La lluvia provoca cortes en el Metro de Madrid, la M-30 y la M-40 y 337 salidas de los bomberos: “No podemos vivir ahí”

Una nueva tormenta la noche de este viernes ha vuelto a poner en apuros al Metro de Madrid. Las líneas 2 y 7 del subterráneo estuvieron cortadas por acumulación de agua. Toda la comunidad está este viernes bajo aviso amarillo por lluvia, el mínimo, por unos acumulados de 20 litros en una hora.

El tormentón caído en la Comunidad de Madrid a primera hora de la mañana, con 52,4 litros en Alcalá de Henares, pero apenas 18 en la capital, ha provocado importantes problemas de movilidad en la hora punta. Por un lado, al poco de abrir el servicio han cortado dos líneas del metro por inundaciones, la L7 y la L9, aunque ya se han reabierto las estaciones afectadas. Además, se han producido balsas de agua, averías de vehículos y accidentes en varios puntos de la M-30 y de la M-40, con fuertes retenciones. Los bomberos de la capital han tenido que hacer 87 salidas, que se suman a las 250 del cuerpo regional en el resto de la comunidad. Se ha producido inundaciones en Algete ―con rescate de conductores atrapados por el agua en la M-100―, Soto Del Real, Manzanares, Colmenar Viejo y puntos del Corredor del Henares como Alcalá, donde los trenes de Cercanías no paran en La Garena, anegada de agua.

Durante la noche cayeron hasta 20 en apenas 15 minutos en algunos barrios al sudeste de la capital, según Telemadrid. De las estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), donde más agua se ha recogido en la región desde la medianoche hasta las 19.30 es en Alcalá, seguida de Somosierra, con 51,5 y Colmenar Viejo, con 38,3, que ocupan el tercer, cuarto y décimos puesto en el top ten de precipitaciones nacionales. Además, se han acumulado 38,3 en Colmenar Viejo, 29,6 en Rascafría, 25 en Navacerrada, 20,8 en San Sebastián de los Reyes y 18,1 en Madrid Retiro.

Las 87 intervenciones de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid se han llevado a cabo entre las cinco y la una de la tarde, aunque en ninguna de ellas ha habido que lamentar heridos, informa Emergencias Madrid. De ellas, 37 son por daños por agua, el grueso de ellas en interiores de viviendas, seis en edificaciones y 13 en el arbolado.

El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, se ha referido a uno de los distritos más afectados por las inundaciones cada vez que llueve en la capital, el de Barajas. “El barrio del aeropuerto siempre es el más perjudicado cuando hay una tromba de agua en esta ciudad y no podemos permitir que esto continúe. Tenemos que poner ya la solución de inmediato”, ha declarado durante la visita a las obras en la plaza de los Monteses. Almeida también ha comentado que se ha reunido con el concejal del distrito, Juan Peña, para poner en marcha esa solución “de forma inmediata”. Según el primer edil, la zona se inunda con frecuencia porque está en un punto muy bajo, el agua se dirige hacia ella y esta no tiene capacidad para sacarla.

En el resto de la región, se han abierto 405 expedientes de 5.00 a 9.00, con 210 salidas de los bomberos, el grueso de ellas en Soto Del Real, Manzanares, Colmenar Viejo, Madrid y puntos del Corredor del Henares. Han intervenido en sótanos, garajes y han tenido que rescatar a varias personas atrapadas en sus coches en la M-100 en Cobeña, en la zona de Algete, según detalla un portavoz de Emergencias 112 Comunidad de Madrid.

En Algete, un municipio de unos 20.000 habitantes al noreste de Madrid, vive Cristina Rodríguez, de 29 años, en un bajo, con su madre y dos perros. “Estaba durmiendo y de repente he empezado a oír gritos de una persona fuera de la calle y también oía la lluvia muy fuerte”, empieza por teléfono. Impresionada por el ruido, ha levantado la persiana y entonces lo ha visto: un río de agua y barro invadía la calle. “¡Mamá, mamá!”, ha chillado. Eran las seis y media de la mañana y el agua todavía no había entrado en la casa, pero ya empezaba a colarse por las ventanas. No sabían qué hacer y, en apenas unos minutos, el agua ha entrado como un torrente por toda la casa. “Hemos cogido toallas, pero era tan fuerte que resultaba imposible de pararlo, nos llegaba ya por encima del tobillo y en el garaje por a las rodillas”, relata.

Rodríguez y su madre, con ayuda de amigos y vecinos, han conseguido sacar el coche del garaje y llamado a bomberos, policía y Ayuntamiento. “Pero nadie ha venido a preguntar si estamos bien. El alcalde ha estado en frente de la casa y no se ha acercado ni nada”, critica la joven. Todo lo que había en ella se ha quedado inservible y, como están de alquiler, el seguro solo les cubre la estructura, no los objetos personales. “Está todo destrozado. No podemos vivir ahí. Estamos cogiendo la poca ropa que ha quedado”, cuenta Rodríguez que, 12 horas después, sigue con la ropa con la que se ha despertado, llena de barro.

En las carreteras, los últimos incidentes de la mañana se han registrado en la M-100, que ha pasado varias horas cortada en Cobeña sentido A-1 y había complicaciones de tráfico en la M-50 en Paracuellos del Jarama sentido norte. Previamente, se había cortado la M-40 en Coslada y hubo atascos en esta vía en Vallecas, de Carabanchel Alto a Coslada y Hortaleza sentido A-2, en la A-2 en Torrejón, Coslada y Canillejas y en la M-21.

En la M-30, desde primera hora se han registrado registrando cortes por accidentes, averías de vehículos o inundaciones, todos ya solucionadas. Afectaban a la plaza de Grecia, puente de Ventas, la avenida del Mediterráneo, el túnel de María de Molina y la calle de la Fuente Carrantona con O´Donnell.

En la red de metro, desde primera hora quedaba interrumpida la L7 entre Estadio Metropolitano y Pueblo Nuevo, pero el servicio ha sido restablecido a las 7.30. Tampoco circulaban los trenes en la L9 entre Puerta de Arganda y Rivas Futura en ambos sentidos y, tras achicar el agua, se ha reabierto a las 8.05. “El servicio se presta con normalidad en toda la red de metro”, asegura una portavoz a este diario sobre las 8.30. La tormenta también ha afectado a Barajas donde, según asegura un testigo en X (antes Twitter), estaba entrando agua en una de las pasarelas de acceso a un avión. En la red de Cercanías, la estación de La Garena en Alcalá permanece cerrada por inundación, lo que afecta a las líneas C2, C7 y C8.

Como muchos madrileños, Candela León, de 19 años, se ha despertado de madrugada por el fuerte sonido de la lluvia. Vive en Alcalá y se ha levantado sobre las siete de la mañana, cuando ya no llovía con tanta intensidad, para ir a la universidad. “Lo que sí había [todavía] eran muchos rayos. De camino a la estación de La Garena solo pensaba: ‘Ya verás como caiga uno”. Por suerte, eso no ha ocurrido, pero al llegar a la estación se ha llevado la sorpresa: estaba completamente anegada de agua y no se podía acceder. “Era como una especie de lago. El agua llegaba por la cadera”, describe. Dentro de la estructura había operarios de Renfe y el agua les cubría las piernas. El recorrido que hace habitualmente para ir a estudiar es de Alcalá hasta Nuevos Ministerios y allí coge el metro hasta Ciudad Universitaria, pero este viernes se las ha tenido que idear para no llegar tarde a clase. “La previsión es que permanezca cerrada al menos hasta esta tarde. Se actualizará la información si se reabre”, ha informado Renfe por la mañana.

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