En el camino de las Perdigueras recibió Don Quijote los primeros palos de los muchos que se llevó en el libro.Piedras, caminos y pueblos tienen en la ruta del 'Quijote' lances e historias que los sitúan. Como el castillo de Peñarroya, cercano al pueblo de Argamasilla.ALFREDO CÁLIZLa cueva de Medrano.ALFREDO CÁLIZLos campos de Montiel.ALFREDO CÁLIZUna de las calles de Alcalá del Ebro donde se localiza la ínsula Barataria.ALFREDO CÁLIZHoy, la ruta aparece salpicada de bares de carretera como éste, en Los Monegros.ALFREDO CÁLIZModernas e higiénicas cubas de vino en El Toboso. Poco que ver con los odres que rajó Don Quijote.ALFREDO CÁLIZEl dormitorio de Dulcinea, tal como lo han concebido en El Toboso, en la casa-museo dedicada a la mujer de los sueños del hidalgo.ALFREDO CÁLIZLos hermanos Seco, pastores y ganaderos, vecinos de Argamasilla de Alba.ALFREDO CÁLIZPastor en Campo de Criptana.ALFREDO CÁLIZJosé, funcionario, 'cabalga' de camino al trabajo, a primera hora de la mañana, en Argamasilla de Alba.El lienzo en el que dicen que se inspiró Cervantes para el protagonista de su novela de novelas. Cuelga en la iglesia de San Juan Bautista, en Argamasilla, donado por Rodrigo de Pacheco.ALFREDO CÁLIZAprovechando el último sol del otoño en El Toboso.ALFREDO CÁLIZComo el rocín, como el pollino, otro icono quijotesco: el galgo.ALFREDO CÁLIZPara iconos, éste: el molino. En Campo de CriptanaALFREDO CÁLIZLas medallas de Raimunda García, vecina de El Toboso, mujer convencida de que Don Quijote venía a su pueblo a rondar a Dulcinea.ALFREDO CÁLIZ
