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Dakota Johnson se sincera sobre el caótico rodaje de ‘50 sombras de Grey’ y sus batallas con la escritora de la saga

La actriz asegura que se sumó al proyecto que la lanzó al estrellato pensando que iba a hacer una película muy diferente y culpa a E.L. James de querer imponer su visión. “Yo era joven, así que tenía miedo. Se convirtió en una locura”

La actriz Dakota Johnson, en la presentación de 'The Lost Daughter', el pasado mes de noviembre en California.Foto: Amanda Edwards
El País

La saga 50 sombras de Grey lanzó a la fama a la actriz Dakota Johnson, pero el resultado final dista mucho de ser lo que ella tenía en mente. “Firmé para hacer una versión muy diferente de la película que acabamos haciendo”, ha asegurado Johnson en una entrevista a la revista Vanity Fair en la que ha hablado del caótico rodaje. “Hubo muchos desacuerdos diferentes. No he podido hablar de esto con sinceridad nunca”, ha añadido la artista. Ahora lo ha hecho en una larga entrevista. “Está claro que Johnson ha sopesado lo que quiere decir”, escribe Britt Hennemuth, el periodista que la firma. “Lo que sigue a continuación es un desahogo”.

Johnson cuenta que el rodaje de la película fue “complicado”. No es el único adjetivo que lanza, también desliza palabras como loco y psicótico. “Yo era joven, tenía 23 años”, relata nueve años después, “así que tenía miedo. Se convirtió en una locura”. Al ser preguntada sobre si el problema provenía del estudio, de los directores o de una mezcla de factores, la intérprete señala la última opción con un lacónico “Fue un combo”. Pero después apunta a una persona en concreto: “También fue por la autora de los libros”.

E.L. James era asistente de dirección y había trabajado como ejecutiva de televisión. En la primera década de los 2000, durante su tiempo libre, escribió un fanfiction (ficción derivativa que realizan los fans sobre una obra original) de Crepúsculo, añadiendo sexo y quitando vampiros a la ecuación. Ese sería el embrión de 50 sombras de Grey, libro que lanzó en 2011 y cuya serie ha vendido más de 31 millones de copias en todo el mundo. Su pasado en el mundo de la televisión y el cine puede haber hecho que la autora tuviera las cosas muy claras respecto a cómo tenía que adaptarse su novela.

“Tenía mucho control creativo”, explica Johnson sobre la autora. “Todo el día, todos los días, exigía que ciertas cosas sucedieran”. La hija de los también actores Melanie Griffith y Don Johnson explica que había pasajes y recursos que tenían sentido en un libro, pero que era absurdo trasladar a la película, “como el monólogo interior, que a veces era increíblemente cursi. No funcionaría si se dijera en voz alta”. La película incluye monólogos interiores de su protagonista Anastasia Steele, interpretada por Johnson. “Siempre era una batalla. Siempre”, añade.

Dakota Johnson alcanzó la fama mundial tras el estreno de esta película, que definió la imagen pública de sus protagonistas en los años venideros. Ella se ha ido desprendiendo de esa imagen con los años a golpe de entrevista y con otros proyectos cinematográficos. La actriz, que es codirectora creativa de la empresa de juguetes sexuales Maude, le dice a Vanity Fair que la razón por la que hizo esas “grandes películas de desnudos” es porque se considera una “persona sexual”.

Pero las cosas no fueron como pensaba. La película recibió críticas por ser mucho más conservadora de lo que se esperaba y puede que lo caótico del rodaje tuviera algo que ver. Johnson consiguió un papel de tres películas como Anastasia Steele frente a un Christian Grey que en un primer momento iba a interpretar Charlie Hunnam (Sons of Anarchy). El guionista Patrick Marber, que había firmado filmes como Closer, se encargaba del libreto. Pero cuando Hunnam acabó abandonando el proyecto, alegando problemas de agenda, la escritora se enfureció tanto, dice Johnson, que desechó su guion.

Jamie Dornan sustituyó a Hunnam. Irónicamente, los rumores sobre el rodaje en el momento apuntaron a una supuesta enemistad entre los dos protagonistas, algo que ella desmiente en la entrevista. “Nunca hubo un momento en el que no nos lleváramos bien”, dice. “Le quiero tanto, tanto, tanto. Y realmente nos apoyamos el uno al otro. Teníamos que confiar en el otro y protegernos mutuamente”.

Los dos actores formaron equipo junto a la directora Sam Taylor-Johnson para tratar de rescatar parte del guion original. Pero E.L. James tenía otros planes. “Hacíamos las tomas de la película que Erika [nombre de pila de la autora] quería hacer, y luego hacíamos las tomas que queríamos hacer nosotros”, lamenta Johnson. “La noche anterior, reescribía las escenas para poder añadir una línea aquí y otra allá. Era un caos todo el tiempo”. La única escena de Marber que llegó a pasar la criba de la escritora, asegura la actriz, es la negociación en la que Anastasia y Christian esbozan su contrato sexual. “Y es la mejor escena de toda la película”, opina.

En un momento dado, el periodista le pregunta a la actriz si se arrepiente de haber participado en la saga. “No. No creo que sea una cuestión de arrepentimiento. Si lo hubiera sabido...”, se interrumpe. “Si hubiera sabido en ese momento que iba a ser así, no creo que nadie lo hubiera hecho. Habría sido como, ‘Oh, esto es psicótico’. Pero no, no me arrepiento”.

Esta es la primera vez que Dakota Johnson habla abiertamente de su experiencia con la película que la lanzó el estrellato, y aunque llega a ser bastante sincera, asegura que no ha dicho todo lo que podría. “Hay cosas que todavía no puedo decir porque no quiero dañar la carrera y la reputación de nadie”, añade a la vez que se esfuerza por poner un toque positivo a la experiencia. “Erika es una mujer muy agradable, siempre fue amable conmigo y le agradezco que quisiera que estuviera en esas películas. Mira, fue genial para nuestras carreras”, asegura. “Tan increíble… Una gran suerte. Pero fue raro. Tan, tan raro”.

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