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Politizar el cuerpo femenino

Lluís Bassets

El contraste es duro. Hay fotos de las costas europeas de los años 60 en los que se puede ver a policías que multan a jóvenes en bikini. Este verano, 50 años después, hemos visto las fotos de gendarmes franceses que obligaban a una mujer a despojarse de su bañador integral, el llamado burkini, en una playa de la Costa Azul. Hace medio siglo, en pueblos agrícolas de Italia y España, había todavía mujeres vestidas de negro y con la cabeza cubierta, mientras que en ciudades como El Cairo, Beirut o Argel, muchas mujeres vestían “a la occidental”, con faldas cortas y cabeza descubierta.

Ha sucedido en Francia, en una región donde tiene una implantación muy fuerte el Frente Nacional de Marine Le Pen, y después del terrible atentado de la noche del 14 de julio en Niza, que dejó 85 muertos y 303 heridos sobre el asfalto y a los franceses en un estado de shock que todavía no han superado. Son 31 los ayuntamientos los que han publicado bandos que prohíben el burkini, objeto de los recursos, primero administrativo y luego ante el Consejo de Estado, equivalente a un Tribunal Constitucional, por parte de la Liga de los Derechos del Hombre, a la que se añadió luego el Comité contra la Islamofobia en Francia.

El burkini no es un burka o niqab, es decir, un velo que cubre el rostro de la mujer. Este último está prohibido en Francia por razones de seguridad, como está prohibido el mero uso del velo por parte de los funcionarios o en las escuelas públicas. La prohibición del bañador completo de pies a la cabeza, pero con el rostro descubierto, tal como han pretendido varios ayuntamientos de la Costa Azul, sería un paso más en contra de los signos religiosos en el espacio público, previo a la prohibición mucho más polémica del velo. Es lo que pretenden varios partidos de extrema derecha con sus programas de desislamización de Europa, que significa la expulsión de la religión musulmana del espacio público y podría llegar incluso a la prohibición de difusión del Corán.


Las opiniones jurídicas están divididas, como lo están las políticas. Un tribunal de Niza dio validez a las prohibiciones municipales, mientras que la más alta instancia constitucional francesa zanjó y las anuló como “un grave atentado y manifiestamente ilegal a las libertades fundamentales”. El primer ministro socialista Manuel Valls expresó su simpatía con los alcaldes prohibicionistas, probablemente con la vista puesta en las elecciones presidenciales en las que Nicolas Sarkozy y Marine Le Pen pujarán en la subasta islamofóbica, mientras que varios de sus ministros, mujeres incluidas, se manifestaron en contra de la prohibición.

El Consejo de Estado considera que no existe riesgo para el orden público, como pretendía el munícipe prohibicionista y defendía Valls, ni tampoco existe para la higiene, y añade respecto a los orígenes del problema que “la emoción y las inquietudes resultantes de los atentados terroristas cometidos en Niza el pasado 14 de julio no son suficientes para justificar legalmente la medida de prohibición impugnada”.

Es muy difícil orientarse en la guerra del burkini, en la que las libertades individuales que unos ven transgredidas son para otros agresiones al laicismo e imposición de una identidad islámica con supuestas pretensiones invasivas y dominadoras, al estilo de la distopía descrita por Michel Houellebecq en su novela Sumisión. En ocasiones, las posiciones extremas de los islamistas radicales y de sus enemigos islamófobos coinciden, como sucede con la lectura literalista del Corán. Unos y otros creen exactas, dogmáticas y preceptivas las apelaciones a la violencia o a la discriminación de la mujer que pueden leerse en este, como en otros libros sagrados.

Nada mejor para orientarse en este caso que atender al criterio de alguien que sabe de qué va el velo y el burkini. Por ejemplo, una colega periodista, egipcia, musulmana, abiertamente liberal en terminología estadounidense, es decir, de izquierdas, y con una larga trayectoria de reflexión, discusión y combate por la emancipación de las mujeres, como es Mona Eltahawy, autora del libro Velos e hímenes. Por qué Oriente Medio necesita una revolución sexual (que hay que leer en inglés, francés, italiano o alemán, porque desgraciadamente no hay traducción española).

Eltahawy se puso el velo a los 16 años y se lo quitó a los 25, según confiesa, tras siete años de combate consigo misma. También tuvo que combatir consigo misma para liberarse sexualmente, a los 29 años, en un clima de sublimación de la virginidad y de prohibición de cualquier relación fuera del matrimonio. Fue detenida por la policía de Mubarak durante la revuelta de 2011, sometida a abusos sexuales y malos tratos que le produjeron la fractura de ambos brazos. En sus libros y artículos ha documentado el maltrato y los abusos sexuales que sufren las mujeres en los países árabes, que en su caso se produjeron incluso durante la peregrinación a La Meca por parte de policías encargados de la seguridad de los peregrinos.

