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La explosión de un cargador, principal hipótesis del incendio en el que han muerto dos ancianas en una residencia en Madrid

El fuego, originado sobre las siete de la mañana, ha dejado otros 16 heridos leves. Todos los internos serán reubicados en otras plazas

Varios agentes de la Policía Nacional en la residencia Juan XXIII, ubicada en el distrito madrileño de Moncloa-Aravaca, este domingo.
Varios agentes de la Policía Nacional en la residencia Juan XXIII, ubicada en el distrito madrileño de Moncloa-Aravaca, este domingo.Matias Chiofalo (Europa Press)
Patricia Peiró

Sobre las siete y veinte de la mañana de este domingo los altavoces de la residencia de mayores Juan XXIII de Madrid se han activado para pedir la evacuación de las instalaciones. Se acababa de declarar un incendio en una de las habitaciones que ha provocado una intensa humareda en el edificio, ubicado en el distrito de Moncloa-Aravaca. Como consecuencia del fuego y de la inhalación de gases tóxicos dos mujeres de 94 y 91 años han fallecido sin que se pudiera hacer nada por intentar su reanimación. Otra, de 65 años, se encuentra en estado crítico en el hospital. La principal hipótesis del origen de las llamas es la explosión de un cargador que ha hecho que prendiera un colchón, según han trasladado desde la dirección de la residencia a los familiares. No obstante, la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación para esclarecer cómo empezó el incendio y si las medidas de evacuación funcionaron correctamente.

Los primeros en llegar a las instalaciones han sido los agentes de la Policía Nacional y de la Policía Municipal, que han comenzado con la evacuación de residentes, en la que también han participado los propios trabajadores de la residencia. De hecho, algunos de los agentes también han tenido que ser atendidos por inhalación de gases. Poco después, han llegado los bomberos que han sofocado rápidamente las llamas. Los bomberos han logrado acceder por una ventana a la habitación donde se ha originado el fuego y han rescatado a dos mujeres con graves quemaduras. Minutos más tarde, los efectivos han auxiliado a otras tres personas que estaban confinadas en esa misma habitación.

Técnicamente, la extinción del fuego no ha sido compleja, pero el humo que ha generado ha sido fatal para las personas que se encontraban más cercanas al origen de las llamas. Ni siquiera los huéspedes de un hotel anexo a la finca de la residencia han sido conscientes de que se había declarado un fuego hasta que no ha llegado el despliegue de emergencias, en el que han colaborado sanitarios del Samur y del Summa, bomberos y la Policía Nacional y municipal. La evacuación ha sido compleja por la poca movilidad de algunos de los residentes y porque a la hora en la que se ha producido el incendio muchos permanecían dormidos.

Todo ha comenzado en una habitación de la primera planta en la que los agentes de la policía científica han concentrado las pesquisas. Hasta mediodía han analizado la escena y tomado imágenes de una estancia con un balcón que da al patio trasero del edificio cuyas paredes han quedado ennegrecidas. Sobre la una de la tarde, los agentes han cerrado y precintado esa habitación.

A lo largo de la mañana los responsables de la residencia han tratado de que el resto de internos volviera a la normalidad, a la espera de que la Comunidad de Madrid los reubique en otras plazas. Una anciana se sentaba al sol al lado de la piscina que se encuentra en el patio trasero del edificio y miraba los sillones que los trabajadores han sacado al aire libre para que dejen de oler, mientras que otros residentes permanecían sentados en el salón de estar ubicado en la planta baja. Todas las ventanas del edificio se han mantenido abiertas durante todo el día para ventilar. Los empleados del Samur Social y también miembros de Cruz Roja se han quedado en las instalaciones gran parte del día para prestar apoyo al personal del centro.

Los trabajadores han atendido telefónicamente a todos los familiares que llamaban solicitando información y también a los que se han acercado hasta el centro para visitar a sus allegados. Además de las dos fallecidas y la víctima más grave también ha habido que atender a 16 intoxicados leves y a muchos de ellos se les ha trasladado a centros hospitalarios.

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Entre los familiares que han acudido a las instalaciones estaba Carlos, cuya suegra vive en la residencia desde hace años y no se ha visto afectada por el incidente. “Ella ni se ha enterado, estaba tranquila y nos ha dicho que ha desayunado dos veces. Me voy tranquilo, ha sido un accidente, cosas que pasan. Nos han informado de que todo apunta a que un cargador ha explotado y ha hecho prender un colchón”, apuntaba a la salida. Otros familiares han acudido a primera hora y se han llevado a los ancianos a casa, a la espera de que se aclarara la situación.

La residencia, que se encuentra en una zona rodeada de urbanizaciones y edificios de oficinas, estaba abierta desde 1990 y desde 2009 oferta plazas públicas concertadas con la Comunidad de Madrid. Cuenta con habitaciones individuales y compartidas para un total de 40 personas.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.
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