La historia que esconde el anillo que Dodi Al Fayed regaló a Lady Di
Alberto Repossi, el prestigioso joyero de la realeza, asegura que la pareja eligió la valiosa joya como regalo de compromiso
Alberto Repossi, el prestigioso joyero de la realeza, se convirtió en una pieza clave de la investigación de la muerte de Diana de Gales y Dodi Al Fayed en un accidente de tráfico en la capital francesa hace 23 años. Sostiene que de sus talleres salió el anillo de compromiso que el empresario pensaba regalar a la princesa aquella trágica noche. Su testimonio, que vio la luz una década después, refuerza la versión que siempre ha mantenido Mohamed al Fayed, el padre de Dodi. Ahora, el orfebre ha recordado aquel suceso que conmocionó al mundo y que cambió a la monarquía británica, en una entrevista con el diario italiano Corriere de la Sera, en la que también ha afirmado que la pareja le confesó que tenía previsto anunciar su compromiso poco después del fatal choque que acabó con la vida de ambos.
Repossi declaró por primera vez en 2007, en una entrevista con el diario La Stampa que la sortija en forma de estrella y con cinco diamantes que Al Fayed iba a regalar a Diana era un anillo de compromiso. También señaló que en su día entregó a la policía pruebas de ello, como la copia del recibo que dio a una secretaria del empresario y en la que aparecía claramente escrito el tipo de alianza que era. Además, contó que funcionarios de Scotland Yard que trabajaban en la investigación de la muerte de la pareja le presionaron para que cambiara la declaración y negara que el anillo fuese de pedida.
El joyero reveló que Diana eligió la sortija de la colección Dis Moi Oui (Dime sí), durante una visita a su tienda de Montecarlo, a comienzos de agosto de 1997, y que Dodi fue a recogerlo poco antes del accidente a su joyería de París. “Sin tan siquiera entrar en la tienda la princesa señaló un anillo que la había cautivado”, ha explicado ahora Repossi. Y ha declarado que días después se reunió con la pareja en privado, en un hotel de Saint-Tropez, para concretar los detalles de la venta de la joya. Él acudió a la cita con otras monturas para la alianza que consideraba “más importantes para una mujer de su tiempo en el centro de atención de los medios globales”. Pero Diana, según cuenta, las rechazó de inmediato por su primera elección. “Este está bien”, dijo, según él.
En ese encuentro, el joyero mantiene que los dos le confesaron que tenían previsto anunciar próximamente su compromiso y que por eso necesitaban que la alianza estuviera lista para una fecha precisa. “Me pidieron retirar el anillo, adaptado a la medida de la princesa, el 30 de agosto porque dijeron que el 1 de septiembre harían un anuncio importante, un compromiso”, ha indicado. “No fue sencillo adaptar el modelo a su medida, tuve que enviarlo a la fábrica, que estaba cerrada en agosto, pero frente a la mujer del momento, todo era posible. Ellos fueron expresamente desde Cerdeña a París para recogerlo”, ha añadido.
“Ella estaba hermosa, parecía serena, aunque no radiante. El que estaba más emocionado era él, Dodi, más incluso que yo, que me encontraba frente a la mujer más perseguida y admirada del momento. Cuando él vino a retirar el anillo a la Place Vendome incluso bromeamos sobre el nombre de la colección, ese ‘Dime que sí”, ha explicado el joyero.
Y ha asegurado que entonces se comprometió a mantener la discreción y a no hablar sobre el asunto. Se decidió a revelar los detalles años más tarde, tras la publicación del libro de Trevor Rees-Jones, el guardaespaldas de la pareja que contó su versión de los hechos en unas polémicas memorias. “En el libro, el guardaespaldas que se quedó sin memoria recordaba que Dodi nunca recogió ningún anillo. Y es imposible porque se lo entregué yo mismo”, ha señalado Repossi. Y ha añadido: “Entonces llamé al viejo Al Fayed y le dije que era el momento de hablar y de poner a salvo las pruebas de la retirada efectiva del anillo, pocas horas antes del accidente. La visita de su hijo a la tienda quedó grabada por las cámaras de seguridad y guardamos inmediatamente aquella grabación en una caja fuerte”.
Ahí comenzó una larga temporada de interrogatorios. Viajó a Londres en dos ocasiones, también con su esposa, para sentarse frente a los investigadores de Scotland Yard que llevaban el caso. “En el último interrogatorio entendí que habría sido mejor si hubiera cambiado mi versión, para salir de toda esa red de presiones”. Así que puso el asunto en manos de un abogado y presentó una reclamación. “Me respondieron de Londres diciendo que nadie había intentado sugerirme que cambiara de versión, que debió de tratarse de un malentendido con la traducción”, ha dicho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.