Stanley Kwong, de 30 años, es un trabajador social que también ha acudido a las protestas de desobediencia civil que se suceden en Hong Kong (China). "Tenemos que expresar nuestros valores y nuestra conciencia", defiende Kwong.BOBBY YIP (REUTERS)El profesor John Ma, de 62 años, en silla de ruedas, y su esposa, May, de 50, han decidido apoyar las manifestaciones, principalmente de jóvenes, en Hong Kong. "Apoyo las protestas estudiantiles y les digo que atrapen su oportunidad".BOBBY YIP (REUTERS)"Tenemos que luchar por nosotros mismos. El futuro está en nuestras manos", considera Gary, de tan solo 14 años. Los manifestantes, que llevan cuatro días seguidos de protestas, piden a Pekín la libertad de proponer candidatos a las elecciones.BOBBY YIP (REUTERS)Auyeung Tung, de 36 años, y se dedica al arte. "Nuestras vidas mejorarán cuando haya una verdadera democracia", confía Tung.BOBBY YIP (REUTERS)De izquierda a derecha, Jack, de 17 años, Paul, de 18, Agnes, de 17, y Mo, de 19, son estudiantes de educación secundaria y culpan al Gobierno chino de no prometer una democracia auténtica.BOBBY YIP (REUTERS)Chan Kin-hoi, de 76 años, está retirado y aunque no cree que pueda cambiar nada, quiere mostrar su "desacuerdo" con el estado actual de China.BOBBY YIP (REUTERS)Él es empresario, ella trabajadora social. Terrence Tang, a la izquierda, de 28 años, y su pareja, Jacqueline Cheung, de 30, no se han unido a las manifestaciones. "No soy entusiasta de 'Occupy Central", pero me opongo a los argumentos inadmisibles contra el movimiento", afirma Tang.BOBBY YIP (REUTERS)
