Una batidora de 1.200 vatios en el mercado puede costar el doble que una de 600. Pero ni en la jarra ni en la electrónica hay diferencias entre ambos modelos: tan solo cambia la cantidad de cobre utilizado para el bobinado del motor. Una divergencia que, como afirma César Orts, fundador junto a su hermano José de Cecotec, no explica el salto en el precio pero sí ejemplifica muy nítidamente la razón de ser de su empresa, que ha pasado de fabricar muebles a facturar más de 300 millones el curso pasado con sus electrodomésticos : “No hacemos milagros, es una cuestión de perspectiva, de honestidad. Analizamos los productos que arrasan entre el público minuciosamente y nos preguntamos: ¿cómo podemos hacerlo mejor? ¿Qué tecnología más reciente puede mejorar sus prestaciones? Y, sobre todo, ¿cómo podemos lanzarlo por un precio más ajustado para todos los hogares?”.

A la vista está que la idea de estos valencianos funciona. Hace un lustro lanzaron su robot aspirador más famoso, Conga. Desde entonces hasta hoy, han pasado de ingresar unos 16 millones anuales a esos más de 300; son la empresa española que más patentes registra, 134 en 2020; fabrican ya más de 2.000 productos distintos y su plantilla supera los 900 empleados. ¿Y ahora qué? Seguir creciendo “hasta ser la empresa familiar más grande del país”, dice riendo Orts, que de veras lo siente así y conoce y trata a diario a sus trabajadores en la sede de Quart de Poblet (Valencia). Y, también, una gran apuesta: Cecotec ha elegido distribuir sus productos a través de la plataforma Correos Market: “Es una red capilar para llegar a cualquier pueblecito de España. Queremos que nos puedan comprar en línea quienes no usan las grandes webs de venta y, también, hacer marca España”, enfatiza.

Cuando Google fue a visitarlos a sus instalaciones en Valencia, César Orts cobró, durante un segundo, noción y se preguntó: “¿Qué hemos hecho?”. Porque, en su día a día, su dedicación al trabajo es estajanovista, no se permite recrearse con lo logrado, sino que continúa con la vista puesta en lo siguiente. Cecotec es, dice, un proyecto a largo plazo, “con la firme intención de seguir desarrollando productos cada vez mejores y con la ilusión de empezar a poder fabricar parcialmente en Valencia y de apostar por nuestro talento joven”. A sus ojos, la pandemia demostró bastante claramente el valor de tener los medios para fabricar aquí y no fiarlo todo a China, aunque todavía sea la única manera de ser competitivos.

Cuenta Orts que la edad media de su plantilla es de unos 35 años y que a todo aquel ingeniero entusiasta y con ideas que se le aproxima, esas personas sin prejuicios que no dan nada por sentado y buscan soluciones novedosas y creativas cada día, trata de captarlo. Porque están orgullosos de ser valencianos y les encanta cuestionar cualquier dogma: “¿Por qué no vamos a ser capaces de convertir España en un ecosistema de innovación y tecnología si tenemos profesionales con un grado de conocimiento y formación altísimo? ¿Es que no sabemos trabajar como el que más?”.

Le sucede con ese derrotismo del que ve en este país una tierra apta solo para las vacaciones de otros lo mismo que con cualquier negativa que recibe, que no se resigna sin explicación: “¿Por qué no?”. Y ya puede ser convincente el argumento que le den, para contrarrestar su tesón: “Tenemos un potencial altísimo. Hace falta apoyar y dar motivación a esa generación más joven para que rompa barreras”, afirma. Mientras, Cecotec sigue conquistando fronteras nuevas: ya fabrica lavadoras, frigoríficos, lavavajillas y televisores y seguirá dedicando 2023 a ampliar su oferta en las llamadas gamas blanca y marrón. ¿Qué significa esto?

Según datos de iTrust (el Índice de Confianza en la Marca España), los consumidores nacionales han colocado a Cecotec en el cajón más alto del podio de fiabilidad en 2021 de su área. Un sector el de los electrodomésticos en el que la propia empresa revela que mantiene una cuota de mercado de en torno a un 18% desde hace un par de años. Gracias a éxitos como la Conga o el robot de cocina Mambo, estos hermanos valencianos han conseguido que sus productos se vendan en más de 50 países. Algo que se da, explica Orts, por dos razones: “Soy muy perfeccionista, el crítico más exigente. No sacamos nada que no me compraría yo mismo. Y, en cuanto está en el mercado, no descansamos hasta descubrir cómo puede ser mejor. Es lo que ocupa casi todas las conversaciones entre mi hermano y yo. Hace falta estar muy en la calle, entender qué demandas hacen los usuarios y anticipar qué más podríamos exigir a nuestros productos”.

La otra razón tiene miga. Dice Orts que, al principio, tuvieron muy claro que necesitaban darse a conocer de manera sostenible: “No somos una start-up, no podíamos permitirnos arrancar perdiendo dinero”. Por eso concentraron esfuerzos en lanzar un catálogo amplio y, sobre todo, en llevar a cabo una comunicación transparente y abierta a la cooperación con terceros: “Más TikTok y menos taquillazo de cine”, resume Orts, refiriéndose a la cercanía, al presentarse sin artificios que siempre prefieren. La revolución tecnológica debe poder tener lugar en todos los hogares. La misma idea motriz que rige el que, cuando conciben la intención de apostar por la movilidad eléctrica, no se lanzan a la fabricación de patinetes y ya está. Durante dos años trabajaron conjuntamente a las autoridades públicas en la redacción de la norma para vehículos de movilidad personal —así los denomina la Dirección General de Tráfico (DGT)—, de tal forma que su modelo de patín Bongo y las futuras motocicletas eléctricas que esperan producir serán los primeros homologados por la propia DGT.

Su asociación con Correos Market ha sido otro punto y seguido en sus aspiraciones, toda vez que la marca quiere alcanzar todos los rincones de España, y no quedarse solo en los núcleos urbanos. De hecho, para Orts Correos Market es un paso más en la tendencia de algo que Cecotec considera parte de su identidad: una tecnología innovadora a precio justo y, antes que nada, que llegue a absolutamente todo el mundo.