Un grupo de militares filipinos rebeldes siembra de explosivos un centro comercial de Manila
Los sediciosos retienen al embajador de Australia y a dos estadounidenses
Un grupo de militares acusados hoy por el Gobierno filipino de preparar un golpe militar ha ocupado un centro comercial en el distrito financiero de la capital del país, Manila, y ha colocado una serie de trampas explosivas en las entradas de las tiendas del Ayala Center Shopping Mall, ha indicado la policía y testigos presenciales.
Las últimas informaciones, facilitadas por la agencia Reuters, señalan que los sediciosos retienen al embajador de Australia y a dos estadounidenses. Representantes de este grupo han leído un comunicado grabado en vídeo y difundido por la cadena de televisión ABS-CBN en el que exigen la salida del Gobierno filipino.
En el texto, los sublevados acusan al Gobierno de vender armas al grupo separatista musulmán Frente Moro Islámico de Liberación (FMIL) y aseguran que la presidente del país, Gloria Macapagal Arroyo, planeaba declarar la ley marcial en agosto utilizando como pretexto una serie de atentados en la capital para continuar en el poder una vez que expire su mandato a fines de 2004.
Los militares se han identificado como el grupo Magdalo, nombre de una banda de revolucionarios filipinos que luchó contra los españoles en el siglo XIX.
La presidenta de Filipinas aseguró con anterioridad a estos acontecimientos que su Gobierno había descubierto una conspiración fomentada por unos 70 oficiales. "Las fuerzas armadas y la policía filipinas, siguiendo mis órdenes, han lanzado una operación para detener a un pequeño grupo de oficiales subalternos y soldados que han desertado de sus puestos y se han llevado armas de forma ilegal", señaló. Un anuncio que confirmaba los rumores que apuntaban a un intento de golpe de Estado.
Apoyo de los militares al Gobierno
"En nombre del espíritu de diálogo y comprensión" el Gobierno ha ordenado a estos oficiales que se mantengan dentro de la legalidad, dijo Macapagal Arroyo, quien se ha reunido con altos mandos del Ejército en el palacio presidencial.
Sin embargo, dada la actitud de los militares rebeldes, que "han roto la ley", serán "juzgados por tribunales militares", afirmó. "Son fugitivos perseguidos por la justicia militar", concluyó. El jefe del Estado Mayor, Narciso Abaya, ha expresado el apoyo de los militares a la presidenta.
Esta mañana el líder espiritual más influyente de Filipinas, el cardenal arzobispo de Manila, Jaime Sin, ya había denunciado en una pastoral "complots en marcha para desestabilizar nuestra sociedad y minar y, si es posible, derrocar, las instituciones democráticas de nuestro país".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.