SARA, niña. A los ocho años ya bailaba en su Cádiz natal. Su padre era militar; su madre, maestra de baile.ÁLBUM FAMILIARLa bailaora parece tener el razonamiento tan bien colocado como el cuerpo. Es tan expresiva fuera como dentro de escena.CÉSAR URRUTIASara no lo sabía, pero se le había roto el tímpano en el viaje a Londres el pasado enero. Y debía bailar 'Sueños' en el teatro Sadler's Wells. En la imagen, la mano parece orientarla, sujetarla en el aire. Su actuación fue especial ese día: "Fue un derroche de energía tremendo, porque no podía, no tenía equilibrio y daba el doble; me movía como sin referencias, como en el vacío".PETER MÜLLEREscena de 'Juana la Loca'.EFE
