Los fundadores de Occupy Central, en libertad sin cargos tras entregarse
Uno de los líderes da por terminada la etapa de desobediencia civil en Hong Kong, lo que revela las profundas diferencias existentes en el seno del 'movimiento de los paraguas'
Los profesores Benny Tai y Chan Kin Man y el reverendo Chu Yiu Ming, cofundadores del movimiento pro democracia que ocupa las calles de Hong Kong desde hace 67 días, se entregaron este miércoles a la policía, y fueron puestos en libertad sin cargos una hora después.
Los "tres señores", como se les conoce en Hong Kong, habían anunciado este martes la decisión, instando al mismo tiempo a poner fin a la prolongada ocupación callejera.
En su entrega, planeada desde un principio como parte de la acción de desobediencia civil, los tres estuvieron acompañados por el cardenal Joseph Zeng, legisladores de la oposición y más de 60 voluntarios. Presentaron sus declaraciones firmadas ante la comisaría del distrito Central a las tres de la tarde de este miércoles; en ellas reconocían haber participado en la ocupación callejera desde el 28 de septiembre y que podrían haber incurrido en infracciones del orden público.
"Solo reconocemos haber participado en una asamblea no autorizada, esperamos que la policía presente otros cargos", dijo Tai antes de entrar a la comisaría. Todos fueron puestos en libertad sin condiciones ni cargos una hora después. Tai explicó que firmaron un formulario proporcionado por la policía, que según el académico los podría convocar en el futuro si lo considerase necesario.
A la salida, Tai declaró que este miércoles concluye la desobediencia civil y se abre un nuevo capítulo de conciencia cívica. "Espero que el movimiento siga avanzando, tengo la convicción de que si perseveramos Hong Kong tendrá un futuro democrático" expresó el académico.
Alex Chow, secretario general de la Federación de Estudiantes Universitarios, dijo que sus miembros no consideran todavía la posibilidad de entregarse, pero reconoció que la sentada ya no ejerce presión alguna sobre el Gobierno y que la retirada es una opción. "No descartamos esta posibilidad, pero tendremos que discutirla con los manifestantes" dijo Chow.
Las diferencias entre los “tres señores” y las asociaciones estudiantiles han existido desde el principio, pero la decisión de los líderes de entregarse pone de relieve la profundidad de la brecha de opiniones sobre el rumbo a seguir tras meses de aparentar cohesión.
Las divisiones no terminan allí. Tras el intento fallido de cercar el complejo gubernamental este domingo, algunos manifestantes se sintieron defraudados por las asociaciones estudiantiles que convocaron la escalada en la acción. Estos manifestantes creen que la falta de respuesta del Gobierno se debe a la pasividad del movimiento hasta la fecha y no solo prometen seguir la ocupación, sino que buscan intensificar la protesta.
Por su parte, Joshua Wong y dos compañeras del movimiento de estudiantes secundarios Scholarism, realizan una estricta huelga de hambre desde el lunes. Wong dijo que considera convocar más compañeros a la huelga con el objetivo de presionar al Gobierno.
"No siga instándonos a culminar la huelga con el pretexto de cuidar de nuestra salud, primero responda a las demandas de libertad de la gente de Hong Kong", dice una carta abierta al jefe del gobierno local, Leung Chun Ying, firmada por los tres huelguistas. Leung había lamentado el miércoles la acción de Wong por el daño que podría suponer para la salud de los jóvenes.
Occupy Central, ideado hace más de un año por el profesor Tai, tenía como objetivo presionar con una sentada al Gobierno para que éste permitiera elecciones libres y sufragio universal en 2017. Tras la negativa de Pekín el 31 de agosto, las asociaciones estudiantiles lanzaron en conjunto una huelga que dio inicio a lo que ahora se conoce como el movimiento de los paraguas.
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