9 fotosNuevo museo del horror de JerusalénNuevo museo del horror de Jerusalén 15 mar 2005 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceDecenas de testimonios de víctimas de la barbarie nazi, recreados con objetos, fotografías, ilustraciones, música e imágenes, colaboran en personalizar uno de los períodos más oscuros de la historia de la humanidad. En la sala dedicada a la Industria de la Muerte, es decir, a los campos de exterminio, los restos de un oxidado vagón de tren constituyen el fiel testigo de las deportaciones de miles de judíos a sus crueles destinos. Desde las literas a los uniformes, pasando por las fotografías de las víctimas, ilustran la estancia.APUna habitación de una familia judía berlinesa, o una enorme fotografía que muestra los restos de la masacre de Babi Yar, en Ucrania, donde más de 53.000 judíos fueron fusilados entre el 29 y el 30 de septiembre de 1941, ambientan el museo del Holocausto. Asimismo, 230 pinturas realizadas por artistas judíos, muchos de los cuales describen sus propias experiencias en los campos deEFEEntre las salas del nuevo museo se encuentra la recreación de la calle principal del gueto de Varsovia, símbolo del confinamiento al que fueron sometidos los judíos y de la revuelta protagonizada por la resistencia en 1944. Farolas, adoquines, raíles del tranvía, un carro para el transporte de mercancías y personas, o las mismas bocas del alcantarillado por el que escaparon algunos judíos del gueto, han sido traídos pieza por pieza. En la foto, unos visitantes observan miles de zapatos, pertenecientes a los asesinados por Hitler.EFEAdemás de reflejar el crimen cometido contra el pueblo judío, el museo describen las masacres cometidas contra homosexuales, gitanos, comunistas y las prácticas eugenésicas llevadas a cabo por los nazis contra discapacitados. En la imagen, un judío con una fotografía del campo de exterminio nazi Auschwitz II-Birkenau.EFEEl museo alberga en sus salas objetos auténticos de la II Guerra Mundial y de la vida judía en Europa antes y durante el Holocausto. En su interior un claustrofóbico pasillo con forma triangular e iluminado por un corredor de luz cenital acoge al visitante, que debe atravesarlo en zig-zag para adentrarse en cada sala, donde se exponen distintos objetos y fotografías mientras dispositivos tecnológicos proyectan testimonios de las víctimas.EFEDurante los discursos, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha declarado que "Yad Vashem -como se conoce al museo-, es la cámara de la memoria del corazón del pueblo judío". Por su parte, el presidente del Estado de Israel, Moshé Katsav, ha advertido de que "el mundo libre debe impedir que se vuelvan a producir desastres como el Holocausto". Y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha subrayado que esta organización tiene "la sagrada responsabilidad" de "garantizar que este horror no se vuelva a producir". Por último, el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, ha indicado que Alemania no puede olvidar su responsabilidad en la muerte de seis millones de judíos a manos del régimen nazi.EFE"El museo que estamos inaugurando es un monumento para todos aquellos que fueron asesinados, un intento de preservar sus nombres, sus caras y sus identidades para las futuras generaciones. Este museo es el sentido grito personal de la generación que pudo contar su historia", ha afirmado Avner Shalev, director del museo, al dar comienzo el acto inaugural. En la foto, el presidente de Israel, Moshe Katsav corta la cinta junto a Shalev.EFEPara el evento, Israel ha recibido al mayor número de dignatarios desde su creación en 1948, una cantidad sólo equiparable a la que asistió en 1995 a los funerales del primer ministro Isaac Rabin. Por esta razón, la fuerzas de seguridad de Israel están en estado de máxima alerta. En la imagen, foto de familia de los asistentes al acto, entre ellos Kofi Annan y Miguel Ángel Moratinos, ante el museo.APDirigentes de más de 40 países, entre ellos España, han asistido a la inauguración del Museo Histórico del Holocausto en Jerusalén, que ha costado 40 millones de dólares y más de diez años de trabajo. El edificio, apoyado en una ladera del monte Herzl, es un prisma de cemento armado, obra de Moshé Safdie. En la foto, la Sala de los Nombres, una bóveda de forma cónica decorada con fotos y testimonios de 600 víctimas.AP