Encaramados en una pala retroexcavadora, siete agentes de la policía israelí aguardan el momento de intervenir. En la cara de al menos tres de ellos se puede ver una sonrisa, momentos antes de que empezase la parte más dura de la refriega.EFEFrente a frente, los policías (a la izquierda de la imagen) intentan disolver la columna de manifestantes desde la que partían insultos como "nazis". En la refriega hasta 80 agentes han resultado heridos, y 166 personas han necesitado asistencia hospitalaria.APUn soldado israelí trata de calmar a su caballo mientras un grupo de jóvenes manifestantes se refugian, asustadas, contra el edificio.REUTERSBajo el agua de las mangueras de alta presión utilizadas para disolver a los manifestantes, uno de ellos salta de un edificio en el que ya se encuentran las tropas israelíes, mientras un soldado del Ejército se dispone a saltar dentro, en la fachada contigua.REUTERSEn la refriega, que tenía por objetivo la demolición de nueve pequeños edificios de un asentamiento judío de Cisjordania, han resultado heridas más de 200 personas. Dos manifestantes intentan salir de uno de los edificios que forman parte del asentamiento judío de Amoná, mientras fuerzas del orden israelíes escalan al tejado de la construcción.EFEEn la batalla han resultado heridos dos diputados del parlamento de Israel, de una formación de extrema derecha. Unas 40 personas, como el manifestante de esta foto, han sido detenidas por su violenta respuesta a la actuación policial.APUn joven se encara con un policía, mientras sostiene de la chaqueta a un compañero herido en los enfrentamientos.EFEEn el momento en el que las fuerzas israelíes han conseguido establecer un perímetro que impedía a los manifestantes interponerse entre las excavadoras y los edificios, éstas han comenzado con su trabajo. En la imagen, dos de ellas proceden a la demolición de varios edificios. Delante de ellas, agentes de la policía descansan ya tras la batalla campal.APCuatro mujeres israelíes se lamentan tras el paso de las excavadoras por encima de sus viviendas. La dureza de la defensa de los manifestantes no ha impedido que la policía israelí cumpliera con un mandato que había sido confirmado hoy mismo por el Tribunal Supremo del país.AP
