"Decidimos escribir y retratar el nuevo Bilbao. El resultante de la remodelación de las márgenes de la ría. Queríamos mostrar la vida cotidiana de esta gran avenida de agua que cruza la villa, que le dio riqueza en el pasado, y turismo, belleza y 'glamour' en el presente. Lo que antes era una cloaca industrial es ahora el gran paseo de la ciudad. Y el Guggenheim [arriba], el transatlántico que llegó de Nueva York para remontarla".Inaugurado en 1997. Diseñado por el ingeniero Javier Manterola, es una sólida estructura de metal de unos 250 metros de largo y cuatro carriles para vehículos, además de un 'bidegorri' y una zona peatonal cubierta.Debe su nombre al hecho de que los navegantes que salían por la ría divisaban desde este punto por última vez la iglesia de Begoña y entonaban una salve en su honor. Fue el primero de España con sistema de tirantes, tiene 24 metros de altura y sobrevuela el Guggenheim.naugurado en 2002 y diseñado por el ya fallecido ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez, es el último puente construido sobre la ría. Lleva el nombre del jesuita bilbaíno que llegó a ser prepósito general de la Compañía de Jesús.Más conocido como puente Colgante, es obra de Alberto de Palacio, fue inaugurado en 1893 y es el último puente que ve pasar las aguas de la ría antes de llegar al mar. Este original y emblemático transbordador, que une Portugalete y Las Arenas, fue la primera construcción de este tipo en todo el mundo. Es la única candidatura que ha presentado el Ministerio de Cultura en febrero de 2005 para su declaración como patrimonio de la humanidad en su vertiente de patrimonio industrial.Es más conocido por el apellido de su prestigioso creador, Santiago Calatrava, que por su nombre oficial. Esta pasarela une el Campo Volantín con el muelle de Uribitarte. Su original diseño hace de este puente, de estilizada y blanca figura, con los vidrios moldeados de su piso y la iluminación nocturna (proporcionada por 294 lámparas), uno de los símbolos del nuevo Bilbao.Se edificó a finales del siglo XIX. Este puente de hierro sustituyó al del 'perro chico', estructura giratoria llamada así por el peaje que había que pagar para utilizarlo: cinco céntimos. Este puente era levadizo, pero el Ayuntamiento selló sus hojas a finales de los años sesenta.Éste es el puente bilbaíno por excelencia, hasta el punto de aparecer en el escudo de la villa. Es anterior
a 1315, y a lo largo de su historia ha sido destruido por innumerables riadas, conocidas aquí como aguaduchos. Su nombre es debido a que, hasta la mitad del siglo XIX, enlazaba la plaza pública con la iglesia de San Antón, puesto que estaba ubicado aguas abajo del actual. En la Edad Media se cobraba un tributo por cada animal o mercancía que pasaba por él.Sus orígenes se remontan a 1560. Conocido como puente de Isabel II, fue destruido en 1866, pero nuevamente construido tras la Guerra Civil. Unía el paseo del Arenal con la anteiglesia de San Vicente de Abando, cuyos representantes hicieron todo lo posible por impedir su construcción para poner trabas a la anexión que querían llevar a cabo los bilbaínos.Es uno de los últimos puentes construidos sobre la ría; el único tablero que forma dicho puente se eleva a 148 metros de altura sobre las aguas y es sustentado por 28 gigantescas columnas a las que sirven de base las antiguas minas de Sílfide y Malaespera. Fue inaugurado en abril de 1995, y un mes antes su resistencia quedó demostrada cuando 24 camiones de 30 toneladas cada uno lo recorrieron sin parar durante cuatro horas.Inaugurado en 1936 tras cuatro años
de obras, sólo unos meses después era volado en la Guerra Civil.
Su principal característica es su estructura levadiza, que hoy sólo se abre en ocasiones puntuales; pero, años atrás, sus hojas se elevaban hasta una docena de veces al día. Supuso el inicio de la expansión de Deusto y el final de su pasado agrario.Edificado en piedra y ladrillo en la segunda mitad del siglo XIX tras ser demolido el inicial y rudimentario puente de madera. Fue destruido por las milicias republicanas en el asedio de las tropas franquistas a Bilbao. Tras la Guerra Civil fue reconstruido por Manuel Gil de Santibáñez.La ría es agua, pero no del todo clara. Pese a la mejora espectacular en su calidad medioambiental respecto a su reciente pasado industrial, queda mucho por hacer. De momento, hay peces. Lo peor está en el fondo.Extraño encanto en los restos cubiertos de limo de una gabarra en la dársena de Galdames, entre Sestao y Portugalete.Aún quedan grúas e industrias en la ría, como éstas de Sestao, en la margen izquierda.Mareómetro en el muelle de Churruca, cerca del puente Colgante.En los años setenta había ocho botes cruzando constantemente la ría a los pasajeros; hoy sólo queda alguno, como éste, entre Erandio y Baracaldo y entre Las Arenas y Portugalete.Niños de un club de remo junto al puente de Deusto.El Cuerpo de Bomberos vio en 1968 la necesidad de cubrir las emergencias que se podían producir en la ría. Para ello creó el grupo RUVE, cuyo nombre viene de las iniciales de los primeros bomberos que lo integraron: Romero, Urquijo, Vila y Eladio. Éstos son algunos de sus sucesores.
!["Decidimos escribir y retratar el nuevo Bilbao. El resultante de la remodelación de las márgenes de la ría. Queríamos mostrar la vida cotidiana de esta gran avenida de agua que cruza la villa, que le dio riqueza en el pasado, y turismo, belleza y 'glamour' en el presente. Lo que antes era una cloaca industrial es ahora el gran paseo de la ciudad. Y el Guggenheim [arriba], el transatlántico que llegó de Nueva York para remontarla".](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GHAPUT2WBZK33BMSJE3HKEALNQ.jpg?auth=4ee1936410421092f1d7b727b78aac0577d7849ed098696eb2227a7468e94884&width=414)
