Arropado por medio millón de personas, delegaciones de 118 países, 11 jefes de Estado y Gobierno y el príncipe de Asturias, Lula ha jurado su cargo como presidente de Brasil. En la imagen, levanta su mano junto al mandatario saliente Fernando Henrique Cardoso.APEl pasado domingo 27 de octubre, con una mayoría de casi 20 millones de votos, el izquierdista Lula obtuvo la victoria electoral más arrolladora de la historia de Brasil. Luiz Inácio Lula da Silva, candidato del Partido de los Trabajadores (PT), ha alcanzado la presidencia después de tres derrotas anteriores. (EPA)EPASimpatizantes del Partido de los Trabajadores tomaron las calles al conocer que los primeros resultados daban la victoria al ex sindicalista Lula. Cerca de 50 millones de brasileños viven en la pobreza. Ellos han apostado por Lula. (AFP)AFPLula y su dividido Partido de los Trabajadores eran claros favoritos en las encuestas desde el inicio de la campaña. El lema: Lula, paz y amor. En su discurso de la victoria, el nuevo presidente proclamó que "la esperanza ha vencido al miedo en Brasil". (REUTERS)REUTERSLos pronósticos de quienes auguraban una caída de Lula en la segunda vuelta fueron a dar al cesto de la basura, junto con la estrategia del miedo del candidato oficialista, Jose Serra (en la foto), que solo hizo daño a la imagen y a la economía de su país. (AP)APLa jornada electoral transcurrió con normalidad, aunque 45.000 efectivos del Ejército y policías patrullaron las calles para evitar un complot de los narcotraficantes. Los disturbios de los últimos días amenazaban la convocatoria electoral. (REUTERS)La jornada electoral transcurrió con normalidad, aunque 45.000 efectivos del Ejército y policías patrullaron las calles para evitar un complot de los narcotraficantes. Los disturbios de los últimos días amenazaban la convocatoria electoral. (REUTERS)REUTERSCon un sistema electoral totalmente computarizado, con una tecnología que ya quisiera para sí EE UU, Brasil demostró mucho más que sus avances cibernéticos en esta jornada electoral. (AP)APA pesar de sus contrastes de pobreza y riqueza, Brasil sigue siendo un país de aspiraciones. "Antes, a Lula se le consideraba un analfabeto, pero ya no", dice Diogo Gramacho, un joven estudiante que vive en la favela de Orquídeas, São Bernardo, la ciudad industrial en la que Lula comenzó su carrera política. (AP)APEl presidente cubano Fidel Castro habla con Lula en una reunión de estudiantes en La Habana. La victoria del brasileño supone el primer viraje hacia la izquierda que se registra en América Latina en dos décadas. El triunfo de un candidato socialista en una de las principales economías del mundo en desarrollo supone un desafío a la ortodoxia neoliberal. (REUTERS)REUTERSLula hace el signo de la victoria junto a su esposa tras votar en un colegio de Sao Bernardo do Campo en la segunda vuelta electoral. La victoria de Lula tiene muchas lecturas, y una de ellas es que con él ganó la idea de que tienen que existir alternativas al actual modelo económico que impera en la región.(AP)APEl dirigente izquierdista se dirige a una multitud durante un acto de su campaña para el Gobierno del Estado de Sao Paulo. Lula ha cambiado su discurso con el paso de los años y, muy particularmente, en esta campaña, conforme se dio cuenta de que la victoria estaba a mano. Su recorrido hacia el centro político puede servir de manual de campaña a muchos otros políticos de izquierda. (AP)AP
