El presidente polaco expresa ante Sarkozy su optimismo sobre el nuevo Tratado europeo
Varsovia, que amenaza con vetar el acuerdo, exige poder ante el Tribunal de Luxemburgo y más capacidad de bloqueo
El presidente de Polonia, Lech Kaczynski, que mantiene vigente su amenaza de vetar el nuevo Tratado europeo si no se dota a su país de un mayor peso en la toma de decisiones, se ha declarado hoy "muy optimista" sobre la posibilidad de que salga adelante la reforma que los Veintisiete tendrán que ratificar en Lisboa la próxima semana y que supondrá el acta de defunción definitiva de la fallida Constitución europea.
Kaczynski, que se ha entrevistado hoy en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y con otros miembros del Gobierno, ha declarado luego a la prensa que tanto el presidente francés como él eran "muy optimistas". "Las cuestiones que quedan pendientes son detalles", ha añadido el presidente polaco, en lo que parece un apaciguamiento de su radical oposición al actual borrador de reforma constitucional.
Varsovia es la principal incógnita para cerrar el texto porque quiere mantener su capacidad de bloqueo para aplazar acuerdos y pide ahora más presencia en el Tribunal de Luxemburgo. Además, la inminencia de las elecciones en Polonia, el próximo 21 de octubre, tres días después de la cumbre de Lisboa, han hecho temer a Bruselas un endurecimiento de las exigencias polacas a pesar de que el texto ha recibido ya el visto bueno de los juristas. El partido Ley y Justicia, de los gemelos Kaczynski, se juega en esos comicios su permanencia en el poder.
En busca de un "acuerdo razonable"
Kaczynski ha admitido hoy en la capital francesa que hubiera preferido que la cumbre de Lisboa no estuviera tan cerca de los comicios polacos pero ha dado a entender que su país no bloqueará la ratificación del Tratado y ha situado entre el 95 y el 98% las probabilidades de que salga adelante. "Estoy -ha dicho- profundamente convencido de que lograremos un acuerdo razonable".
En el Consejo Europeo del pasado junio, Polonia logró que el nuevo sistema de votación por mayoría cualificada que introduce el Tratado, que establece que las decisiones deben tener el apoyo de un mínimo de la población europea (65%), no entre en vigor hasta 2017. Una iniciativa que hacía justicia a Alemania, que con 82 millones de habitantes, tiene ahora el mismo peso en el Consejo que Francia, Reino Unido e Italia (países con poblaciones entre 58 y 60 millones de habitantes), pero que no será efectiva hasta dentro de 10 años.
Exigencias de Varsovia
Ahora, Varsovia exige el compromiso de que se incluya en el texto del Tratado la posibilidad de que un país como Polonia pueda retrasar la aplicación de un acuerdo del Consejo y seguir discutiendo, aunque no alcance la minoría de bloqueo (cuatro Estados miembros).
La segunda exigencia polaca es el logro de un abogado general ante el Tribunal de Luxemburgo, como ya tienen los cinco grandes (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España), propuesta que aunque no figura en el mandato del Consejo es más factible de conseguir, según fuentes comunitarias. La tercera petición, tampoco recogida en el mandato, reclama que la concesión de los préstamos del BEI deban aprobarse por unanimidad. En otras palabras, Varsovia reclama el derecho de veto a estas operaciones, para asegurarse que no se concederán a Rusia sin su consentimiento.
La prensa francesa interpreta la visita de hoy y el reciente viaje del presidente galo a Sofia, donde se definió a sí mismo como un hombre "mitad europeo del Este", como un paso más hacia la forja de nuevas alianzas en el Este de Europa antes de que Francia asuma las riendas de la Unión Europea, a partir de junio de 2008 y buscar aliados "más allá de su tradicional círculo de amigos".
El interés de Sarkozy por los nuevos socios europeos es, por tanto, algo más que "sentimental", según Le Monde, que enmarca los gestos del presidente en la perspectiva de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que celebrarán los 27 la próxima semana en Lisboa, donde tendrán que ponerse de acuerdo sobre el nuevo Tratado de reforma para que sea una realidad a finales de año. "Si se quiere relanzar Europa, se deben buscar nuevas coaliciones", sostienen medios próximos a Sarkozy.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.