Según Eltahawy las mujeres musulmanas usan velo unas por modestia religiosa, otras para dar testimonio de su identidad islámica, algunas para no gastar en ropa y peluquería, otras más para sentirse libres y solas en el espacio público, incluso para no ser acosadas e incluso violadas, y también, en casos extremos, pero muy relevantes, como forma de militancia política antioccidental.

La polémica del burkini demuestra que los radicales islámicos han llegado muy lejos en sus propósitos de atizar la islamofobia, dividir a los europeos y separar a los musulmanes del resto de los ciudadanos. Aunque no sea un esfuerzo coordinado, la violencia de los atentados de una parte y la exhibición de la militancia islámica por la otra se suman en la consecución del mismo objetivo. Los primeros enervan los reflejos xenófobos, racistas e islamófobos que se proyectan sobre los pacíficos creyentes que exhiben los atributos de su fe en el espacio público europeo.

La periodista egipcia apoya la prohibición del niqab que oculta el rostro de la mujer, pero no del velo, es decir del burkini, pero tiene muy clara su posición ante las mujeres que lo llevan: “El velo, sea hiyab o niqab, es la bandera blanca que levantamos para rendirnos a los islamistas y su conservadurismo”. Me parece que su criterio es muy relevante y útil para orientarnos.

Comentarios

Me parece un aporte extraordinario, muy bien argumentado, pero falta la solución que, a mi modesto entender, tiene que ser psicológica, que permita contrastar y aclarar ideas, sobre todo para casos de secuestro de la conciencia y, peor aún, síndrome de Estocolmo.En primer lugar, se alega que hace 50 años el estado, en una reacción despótica contra la libertad, multaba por el uso del bikini, lo cual no es ni remotamente comparable con el correctivo que cualquier musulmana puede recibir en cualquier estado islámico. Tuvo que llegar el nudismo y la democracia para que la mujer pudiera comparar y el estado relajar su secuestro de los cuerpos. Después, el nudismo también se permitió en zonas acotadas, por respeto a otras sensibilidades algo delicadas. Hoy, el nudismo, el derecho a la naturalidad de la propia imagen, es aceptado hasta por los reaccionarios. Y era el trasfondo religioso-machista confuso el que obstaculizaba el avance de la libertad individual. Dicho lo anterior y siendo grande también mi confusión inicial, dado mi compromiso con la emancipación del ser humano, sea del sexo que sea, apoyé, en principio la prohibición, aunque después de una larga reflexión, comprendo que la psicología social es compleja y diversa, y clave para una solución que abra opciones que aclaren las ideas de cada un@. Una solución intermedia que visualice los contrastes y las contradicciones.
Acotar un espacio en las playas, como se hizo con la expresión del naturismo, respetaría el derecho de un@s y la sensibilidad de otr@s
Señora CASLA: 1º)Su defensa del régimen Stalinista criminal es de una gran NECEDAD, ya que ud. no quiere enterarse que esa basura criminal ya ha FRACASADO ¿Se entera? FRA-CA-SA-DO!! ¿Se entera? Y ha fracasado por HAMBRE, hambre que fue paliado por EE.UU. con R. Reagan. 2º)Ese regimen criminal Stalinista OPRiMIÓ, ANEXÓ e INVADIÓ a su vecinos. En cambio, es mentira suya que EE.UU haya invadido El Salvador, Honduras o Guatemala alguna vez. Eso jamas ocurrió. El Vecino que si se benefició muchisimo de EEUU fue México, cando abandonó el Nacionalismo estúpido del PRI y firmó el Tratado NAFTA con EEUU. Tanto se benefició México en inversiones USA, y también del Gran mercado USA, que Donald Trump habla ahora de modificar el Tratado NAFTA. 3º)Cuba rechazaba las inversiones USA porque decía que eran del ''imperialismo'' (¿?) y ahora ruega por ellas. ¿Quien cambió? Obviamente, el que fracasó: Cuba. Para EEUU son centavos, nada! pero para Cuba esas inversiones son vitales, dado que el hambre los corre. 4º)Por cierto, le recuerdo que el hambre en Europa lo solventó también EE.UU. con el Plan Marshall. Su necedad ya es ilimitada, siempre defiende usted lo indefendible.
TAN absurdo fue prohibir el ''burkini'' que ya se anuló esa prohibición. Que cada uno se bañe y vista como quiera, siempre que no esconda la cara!!
