Una batería de combatientes anti-Gadafi lanza un proyectil a las afueras de Sirte, a tan solo dos kilómetros del centro de la ciudad, uno de los últimos bastiones del dictador.ANIS MILI (REUTERS)Los cuerpos maniatados de cuatro hombres, en una cuneta del barrio de Hornitos, Tegucigalpa. Una persona muere asesinada cada 43 minutos en Honduras, según datos de las organizaciónes de Derechos Humanos.EDGARD GARRIDO (REUTERS)La agricultora Anna Semukha, de 74 años, lanza semillas de trigo en su campo de cultivo de Danilovichi, a 150 kilómetros al suroeste de Minsk, Bielorrusia, un país donde la agricultura tradicional sigue estando muy extendida.VLADIMIR NIKOLSKY (REUTERS)Un soldado afgano, rifle en mano, al lado de un camión de combustible en llamas, en un paso de la carretera que une Kabul con Jalalabad. Los suministros destinados a las tropas de la OTAN en Afganistán son un objetivo continúo de los talibanes.AFPUn grupo de yemenís rezan en lo alto de un poste publicitario durante una de las protestas contra el gobierno de Salé.HANI MOHAMMED (AP)El actor estadounidense Sean Penn visita la plaza de la Liberación, en El Cairo, epicentro de la revolución egipcia.MAHMOUD BAKRY (AP)Un estudiante encapuchado de la universidad de San Carlos muestra una de las pegatinas usadas durante las protestas contra el derechista Partido Patriota, del exgeneral Otto Pérez, candidato a la presidencia, y a la que la oposición señala como responsable de genocidio durante la guerra civil.JORGE DAN LOPEZ (REUTERS)La cara del Mariscal Mohamed Tantawi, cabeza del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, que ostenta el poder desde la caída de Mubarak, ha sido tachada en esta pancarta que blanden manifestantes en la plaza de la Liberación del Cairo. "Unidos antes de que los tanques nos pisen", se puede leer en la pancarta.AMR ABDALLAH DALSH (REUTERS)Estudiantes de primaria sostienen la bandera china durante la celebración del Día Nacional en la provincia Sichuan, que ha reunido a más de 1.000 estudiantes.CHINA DAILY (REUTERS)Una mujer con su hijo camina por la vía del tren en Duri, distrito de Jakarta, capital de Indonesia.BEAWIHARTA (REUTERS)
