Maduro decreta un aumento del 30% en el salario mínimo
El presidente de Venezuela afirma que los sueldos han crecido 105% en un año
Mientras la inflación en Venezuela sube por un ascensor, los salarios andan por la escalera. El presidente Nicolás Maduro ha anunciado el tradicional aumento del salario mínimo en vísperas del 1 de mayo. A partir de este mes, los trabajadores y pensionados devengarán 15.051 bolívares mensuales (unos 13 dólares, según la cotización del dólar en el mercado negro) de salario mínimo básico más un bono de alimentación de 18.585 bolívares (16,89 dólares). Casi 30 dólares que lo convierten en el más bajo de América Latina. Si el cálculo se efectúa a la tasa de mercado Dicom (378 bolívares por dólar) el salario integral sería de unos 89 dólares.
Es un aumento acumulado de 105% durante el último año, insuficiente, en cualquier caso, para enfrentar los más sombríos pronósticos sobre el repunte de la inflación en Venezuela e inferior a la cifra oficial de ese indicador calculada por el Banco Central de Venezuela, 180,9% durante 2015. El Fondo Monetario Internacional ha calculado que para finales de año la inflación llegará a 700%, la más alta del mundo.
Maduro se congratuló porque, dijo, “solo un presidente obrero mantiene una política de defensa de salario mínimo frente a la guerra económica”. La autodenominada revolución bolivariana, que no recibe inversiones ni genera ingresos en la misma medida de su gasto público, imprimirá más dinero para cumplir con sus promesas.
Con todo, el incremento no puede ser solo analizado a partir de los marcadores de la inflación y el salario mínimo. La economía venezolana, con un sistema de precios destruido, ofrece la posibilidad a pocos afortunados de adquirir escasos productos básicos a precios subsidiados. La reventa a precios de escándalo de esas presentaciones por parte de mafias, conocidas como bachaqueros, diluye cualquier intento del gobierno por proteger el ingreso.
Maduro dio a conocer esos anuncios en una transmisión obligatoria a todo el país durante el quinto aniversario de la Gran Misión Vivienda Venezuela, el popular programa social del chavismo que entrega viviendas a pisatarios (agricultores que pagan el terreno que siembran), y que desde entonces ha construido, según la propaganda oficial, más de un millón entre casas y apartamentos. Durante el programa, Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador (centro oeste de Caracas), dijo que el Gobierno también tenía derecho a certificar que no fueran falsas las firmas recolectadas por la oposición para solicitar un referéndum revocatorio presidencial. Otro obstáculo que se sumará al pedregoso trámite necesario para aspirar a sustituir al jefe del Estado venezolano.
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