sentido El Peje (López Obrador) no puede cuestionarlo”, considera Adolfo Murat.
A pesar de que el PRI se enfila a un proceso interno que parece arreglado, habrá algunos espontáneos dispuestos a lanzarse al ruedo. Recientemente, la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, envió un mensaje a sus allegados en el que afirma que se inscribirá a la carrera por la candidatura. “Nuestra convicción es que la democracia interna es la mejor garantía del triunfo, pero la dirigencia no piensa así y está imponiendo un método cupular en la selección de un candidato, que incluso puede no ser priista. Estas condiciones no nos intimidan”, escribió a sus simpatizantes.
Ortega ha dicho a este periódico que "con las reglas que pongan" estará entre las aspirantes a la candidatura. Pero no cree que la competencia esté arreglada. "Si lo está habrá una gran ruptura en el partido. No nada más soy yo, hay muchos más en este proyecto", dijo.
El PRI tiene hasta el 15 de diciembre para anunciar a la autoridad electoral los partidos con los que conformará una alianza. Se espera que acudan a la boleta junto a sus aliados del Partido Verde y el conservador Encuentro Social. Nueva Alianza, que ha acompañado al PRI en elecciones anteriores, está coqueteando con el Frente Ciudadano por México. En esos días de diciembre comenzarán también las precampañas para los interesados. Allí los aspirantes darán una imagen de equidad a una decisión que pudo haberse tomado en un despacho oficial varios meses antes.
La oposición también elige método
Este sábado también sesionarán los consejos de los partidos de oposición. El Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD, de izquierdas) y la Comisión Permanente del Partido Acción Nacional (PAN, derechas) también deliberarán el fin de semana sobre el camino a seguir para elegir candidato presidencial. Ambos partidos confían en que el Frente Ciudadano por México se convertirá en una alianza electoral. Esta tendrá que ser registrada ante el Instituto Nacional Electoral (INE) a más tardar la primera quincena de diciembre. Los partidos discutirán si el abanderado del Frente saldrá de una encuesta o una elección abierta.
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