El 63% de estadounidenses aprueba la gestión de Bush en sus primeros 100 días de mandato

El presidente estadounidense George Bush consigue un aprobado global en sus primeros 100 días en la Casa Blanca. Así, la nota que consigue Bush es ligeramente superior a la conseguida en el mismo periodo por el demócrata Bill Clinton pero se coloca por debajo de la obtenida por la administración del republicano Reagan en sus tres primeros meses de gobierno.

La nota más alta la obtiene Bush en materia internacional (un 62% la aprueba). La recién resuelta crisis del avión espía, que enfrentó a Washington con Pekín, ha reforzado el papel de estadista de Bush, aspecto en el que menos confiaba la sociedad estadounidense cuando éste era todavía candidato.

El mantenimiento de una economía fuerte es la preocupación más importante de los estadounidenses. En las primeras semanas de mandato republicano, un 70% calificaba la economía como "buena" o "excelente" mientras que el porcentaje que sigue pensando lo mismo ahora se ha reducido en un 20%.

Por otro lado, un 53% opina que la reducción de impuestos programada por la administración Bush beneficiará más a las clases pudientes que a los que tienen niveles más bajos de renta. Ya el pasado marzo, un 58% de encuestados creía firmemente en la posibilidad de un parón en el crecimiento económico, mientras que un 48% consideraba remota la posibilidad de una recesión.

En materia educativa, el 60% de los estadounidenses consideran positiva la política del presidente, mientras que menos de la mitad (un 47%) dan el visto bueno a su política medioambiental que se resume en su negativa a la firma del Protocolo de Kioto, que aboga por la limitación de la emisión de gases contaminantes. De esta manera, tres de cada cinco americanos consideran que el presidente Bush se preocupa más por los intereses de los grandes grupos de poder o multinacionales que por los de la gente corriente. De hecho, sólo uno de cada seis estadounidenses considera que la política republicana de protección medioambiental está por encima de las prioridades conservadoras relativas al crecimiento económico y al desarrollo energético.

Poco más de la mitad de los encuestados (un 53%) opina que el republicano es un líder sólido. Pese a ello, tres de cada cinco estadounidenses confían en la capacidad de Bush para afrontar con seguridad los retos presidenciales de los próximos cuatro años.

A la pregunta de si "Bush entiende los problemas de gente como usted" -un área donde el demócrata Clinton siempre sacó buenos resultados incluso en su últimos tiempos en la Casa Blanca, salpicados de escándalos- los estadounidenses se muestran bastante divididos. Sólo un 47% de encuestados ve al presidente cercano a sus problemas más cotidianos, mientras que un 51% considera que no.

Respecto al lento, tedioso y controvertido recuento del estado de Florida en las pasadas elecciones de noviembre, que otorgó la presidencia al republicano, dos de cada cinco estadounidenses que entonces votaron por el candidato demócrata Al Gore consideran que Bush fue elegido legítimamente.

En cuanto al papel del Congreso -de mayoría republicana- en el último año, un 58% de encuestados aprueba su gestión. Esta es la calificación más alta dada a este órgano en la última década. Sin embargo, un 60% considera que los congresistas conservadores deberían pactar con los demócratas en las áreas donde actualmente hay más desacuerdo.