Hace ahora un año comenté aquí mi experiencia en Alemania, donde había estado en agosto... Comenté lo de los inmigrantes durmiendo por las calles... y otras muchas cosas y adelanté ante el numerito montado para darle el nobel a Merkel (Solo hay que recordar los artículos de The Economist en aquellas fechas... y compararlos con los de ahora), que Merkel era una insensata, una irresponsable, y que iba a incendiar la UE.Un año después... quienes entonces no lo veían... si siguen sin verlo... se lo tienen que hacer mirar... porque lo que es evidente es que la ciudadanía en Europa, CADA VEZ MÁS, no está de acuerdo con sus elucubraciones... y busca SOLUCIONES en otra parte.No hace falta darse una vuelta por Molenbeek y por otros muchos barrios de las grandes ciudades de Europa Occidental (que también) para darse cuenta del carajal en el que los irresponsables, y corruptos, "liberales multiculturalistas" han metido a Europa...El burkini es una baza más que está jugando el islamismo político implantado en la UE (con la aquiescencia de quienes tenían que defender los valores y libertades de Europa y no seguramente gratis total).Los que han cambiado la Europa de los valores democráticos, de las libertades, DE LOS CIUDADANOS por la Europa de las "comunidades", de los lobbies y similares... se están enfrentando ya a los resultados de sus barbaridades.... y a las consecuencias políticas que ello comporta.A Merkel le acaban de dar un sonoro guantazo "político" en su tierra... SE LO MERECE. Si la extrema derecha está levantando cabeza en el continiente... y si hay ciudadanos que empiezan a rechazar la idea HISTÓRICA de la integración europea... se lo debemos a personajes nefastos... como ella.O se corrige el rumbo con rapidez.... o Europa irá camino de la desintegración... con todo lo que ello significa.
Lieberman 1 | 05/09/2016 0:55:401.No tengo por qué aguantar ni sus mentiras ni sus insultos. 2.Lo de Stalin y lo de la URSS... asunto de los rusos. Si a ellos les gusta más que el héroe de la libertad (Yeltsin) qué culpa tengo yo?. Reclame usted al centro de Yuri Levada si quiere que es quien hace las encuestas allí....3.Le acabo de enviar a Antoni (¿por cierto donde está el "personaje" de augustus... lo han amortizado ya?) con el inicio del listado de las invasiones (solo de las invasiones... sin contar con bloqueos, golpes de estado a través de militares formados por EEUU)... Supongo que no querrá que lo repita y que ponga toda la lista.... 4.Tanto tanto tanto benefició a México... tanto tanto tanto han beneficiado al resto de los países de la región su relación que EEUU... que no hay más que ver como están... y la cantidad de "hispanos" que hay ya dentro de los EEUU y de los que quieren entrar.Desde luego que todo lo malo que hay en la región no es culpa de los EEUU que no han tenido papel.... sino que ha sido culpa del pérfido Stalin que ya desde antes de nacer.... estaba "enredando".Queda retratado Lieberman.... que le siente bien.
Paco, en su breve comentario segundo aclara algo lo que nada dice en el primero, en cuyo contenido acepta honestamente una confusión más que inicial. Es este un debate intelectual, profundo, filosófico, ni periodístico ni político, ambos siempre atentos a obtener beneficio propio. Con descaro, sin complejos.
« que no hay más que ver como están... y la cantidad de "hispanos" que hay ya dentro de los EEUU y de los que quieren entrar.» Ay, señora, y si viera como está Miami de anegada de españoles, franceses, y alemanes. ¿Por qué será? ¿Por qué no se van a Cuba o Venezuela? Y usted, señora, ¿qué hace en España? ¿Por qué no regresa a su "Venezuela querida"? Es que hay que ser de capirote para soltar ese tipo de comentarios. En España hay cola para ir a Alemania, y lo mismo multiplicado por 20 es para ir a América. Culpa de Alemania y América, por ser superiores a los otros países inútiles que los rodean. Es que es de reventar a carcajadas sino por sentirme como filisteo después de un encuentro con Sansón: herido por quijada de burro.
Antoni de Sallas | 06/09/2016 17:22:34¿Tengo que enviarle otra vez la lista con las invasiones, bloqueos y bombardeos de los países americanos por parte de EEUU en los dos últimos siglos?. ¿Tengo que recordarle, otra vez, el golpe en Honduras o el golpe de Carmona en la propia Venezuela?. ¡Hágase un favor!.Mi país es España y he vivido en Argentina y en otros países de la región... por eso la conozco mejor que usted.Por cierto, Antoni, qué opina del "derecho a decidir" y de la independencia de Cataluña?.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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