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La moda cambia sus prioridades por el coronavirus

Los nombres más poderosos del lujo, el textil y la cosmética aportan donaciones contra la pandemia en un entorno marcado por la incertidumbre

Tres modelos desfilan para Chanel en la semana de la moda de París,
Tres modelos desfilan para Chanel en la semana de la moda de París,PIETRO D`APRANO (Getty Images)
Carlos Primo

La crisis global desatada por el coronavirus muestra ya sus efectos en la moda, la industria global por excelencia. Cuando el diseñador Giorgio Armani tomó la decisión de celebrar su desfile en Milán a puerta cerrada el pasado 23 de febrero, Europa apenas empezaba a tomar conciencia de la gravedad de una situación que se fue complicando día a día. La semana siguiente, en París, A.P.C., Agnès B. y Sandro cancelaban sus desfiles y las principales marcas suspendían sus eventos asociados. Pocas semanas después, el índice MSCI Europe indicaba que el valor del mercado de textiles, prendas y artículos de lujo mostraba caídas del 23% y de 152.000 millones de dólares entre el 17 de enero y el 11 de marzo. A su vez, la Asociación de Creadores de Moda de España, presidida por Modesto Lomba, anunciaba esta semana en un comunicado que sus socios estiman pérdidas durante el mes de marzo por valor de 90 millones de euros.

A la espera de lo que suceda en las próximas semanas, con el consumo bajo mínimos, el turismo suspendido en buena parte de Europa, el músculo económico de la industria de la moda y el lujo se ha puesto al servicio de la causa. Un ejemplo cercano es Inditex. La empresa de Amancio Ortega anunció, tras presentar sus resultados el pasado lunes, que está en condiciones de convertir parte de su capacidad de fabricación textil a producción de material sanitario, como batas. La ingente estructura logística de la empresa gallega también servirá para dar apoyo logístico a las compras de material realizadas por el gobierno, y a donaciones propias, esta semana, de “300.000 mascarillas quirúrgicas protectoras”.

Amancio Ortega, dueño de Inditex.
Amancio Ortega, dueño de Inditex.Efe

Aprovechar el músculo productivo de la industria para suplir la carencia de material sanitario es un movimiento casi natural en una época en que escasean los pedidos y el consumo. Según relataba la agencia Efe el pasado miércoles, dos fábricas búlgaras que habitualmente confeccionan prendas para firmas de lujo como Moncler o Burberry han adaptado su línea de producción a la fabricación de trajes de protección sanitaria y mascarillas. Otro de los pilares del lujo, la cosmética, también pone su parte. Las plantas de producción en suelo francés de LVMH, donde se elaboran perfumes y cosméticos de firmas como Dior, Givenchy o Guerlain, producirán de forma excepcional gel desinfectante gratuito para los hospitales franceses y las autoridades sanitarias. A su vez, el pasado martes la multinacional española de moda y fragancias Puig, cuyas marcas incluyen nombres tan conocidos como Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier o Paco Rabanne, confirmó igualmente que colaborará con el Gobierno español en la fabricación de desinfectante. La asociación Stanpa, que agrupa a buena parte del sector de la perfumería y la cosmética, indicó en un comunicado que “las principales compañías del sector, sean o no fabricantes de este tipo de productos, están transfiriendo de forma inmediata capacidades de producción de perfumes, tintes u otros productos con alcohol a la fabricación de soluciones hidroalcohólicas”.

La reconversión productiva del sector con fines sanitarios no es el único gesto que ha llevado a cabo la industria del lujo. También las donaciones están desempeñando un papel importante, especialmente en Italia, donde la región más afectada, Lombardía, concentra también buena parte de las firmas más relevantes. “Milán es una ciudad que nos ha dado cosas extraordinarias. No podemos y no debemos abandonarla. El deber de todos es aportar a una ciudad que nos ha dado tanto”. Las palabras en Instagram de Remo Ruffini, consejero delegado de la firma de lujo Moncler, acompañaban al anuncio de la donación de 10 millones de euros para construir un nuevo hospital en Milán con 400 unidades de cuidados intensivos, pero son extensibles a otros compañeros de profesión. Giorgio Armani ha donado 1,25 millones a cuatro hospitales. Donatella Versace y su hija Allegra, 200.000 euros a título personal a la UCI del hospital San Raffaele hospital de Milán. Miuccia Prada, Patrizio Bertelli y Carlo Mazzi, respectivamente co-consejeros delegados y presidente de Prada, han donado dos unidades de cuidados intensivos a cada hospital milanés. Domenico Dolce y Stefano Gabbana han aportado fondos a la universidad Humanitas de Italia para la investigación de soluciones médicas al coronavirus. Y varios gigantes del sector como LVMH, Kering, Richemont y Hermès han realizado cuantiosas donaciones a la Cruz Roja China y a fundaciones implicadas en la lucha contra el coronavirus.

Giorgio Armani, a su llegada al último desfile de su firma, celebrado el 23 de febrero de 2020.
Giorgio Armani, a su llegada al último desfile de su firma, celebrado el 23 de febrero de 2020.ALESSANDRO GAROFALO (Reuters)


Mientras tanto, la incertidumbre afecta a la intensa actividad social que rodea al mundo del lujo. La Gala del Met, el gran evento anual convocado por Anna Wintour en Nueva York, ha sido aplazada sin fecha y varias firmas han cancelado sus desfiles programados para las próximas semanas.

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Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

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