11 fotosSecuestro de niños en ManilaSecuestro de niños en Manila 28 mar 2007 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLa policía acordonó desde el primer momento la calle donde se encontraba el autobús secuestrado. Sin embargo no pudo evitar que todos los padres corrieran hacia la puerta del autobús cuando los niños empezaron a salir tras ser liberados.EFETras varias horas de encierro, las cortinas del autocar fueron descorridas y los niños en su interior pudieron moverse con soltura y saludar a la gente que aguardaba en el exterior el desenlace. No fue así al comienzo del secuestro, cuando Armando Ducat prohibió que se abrieran para que los policías no pudieran ver lo que estaba pasando en el interior.APEl secuestrador, que al comienzo se negó a recibir helados para los 32 niños secuestrados, cedió más tarde y aceptó comida para sus rehenes, que se quedaron en el autobús unas diez horas. Durante este tiempo el motor siguió en marcha para permitir que funcionara el aire acondicionado, imprescindible para hacer frente el calor tropical de la capital filipina.REUTERS"Amo a estos niños, por eso estoy aquí. No voy a disparar a nadie", aseguró Ducat, de 60 años, a una emisora de radio. La policía ha indicado que el propietario de la guardería de la que procedían los menores ya estuvo implicado en 1989 en otro secuestro, esta vez de dos curas, por un asunto relacionado con las reparaciones de una iglesia.EFEArmando Ducat secuestró el autobús armado con dos granadas, una metralleta y una pistola. El senador Ramón Revilla subió al autobús por la mañana para negociar con el secuestrador y aseguró que el secuestrador quitó el seguro de una de las granadas en el interior del vehículo. El senador dijo a la televisión local que el secuestrador mantenía obstruido con los dedos el orificio de la granada.APNumerosos padres y madres de los niños tomados como rehenes observaban angustiados el desarrollo del secuestro en Manila.EFEUn negociador de la policía filipina sostiene una teléfono junto al autobús durante las negociaciones con el secuestrador. Una vez liberados los niños, el secuestrador fue introducido en un coche de las fuerzas de seguridad acompañado de varios agentes.EFEEl senador Ramón Revilla, que ha hecho de mediador en esta crisis, recoge a uno de los estudiantes a la salida del autobús. Una multitud se congregó junto al vehículo y encendieron velas para hacer una vigilia por las mejoras educativas en Filipinas, una de las condiciones impuestas por el secuestrador.REUTERSTras hacerse cargo de los niños, el senador Revilla acompañó al secuestrador a abandonar el vehículo.EFEDurante diez horas Manila ha estado en el centro de la información. Los periodistas rodeaban el autobús junto a los familiares de los niños.APUn grupo de trabajadores sociales ayuda a los niños a salir del lugar del secuestro entre un cordón policial que cerraba el paso a la multitud congregada.EFE