“El matrimonio homosexual divide a los mexicanos”
Seis voces explican sus motivos para movilizarse en defensa de la familia
Omar Sainz, de 30 años, camina solo por la Avenida Reforma con dos banderas en la mano, una de México y otra blanca del Frente Nacional por la Familia, convocante de la marcha del sábado. Estudiante de filosofía clásica en la UNAM está en contra del matrimonio homosexual porque "enfrentan a la sociedad" y acusa al presidente Peña Nieto de dividir el país. "Fíjate", explica "en esta marcha por la familia están representadas clases bajas, altas, indígenas...todos los estratos. El Estado se olvida de sus ciudadanos con este tipo de decisiones que abandonan a familia tradicional" explica.
"La comunidad gay quiere apropiarse de la palabra matrimonio". Mario Sinaí, de 36 años, es un caso atípico en una manifestación profamilia. Originario de Veracruz camina con un cartel en el pecho en el que reconoce que es homosexual. "Estoy en contra de lo que está haciendo Peña Nieto y creo que la comunidad gay está siendo utilizada para enfrentar a la sociedad mexicana" señala. Profesor de ciencias biológicas, cree que parte de la solución vendría si el movimiento homosexual no quisiera apropiarse de la palabra "matrimonio". Durante su conversación con EL PAIS, en la Avenida Reforma, un hombre que lee el cartel se le acerca al oído y le llama enfermo y le recomienda ir a un psicólogo. Mario aguanta estoicamente los insultso pero reconoce que se siente atrapado entre una comunidad gay, que lo mira como un traidor, y la comunidad profamilia, con la que hoy se manifiesta, que tiene "tintes homófobos" pero que "defiende creencias y valores católicos con los que identifico plenamente" explica.
"Estamos a favor de la familia, no en contra de los gays" Regina (17), Fernanda (15) y Santiago (22) son tres de los nueve hijos de una familia del Opus Dei que camina este sábado unida por el centro de la capital mexicana. Todos ellos dicen manifestarse ante la amenaza que supone utilizar "indebidamente" el término matrimonio y el debilitamiento de una institución milenaria como la familia. "No estamos en contra de los homosexuales, estamos a favor d la familia y de que no traten de imponernos su forma de ver la vida" dice Santiago, quien se manifiesta por primera vez a favor de una causa.
"La educación ha fallado y produce familias que no son sanas". La familia Castillo, residentes en Chalco, se toma un descanso en la marcha. Arrastran desde muchas cuadras atrás una gran foto del día de su boda y que descolgaron para la ocasión del salón. Miguel Ángel, albañil de profesión, piensa que "el libre albedrío" no es bueno en ninguna sociedad. Su esposa Cecilia, considera que "la educación es el pilar que está fallando" lo que produce famililas que no son sanas. Su hijo unico hijo, de 20 años, considera que defender la familia no va contra nadie sino defenderse de lo que considera el ataque homosexual.
"Le quitan poder a la familia para dárselo al Estado". Pedro Lecona (62) y su esposa Reina López (59), caminan como si fueran novios, vestidos de blanco agarrados de la mano y sonriendo al ver tanta gente unidos por la misma causa. Es la primera vez que se manifiestan pero después después de cuatro hijos, seis nietos y 40 años de matrimonio sienten que la familia pierde fuerza. "Le está quitando poder y fortaleza a las familias para dárselos al estado. México es un país donde la familia es el eje central de la sociedad y en un momento como el actual, con tanta violencia y problemas, una familia fuerte y unida es garantía para conseguir que los muchachos sigan el camino recto".
"Nos quieren imponer su forma de pensar" José Armando Briceño (21) , estudiante en la Ciudad de México, piensa que la familia está en riesgo pero "con tanta gente movilizada jamás podrán terminar con la fortaleza de la familia como institución". Segun José, que lleva una playera con la imagen del Papa Francisco los homosexuales ya tienen derechos y obligaciones que hoy son contemplados en las leyes de convivencia. Su amigo Bleiser (22), nacido en el Congo pero residente en México desde hace dos años, señala que los homosexuales "también tienen sus derechos, pero una cosa es esa y otra imponer su forma de pensar".
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