Prepárense para aterrizar en el aeropuerto Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo tiene con su nombre museos, calles y plazas, también tiene varias estatuas,  cochazos, cuatro botas de oro, un avión particular, mansiones a tutiplén, una cadena de hoteles, una madre de verdad y otras varias de alquiler, pero al deportista mejor pagado del mundo le faltaba un aeropuerto con su nombre. A final de mes, ya tendrá uno.

El Gobierno autónomo de Madeira ha decidido añadirle al nombre del aeropuerto el de su hijo predilecto, Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, nacido hace 32 años en Funchal, capital del archipiélago portugués. El día 29, las autoridades de la nación se desplazarán hasta aquel aeropuerto para ser testigos del cambiazo, inaugurar una exposición y descubrir un busto del futbolista, que ya tiene un par de esculturas repartidas por la ciudad. CR7 estará presente en cuerpo y alma, pues el día anterior habrá disputado un partido en su tierra chica contra la selección de Suecia.

“No es un favor lo que los madeirenses van a hacer, es el sentir del pueblo. A veces, la gratitud nacional tiene memoria corta, pero en Madeira, no”, declaró, en su anuncio, el presidente regional, Miguel Albuquerque.

La iniciativa del Gobierno local ha tenido sus más y sus menos entre las autoridades nacionales, unos por aquello de ligar algo tan importante como un aeródromo a una persona joven y de éxito, otras por las posibles consecuencias jurídicas de un nombre con copyright. Meses antes, la ciudad de Funchal ya había cambiado la plaza del Mar, junto al museo del deportista, por la de CR7. Así que, ante la imposibilidad de rebautizar el océano que rodea a Madeira, solo le quedaba el aeropuerto sin la marca de CR7.

En cualquier caso, ya se sabe que los nombres de espacios públicos los carga el diablo. Con el tiempo suelen evolucionar mal, lo que gusta ahora —en Madeira no se ha levantado una voz en contra— no gusta necesariamente dentro de unos años; aunque sobre gustos ningún mandamiento hay escrito y, sobre la oportunidad, menos. Sin cambiar de país, el aeropuerto de Oporto se llama Francisco Sá Carneiro, político portugués que murió en accidente de aviación.