El heredero de los derechos dinásticos de la depuesta monarquía Serbia renuncia a favor de su hermano para poder vivir en Sevilla
Pedro Karadjordjevic ha firmado el traspaso de poderes a Felipe en la Casa de Pilatos pero su padre, Alejandro, afirma que no se ha llevado a cabo “correctamente”
Sevilla se ha convertido este fin de semana en un curioso foco de interés para una aristocracia perdida y casi olvidada, pero que estos días salta a la palestra por una peculiar renuncia: la del supuesto heredero de Serbia, un país sin corona desde hace más de 75 años. Aunque perdió el trono tras la Segunda Guerra Mundial, la familia Karadjordjevic aún lucha por restaurar la monarquía en el país. Un objetivo por el que brega desde hace años el actual jefe de la autodenominada casa real de Karadjordjevic, Alejandro, y que hasta ahora recaía también en su primogénito, Pedro. Sin embargo, este último ha decidido renunciar a sus derechos y cedérselos a su hermano mediano, Felipe, en una ceremonia íntima celebrada en la Casa de Pilatos, en Sevilla, ciudad en la que pasa gran parte del tiempo junto a su familia.
Los motivos de Pedro Karadjordjevic son claros: formar una vida en Andalucía, a la que considera casi una tierra natal. Porque allí vive desde los años ochenta su madre, la princesa María de la Gloria de Orleans-Braganza. Nacida en Brasil, la conexión de María de la Gloria con España es intensa desde hace décadas. Su madre era hermana de María de las Mercedes de Borbón, la madre del emérito Juan Carlos I, por lo que ellos son primos hermanos. De hecho, su primer matrimonio con Alejandro, el pretendiente del (inexistente) trono serbio, tuvo lugar en Villamanrique de la Condesa, provincia de Sevilla, en 1972. Tras divorciarse de Alejandro, se casó de nuevo en Sevilla, en 1985. Desde 2003 es también duquesa de Segorbe.
Si hace décadas que María de la Gloria de Orleans-Braganza vive en Sevilla con su esposo, ahora Pedro (nacido en Chicago, EE UU, hace 42 años) deja clara su intención de seguir ese camino. Él mismo ha explicado en un comunicado que “el interés de la dinastía es que el heredero viva en Serbia junto al pueblo”, pero él no tiene intención de hacerlo. “Mi hermano, el príncipe Felipe, se ha establecido con su familia en nuestra patria, donde nació su primogénito, el príncipe Esteban. Yo continuaré con mi vida en Sevilla, como hasta ahora”, ha asegurado. Mientras que Felipe (de 40 años, nacido en Falls Church, Virginia, y que tiene un hermano mellizo algo menor, llamado Alejandro) tiene una trayectoria personal en Serbia, Pedro, soltero y sin hijos, vive en Sevilla desde que tenía dos años, aunque más tarde estudió en Londres y Suiza, para luego volver a trabajar en la capital británica y asentarse finalmente en la capital hispalense.
Los vínculos de la familia Karadjordjevic con la aristocracia y las monarquías europeas vienen de lejos y continúan siendo estrechos. El príncipe Alejandro, padre de Pedro y Felipe, es primo de la reina doña Sofía, y su abuela era una tía de Juan Carlos I. Además, es ahijado de Isabel II de Inglaterra. Felipe, el nuevo poseedor de los derechos dinásticos, es también ahijado de la emérita Sofía, que acudió a su boda con Danica hace cinco años.
En el acto de renuncia, ocurrido este pasado viernes, Pedro Karadjordjevic estuvo acompañado de varios testigos, según informa la revista serbia Cord, entre ellos su propio hermano Felipe y la esposa de este, Danica. Con ello se puso de manifiesto y se ha materializado el deseo de Pedro de que tanto él como todos sus descendientes nacidos fuera o dentro del matrimonio no tengan ningún tipo de derecho como pretendientes al trono, aunque no ha rechazado seguir perteneciendo a la casa real. “No renuncio a los derechos de heredar el nombre, la pertenencia a la casa real, el título de príncipe y todos los demás derechos y obligaciones que la ley y la tradición dan e imponen a un miembro de la familia”, ha señalado el príncipe.
La familia Karadjordjevic se ha referido a la decisión de Pedro en su cuenta oficial de Instagram. En ella, a través de un comunicado, su padre, Alejandro, asegura que el tema en cuestión se ha planteado “demasiado rápido” y que aunque “agradece su honestidad”, el procedimiento no se ha llevado a cabo “correctamente, de acuerdo con la tradición y las normas de la familia real, así como las reglas de la familia, escritas durante el reino” y a las que “todos los miembros” deben adherirse.
Serbia es una república parlamentaria. Cuando acabó la I Guerra Mundial pasó a formar parte del reino de Yugoslavia, pero al acabar la II Guerra Mundial entró dentro de la república del mismo nombre hasta el año 2006, cuando se independizó. La casa de Karadjordjevic reinó en el país durante dos décadas de mediados del siglo XIX y luego a partir de 1903, tras el asesinato de Alejandro I de Serbia, de la casa Obrenovic, su rival directa. El último rey fue Pedro II, padre del actual Alejandro, hasta 1945, cuando se instauró la república. Entonces la familia decidió exiliarse a Londres, donde nació Alejandro y donde ha pasado gran parte de su vida.
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