Un jefe del cuerpo antiterrorista italiano, primer policía inculpado por la violencia en Génova
Silvio Berlusconi no comparecerá ante la comisión parlamentaria que investiga los incidentes ocurridos durante la cumbre del G-8
Los magistrados han decidido citar a Perugini tras haber visto un vídeo en el que el inculpado, vestido de civil, daba una fuerte patada a un joven manifestante que estaba en el suelo, y que había sido golpeado con anterioridad por otros policías.
Según las mismas fuentes, la citación de Perugini por este cargo no significa que sea inculpado bajo otra acusación. Los jueces no han llegado a identificar al manifestante afectado, y por lo tanto no saben si las heridas que muestra el vídeo fueron causadas por Perugini
Primer policía inculpado
El jefe adjunto de la policía antiterrorista de Génova es el primer policía inculpado por la justicia por la violencia que tuvo lugar durante la cumbre de los siete países más ricos del mundo y Rusia y que se saldó con la muerte de Carlo Giuliani y centenares de heridos.
El carabinieri autor del disparo mortal ha sido también inculpado de homicidio, aunque en su caso se trataba simplemente de un joven que realizaba su servicio militar obligatorio.
Tres altos funcionarios de la policía han sido trasladados de sus puestos por el ministro del Interior, Claudio Scajola, dentro del marco de medidas disciplinarias.
Berlusconi no comparecerá ante la Comisión
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, no comparecerá ante la comisión parlamentaria que investiga los incidentes ocurridos durante la cumbre del G-8 de Génova (20 al 22 de julio), tras ser rechazada la petición formulada por la oposición de centroizquierda.
Sin embargo, la comisión parlamentaria que investiga los enfrentamientos registrados entre policías y manifestantes durante la cumbre del G-8 de Génova ha convocado, hoy, a los ministros de Asuntos Exteriores e Interior del actual Gobierno, así como a sus predecesores.
Con esta convocatoria, la presidencia de la comisión rechazaba la comparecencia del primer ministro, Silvio Berlusconi, solicitada por la oposición de centroizquierda, así como la de su antecesor, Giuliano Amato, reclamada por la mayoría conservadora.
