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Eva Hache: “Soy valiente y un poco descerebrada”

La presentadora y actriz cómica debuta como directora de una película con el apoyo de sus amigos Álex de la Iglesia y Carolina Bang tras un parón profesional provocado por la pandemia

Eva Hache, en Madrid el pasado diciembre.
Eva Hache, en Madrid el pasado diciembre.Borja B. Hojas (Getty Images)

Que no engañe esa voz pizpireta y su carácter parlanchín. Eva Hache (Segovia, 1972) siempre va a sacar a relucir el humor mordaz que tanto le caracteriza. Si se le pregunta por su grupo de música, Vintache —fundado en 2018 junto al pianista Pepe Valencia y el DJ Álvaro Rivero—, suelta con ironía: “Estábamos pensando el otro día en hacer conciertos en aviones porque parece que ahí no pasa nada. Hacer algo así como un festival o unas líneas aéreas Vintache”. Pero detrás de la broma hay escondido un devastador panorama: “Menos mal que los tres tenemos otros trabajos para tener ingresos porque realmente los músicos ahora mismo lo están pasando fatal”.

La comediante relata con un tono más serio que ha estado sin trabajar desde que finalizaron las grabaciones del programa de Televisión Española La paisana. Pero rápidamente irrumpe su optimismo: “En nuestra profesión la incertidumbre ha estado siempre presente, con lo cual cuando tengo temporadas sin trabajo no me pilla tan desprevenida y siempre pienso que son fases”. Y precisamente esa última etapa de sequía laboral acabó cuando recibió una llamada inesperada del director Álex de la Iglesia durante el confinamiento. Le propuso dirigir Idiotizadas, la adaptación cinematográfica del cómic de Moderna de Pueblo, equipo formado por Raquel Córcoles y Carlos Carrero.

Presentadora, actriz y conocida sobre todo por su faceta cómica, Hache afronta ahora un nuevo rumbo profesional. Un sueño que no esperaba cumplir tan pronto y menos de la mano de Pokeepsie Films, la productora que De la Iglesia capitanea junto a su esposa, la actriz Carolina Bang: “No se lo había dicho a Álex nunca. Ha sido un milagro de la ciencia infusa que él supiera que iba a decirle que sí”. Los tres son amigos pero no habían trabajado juntos antes, algo que ahora le parece lo mejor que le puede pasar en la vida, “por la sabiduría de Álex, su valentía y su experiencia” y “por el talento que tiene Carolina a la hora de producir”. “Me hace estar relajadísima y sabiendo que todo va a estar perfecto”, dice sobre la intérprete.

Hache adquirió algo de experiencia en eso de dar órdenes a los actores cuando rodaba la serie Web Therapy para #0 en 2016; eran los comienzos del canal de Movistar Plus y el equipo era pequeño, por lo que había que hacer un poco de todo. Para su salto a la gran pantalla está “pensando mucho y viendo muchas películas” y además ha asistido como alumna al rodaje de Veneciafrenia, el nuevo proyecto de De la Iglesia que se rueda estos días en la capital del Véneto. “Me he ido a hacer ahí un poco de cursillo”, comenta riéndose para luego expresar la gran responsabilidad que han dejado en sus manos pues, como señala, Moderna de Pueblo es muy conocida en España y fuera de sus fronteras.

El debut de Hache como directora está siendo extraño por los tiempos que corren, donde la presencialidad es complicada. No obstante, no echa en falta el contacto laboral. Sí que echa de menos el reunirse con sus familiares y amigos, a los que hace meses que no ve, pero reconoce que a raíz de la pandemia ha aprendido una valiosa lección: “Como decía Pepín Tre, lo más importante es tener salud. Con eso me conformo”.

Y dentro de esta nueva normalidad las llamadas y videoconferencias de trabajo se entremezclan con la cotidianidad de una casa: “Un momento, por favor. Que me llaman al telefonillo… No, estoy al teléfono, Jöns… Perdóname, que tenemos el portero automático escacharrao y está mi marido gritándome desde abajo”, se disculpa riéndose de la cómica situación. La presentadora está casada con el actor sueco Jöns Andres Papila, con el que tiene un hijo, Teo, de 10 años. Ahora mismo ellos y la película que va a dirigir son su prioridad: “Tengo toda la carne en el asador de Idiotizadas y no tengo mucho más en qué pensar, la verdad. A parte de conciliar mi vida diaria como mujer, madre y amiga”.

La presentadora Eva Hache y su marido Jons Andres Papila, en Madrid en 2017.
La presentadora Eva Hache y su marido Jons Andres Papila, en Madrid en 2017.GJB (GTRES)

Lo que sí tiene más desatendidas son las redes sociales, en las que en más de una ocasión ha protagonizado titulares por expresar sus opiniones. “Estoy bastante lacia en redes sociales. También me he tomado el confinamiento como un momento más de escucha que de exposición de cosas. Creo que ahora mismo mi labor en redes sociales es más relajante que otra cosa”, explica. También es comedida sobre la actual situación política: “Creo que tiene que ser muy duro levantarse por la mañana en la piel de un político con responsabilidad ahora mismo”. Cabe recordar que la comediante se presentó a las elecciones generales de 2008 junto a colaboradores del programa Noche Hache, aunque pronto se retiraron de la carrera hacia La Moncloa. “Aquello fue una maniobra de promoción. Fue muy divertido y sobre todo fue muy interesante a la hora de ver cómo es un proceso electoral desde dentro. Pero en ningún momento tuvimos pretensiones de lograr representación”, recuerda, a la vez que añade suspirando: “Menos mal. Me parece dificilísima la política”.

A pesar de estudiar Filología inglesa, decidió poner rumbo al mundo del entretenimiento. Comenzó en teatro, pero su verdadero salto a la fama fue como monologuista en programas como El club de la comedia. El humor siempre ha sido su punto fuerte y el que la ha llevado a ser una de las pocas mujeres en dirigir un late night. Ahora quienes copan este tipo de programas son hombres. Hache indica que “la televisión en España sigue siendo muy tradicionalista, muy conservadora y los productores en su mayoría todavía siguen siendo hombres”, además de que se suele buscar un perfil de presentadora “agradable, poco guerrera y quizá un poco florero” que se niega a representar: “No tengo mucho deseo de hacer algo que yo no soy”.

Fue humorista en un momento en el que primaban los hombres, presentadora cuando se apostaba más por ellos y ahora directora en una época en la que las mujeres luchan por tener más presencia en el cine. “¿Soy valiente? Sí. ¿Un poco descerebrada? También. Y nunca me he amedrentado por ser chica o por ser mujer, ni siquiera desde niña. Entonces llámalo inconsciencia o llámalo normalidad. A mí me gustaría llamarlo normalidad”, concluye.

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